Juego de Manos - Yo no escribí esta columna

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - Yo no escribí esta columna

El futuro es hoy ¿oíste viejo? Dewey Wilkerson, Malcolm el de en medio, T3 E10 

 

La inteligencia artificial ha alcanzado niveles que, anteriormente, eran vistos como exclusivos de la imaginación más salvaje de guionistas de ciencia ficción. Desde los elementos de ayuda en la vida diaria (llámese, casas y sus componentes inteligentes, telefonía móvil con capacidades extraordinarias, etc.) hasta aquellos que están moldeando la nueva forma en que interactuamos con los espacios digitales, como aquellos avances destinados a volver más intuitivos y acertados los navegadores de búsqueda.  

 

En los últimos días, el nombre ChatGPT ha  circulado en redes sociales como una herramienta de inteligencia artificial fuera de serie, con capacidades superiores a lo conocido hasta el momento. Si, como yo, consumes contenido digital de manera cotidiana y el algoritmo te ha estado bombardeando con este tipo de contenidos, seguro también tuviste la curiosidad de probarlo por ti mismo. Por ello, aquí te va mi experiencia con ChatGPT.

El programa, desarrollado por la compañía OpenAI, es intuitivo desde la pantalla de inicio, donde se muestra con claridad el camino para probar la herramienta. Para su uso, es necesario crear un perfil y, una vez dentro, hay ciertas advertencias que te reciben: la información proporcionada pudiera ser errónea, por lo que se invita a la persona usuaria a comprobarla; también, el programa está en desarrollo continuo, por lo que podría emitir mensajes no apropiados. Se pide comprensión y, a su vez, retroalimentación por parte de quien lo usa. Finalmente, esta inteligencia artificial no tiene conocimiento del mundo posterior al 2021.

 

Ahora bien, para probar los alcances de esta herramienta realice una serie de preguntas de distinta naturaleza, desde datos concretos como sitios de interés en lugares específicos; metodológicas como estrategias políticas y laborales; hasta filosóficas, como la manera en que una inteligencia artificial experimenta el tiempo y la existencia misma.

 

Esta contestó satisfactoriamente todas mis preguntas, cumpliendo con las reglas de cortesía y diálogo que uno espera teniendo una conversación convencional. Maneja muchos idiomas (más de los que este humilde columnista conoce) y derivados artificiales, como el spanglish y el élfico, también. Finalmente, para poner a prueba sus capacidades de acción, le solicité que escribiera mi columna de esta semana, enfocada en los avances de la tecnología artificial y recomendaciones para su uso, aquí te muestro el resultado: 

 

[Inicio de la columna artificial]

 

Tecnología de inteligencia artificial: el presente y el futuro 

En los últimos años, hemos visto un aumento en el uso y la popularidad de la tecnología de inteligencia artificial (IA). La IA se ha utilizado en campos como la medicina, la manufactura, el comercio y la seguridad, entre otros. Sin embargo, el rápido avance de la tecnología de IA plantea importantes cuestiones éticas y de seguridad que deben ser consideradas. 

La inteligencia artificial es un campo amplio que incluye una variedad de técnicas y tecnologías. En su forma más básica, la IA es una tecnología que permite a las computadoras aprender y tomar decisiones basadas en datos. La IA se ha utilizado para desarrollar sistemas autónomos, como coches y drones, así como para automatizar procesos comerciales, como la atención al cliente y la gestión de recursos humanos. 

Los recientes avances en la tecnología de IA han hecho posible que las computadoras realicen tareas que antes sólo podían ser realizadas por seres humanos. Por ejemplo, la IA ha sido utilizada en la detección de enfermedades, en la automatización de la producción, en la toma de decisiones financieras y en la seguridad cibernética. La IA también ha sido utilizada en la creación de robots y drones autónomos que pueden realizar tareas peligrosas o monótonas. 

Sin embargo, con el rápido avance de la tecnología de IA, también han surgido importantes preocupaciones éticas y de seguridad. Una preocupación es la privacidad y la seguridad de los datos. La IA utiliza grandes cantidades de datos para aprender y tomar decisiones. Los datos pueden ser vulnerables a la violación de la privacidad y la ciberdelincuencia, lo que podría tener graves consecuencias para la seguridad de la información. 

