Los maestros y el pueblo
En opinión de Juan Salgado Brito
El día del maestro se instituyo en 1917 por el Presidente Venustiano Carranza, en reconocimiento a los esfuerzos y vocación que mostraban maestros y maestras en sus tareas educativas que lo mismo en las ciudades como en las más apartadas comunidades rurales se entregaban con pasión y patriotismo a la enseñanza y formación de la niñez, la adolescencia y la juventud haciendo de esta profesión un apostolado. Enfrentando todo tipo de adversidades, los trabajadores de la educación fueron llegando a su destino donde los asignaban para sociabilizar y familiarizarse con el pueblo de cada lugar para hacer causa común en la noble tarea de educar y sacar adelante a las generaciones.
Así empezó de manera institucional lo que con el tiempo se hizo una convicción y costumbre en el ánimo del pueblo para reconocer, celebrar y rendir homenaje a las maestras y maestros cada 15 de mayo, recodando con gratitud su labor, desempeño y gran contribución para formarnos y hacer de cada uno de nosotros lo que somos. La lucha que el magisterio de todos los niveles viene librando por sus derechos y mejoramiento profesional y social está íntimamente engarzada con la lucha los afanes de un pueblo que apuesta y finca sus expectativas de superación en la educación, por eso entender y comprender la labor de maestras y maestros es apoyar sus causas y conjugar esfuerzos desde la familia y la sociedad para con ello superar rezagos, injusticias y desigualdades. No olvidemos que desde sus orígenes los maestros tuvieron que enfrentarse a muchas resistencias y obstáculos tanto naturales como artificiales para que existieran escuelas y hubiera maestros en cada pueblo y comunidad.
Sin duda, la fusión de maestros y el pueblo es el mejor antídoto contra el atraso, el caciquismo, la ignorancia y los abusos de poder; desde las instituciones y con la fuerza y organización de la sociedad, el magisterio con su sentido de compromiso y de responsabilidad puede seguir siendo el gran motor que impulse el desarrollo y crecimiento individual y colectivo de los mexicanos.