Los meseros, gremio que ha tenido que sortear problemas con el covid
Además de correr el riesgo de ser despedidos, de enfermarse de coronavirus y de no contar con ingresos para mantener a sus familias o ayudarse para seguir con sus estudios, cientos de meseros han tenido que sortear toda suerte de problemas para poder mantener su fuente de empleo. La pandemia de covid-19 los afectó primero porque los restaurantes tuvieron que ser cerrados y solo se les permitió ventas a domicilio.
Esa situación, explicó María de los Ángeles Guzmán Moreno los afectó a todos los meseros, porque de un día para otro prácticamente se quedaron sin trabajo, aunque la mayoría de los dueños de restaurantes y centros de eventos decidieron ayudarlos aunque fuera con el pago mínimo de sus sueldos. “Nos quedamos sin trabajo, sin propinas, que es con las que completamos los salarios, en un abrir y cerrar de ojos”, destacó.
En Cuautla, aunque ya en menor medida, opera uno de los sindicatos de meseros más fuertes del estado y que llegó a ser considerado como una de las organizaciones con mayor número de agremiados y también que determinaba hasta la prestación del servicio. “Ya no es lo mismo, así que como se pudo, negociamos con los dueños de restaurantes y prestadores de servicios turísticos, para conservar las plazas”, destacó.
Israel González Fuentes otro trabajador dijo que un gran número de ellos tuvieron que buscar la manera de poder cuando menos tener uno o dos servicios a la semana, y eso lo lograron que la realización de fiestas domiciliarias. Sin duda, explicó que para ellos, el prestare el servicio domiciliarios fue una fuente de ingresos y al mismo tiempo de contagios de covid-19, porque al prestar el servicio el contacto con las personas era de manera directa.
Para nosotros era cuando menos tener ingresos aunque fuera dos veces a la semana; por ahí sabíamos entre los amigos que alguien estaba contratando el servicio, y nos apuntábamos, aunque sabíamos que había riesgos”, relata Mario Miguel Arteaga Martínez. Dijo que se corrieron riesgos porque no había fuentes de empleo, con lo poco que recibían de salario no era suficiente, “muchos de nosotros caímos contagiados, unos la libramos otros no”.
Ahora, resaltaron los entrevistados que hay temor de que se vuelvan a cerrar las fuentes de empleo, luego de que cuando menos les permiten laborar cuando menos 3 días a la semana, “no son suficientes, sacamos algo para la familia o los estudios”. Otros, añadieron que siguen dando servicio en fiestas y eventos, “ni modo hay que correr riesgos, no podemos quedarnos en casa porque no ganamos nada”.