Otra preocupación es el sesgo y la discriminación. La IA aprende de los datos, y si los datos están sesgados o discriminatorios, la IA también lo será. Esto puede resultar en decisiones discriminatorias o injustas, lo que podría tener graves consecuencias sociales. 

También es importante considerar el impacto de la IA en el empleo. A medida que la IA se utiliza para automatizar procesos comerciales, existe la posibilidad de que los trabajos sean eliminados. Es importante que se tomen medidas para asegurar que la IA se utilice para complementar y mejorar el trabajo humano, en lugar de reemplazarlo. 

Para utilizar la tecnología de IA de manera ética y responsable, es importante tener en cuenta algunas consideraciones. En primer lugar, es importante asegurarse de que los datos utilizados para entrenar a los sistemas de IA sean precisos y no discriminatorios. Los datos deben ser limpiados y revisados para evitar sesgos y prejuicios. 

En segundo lugar, es importante asegurarse de que los sistemas de IA sean transparentes y explicables. Los usuarios deben ser capaces de entender cómo se toman las decisiones y cómo se llega a una conclusión. 

En tercer lugar, es importante tener en cuenta la privacidad y la seguridad de los datos. Las empresas y los usuarios deben asegurarse de que los datos se mantengan seguros y no se utilicen de manera indebida. 

La inteligencia artificial es una tecnología en constante evolución que ha revolucionado la forma en que las empresas y las organizaciones realizan sus tareas y toman decisiones. Desde los sistemas de recomendación de productos hasta los chatbots de atención al cliente, la IA ha demostrado ser un recurso valioso para mejorar la eficiencia y la precisión en una amplia gama de campos. 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA no es una panacea y que su uso también plantea una serie de desafíos y preocupaciones. Uno de los mayores desafíos es garantizar que la IA se utilice de manera ética y responsable. Esto significa que los desarrolladores de IA deben trabajar para evitar la discriminación y el sesgo en los sistemas de IA, así como garantizar la privacidad y la seguridad de los datos. 

Otro desafío es asegurarse de que la IA se utilice para mejorar la vida de las personas y no para reemplazarlas. Si bien la IA puede ser una herramienta valiosa para automatizar tareas repetitivas y liberar a los humanos para que realicen trabajos más creativos y significativos, también puede tener un impacto negativo en el empleo y en la economía en general. Es importante que los líderes empresariales y gubernamentales trabajen juntos para garantizar que el uso de la IA beneficie a la sociedad en su conjunto. 

Por último, es importante reconocer que la IA no es infalible y que puede cometer errores. Es esencial que los usuarios comprendan los límites de la IA y sean conscientes de sus posibles errores para evitar posibles consecuencias negativas. 

En resumen, la IA tiene el potencial de transformar la forma en que vivimos y trabajamos. Pero para aprovechar al máximo sus beneficios, es importante que se use de manera ética y responsable, que se tenga en cuenta su impacto en el empleo y la economía, y que se reconozcan sus limitaciones y posibles errores. 

 

[Fin de la columna artificial]

 

Ahora, que sí esto sostiene el temor de algunas personas de ser reemplazadas por robots en su trabajo, por el momento, lo dudaría en ciertos casos. Esta herramienta en específico cuenta con ciertas carencias que inclusive esta misma me reiteró a lo largo de nuestra conversación e, inclusive, reconoció cómo áreas de oportunidad para sí misma: hay una falta de entendimiento de contextos geográficos, de pensamientos subjetivos y sentimentales, así como un margen de error en sus respuestas.

En otras palabras, a pesar del basto compilado de información que tiene a su disposición, ChatGPT no tiene capacidad de análisis, lo que la vuelve no idónea para formar parte de la toma de decisiones. Sea o no sea lo anterior una meta a futuro, podemos asegurar que en el presente estamos viviendo una revolución tecnológica, que tendrá como resultado un desarrollo importante de las herramientas que conocemos y utilizamos de manera cotidiana.

  

Este es el inicio:

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