Mercado de Zapata, afectado por pandemia
Además, aumentan llamadas de auxilio ante posibles contingencias
Las operaciones mercantiles han disminuido en la central de abastos de Emiliano Zapata; sobremanera, ante la posibilidad de un rebrote de covid-19, aseguraron locatarios.
En ese sentido, los llamados “fenicios” dijeron que la apertura de los negocios se está dando con apego a las normas (provenientes de las instancias de Salud local y federal), poniendo énfasis en la sana distancia, utilización de gel contra bacterias, cubre-bocas y demás. No obstante, “el pánico” sigue condicionando los procesos de oferta y demanda.
Manifestaron que, en suma, algunos locales han optado por el cierre definitivo. Y, en esencia, los productos básicos son los más demandados, como: verduras, agua en botellas, fruta, alimentos en lata, carne, legumbres, leguminosas, papel higiénico, sustancias y adminículos de limpieza: cloro, escobas, trapeadores…
Cabe decir que, durante los fines de semana, se puede observar un aforo de visitantes en la zona, que acude a abastecerse de víveres. Se trata de familias que tienen casas de fin de semana.
La central se encuentra a un costado de los hospitales del ISSSTE, el general y el del “Niño y el Adolescente de Morelos”. Alrededor de éstos, se divisan familiares de enfermos, que no tienen donde pernoctar, puesto que no existe un albergue.
En tanto, Luis Alberto López del Río Abreu, subdirector de Protección Civil de ese municipio (situado al sur del estado), manifestó que, ante posibles contingencias, hasta cinco llamadas por día se han recibido.
En ese sentido, recalcó que continúan los operativos de supervisión en unidades habitacionales, a efecto de insistir en la cultura de la salvaguarda; sobre todo, en torno a la puesta en marcha de las medidas necesarias.
Especificó que, desde el derredor, existen mensajes de auxilio que emergen de hogares de “Garzas”, en Tezoyuca (“son unidades muy grandes”); “Paseos del Río”, “Tetecalita” (“donde vienen muchas personas de fin de semana”).
Aseguró que los trabajos son constantes, para evitar una situación de riesgo: “hacemos chequeos; antes, nos hablaban más; hace tres meses…”; empero, “la gente ya se concientizó. Los administradores nos dicen que están tranquilos”.