Juego de Manos - El poder y la responsabilidad

Bárbara de Regil, una vez más, se encuentra en el centro de la polémica. Se configuró el escenario para la campal entre críticas y mensajes de apoyo alrededor de sus dos últimas controversias. Primero, a partir de su participación en los mensajes propagandísticos en favor del Partido Verde durante la veda electoral; después, a partir de su conflicto con el nutriólogo Aries Terrón, luego de que él criticara su proteína “Loving it” a través de un video de Youtube. Ya te la sabes, vamos por partes.

Los procesos electorales se dividen por etapas, cada una con reglas específicas que deben seguirse para evitar sanciones por parte del INE y los órganos electorales estatales. Durante los 3 días previos a la elección se establece una “veda electoral” en la que las y los votantes podrán reflexionar sobre su voto.

En esta temporalidad, los partidos y candidatos no pueden distribuir propaganda, realizar mítines, llamar o pedir el voto, publicar encuestas ni resultados de preferencias electorales, realizar actos de campaña y proselitismo electoral. La propaganda electoral y gubernamental queda prohibida y quienes aspiren a un cargo deben suspender cualquier pauta publicitaria en redes sociales e Internet.

No obstante, durante este periodo de silencio, un grupo de 30 influencers (dentro de quienes se encontró De Regil) emitieron propaganda en favor del Partido Verde en plena veda electoral. A través de sus redes sociales, externaron su voluntad de votar por dicho partido a partir de razones que incluían iniciativas, propuestas o la naturaleza ecologista (vemos) de esta institución política. 

Este mensaje colectivo fue presuntamente contratado por la institución política —algo que no es sorpresa para nadie, siendo que durante años han violado las reglas electorales y asumido sus costos para mantener su registro—, para lo que se presume que pagó grandes cantidades de dinero a cada una de las personalidades de internet. Aquí, la coach y actriz fue duramente criticada y; por otro lado, la participación de las personalidades de internet en el llamado al voto está siendo investigada por el órgano electoral federal, cuyo presidente, Lorenzo Córdoba, aseguró que se llevará a cabo con cero impunidad.

Ahora bien, por si lo anterior no fuese poco. Al poco tiempo se desató un conflicto entre Bárbara de Regil y Aries Terrón —un Youtuber, nutriólogo y coach que, asegura, se apoya de la ciencia para realizar sus asesorías—. Ello, a partir de que él analizó la proteína de Bárbara de Regil —a través de un laboratorio certificado por Cofepris y la EMA— y encontró discrepancias entre el contenido nutricional mostrado en los empaques y el resultado de los estudios. 

En resumen (y con porcentajes redondeados) señala, entre tras cosas, que existe 500% más sodio que el que señala la etiqueta, 20% menos proteína, 400% más carbohidratos totales, 200% más fibra 1300% más carbohidratos digeribles y 11% menos calorías.

El problema aquí, más allá de personalidades, filias y fobias, se encuentra en que este producto está ligado directamente al área de la salud y, por ende, un etiquetado correcto es fundamental para que las personas puedan hacer un consumo responsable. Recordemos que cada cuerpo tiene necesidades y restricciones distintas, por lo que declarar erróneamente los contenidos nutrimentales de un producto puede perjudicar la salud de quienes la consumen.

Este análisis no fue recibido con buena cara por la actriz quien, presuntamente, orquestó la censura de algunas redes sociales del nutriólogo y lo amenazó a través de un mensaje privado. Luego de la controversia, De Regil compartió su postura respecto al descontento a través de Instagram TV, donde aseguró ser víctima de amenazas y críticas constantes. Desde su perspectiva, sus acciones son analizadas con lupa y, por ello, equivocarse deja de ser una opción, porque los errores se linchan —algo de esperarse cuando se actúa de manera racista, clasista o en contra del bienestar y la salud de las personas, pero bueno—.

Las críticas en redes sociales existen y seguirán presentes. Esta es una queja de muchas y muchos; no obstante, es la naturaleza del medio digital y no va a cambiar. Las intenciones, buenas o malas, no serán tomas en cuenta a la hora del juicio digital, esto es algo que cualquier persona que decida meterse de lleno a este medio debe conocer y reconocer. 

Ahora bien, hoy, la figura de influencers interesa puesto que sus fortalezas y debilidades se han multiplicado en los años recientes. Hace mas de una década, el número de personas que acumulaban algunos millones de suscriptores en sus redes sociales era muy reducida y, por ende, su valor era mayor. Hoy, conforme el acceso al internet aumenta en todo el mundo, el número de suscriptores no es el único factor para tomar en cuenta para que una empresa contrate los servicios de estas personas. Hoy el contenido de valor, la interacción, el público y su fidelidad hacen la diferencia. La publicidad negativa, contrario a lo que se pensaba anteriormente, pesa y mucho. Como diría el tío Ben: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.

Hay que ser selectivos con el contenido que consumimos (y las razones por las que lo hacemos). Nuestra atención es uno de los recursos más escasos y, por ende, peleados en estos tiempos de amplia digitalización, no lo regalemos a la primera oferta que se nos haga. Vendámonos caro, merecemos más.

Es hacker

El miércoles de la semana pasada, las cuentas del Partido Encuentro Solidario (sí, el hermano menor del PES, que perdió su registro nacional en el proceso electoral 2018) fueron presuntamente hackeadas/secuestradas (o salidas del closet) y, desde la tarde hasta el cierre de ese día, compartieron una serie de mensajes en apoyo a la comunidad LGBT+. 

Vale la pena recordar que este partido buscaba hacerse de un registro nacional y estatal durante este proceso electoral, para lo que se proclamó como una institución de extrema derecha que, entre otras cosas, es provida, está en contra de las familias homoparentales y a favor de medidas como el PIN Parental. No obstante; su retórica ultraconservadora no vio la luz del día y, hasta el momento, se ve imparable la perdida de su registro a nivel nacional.

Por cierto

Gerardo Fernández Noroña —sí, el mismo diputadopetista acusado en múltiples ocasiones por violencia de género y que se ha negado a usar el cubrebocas—aseguró que está interesado en ser el relevo del “compañero presidente”, Andrés Manuel López Obrador en el 2024. Ay no. 

Ya siéntese, señor:

diegopachecowil@gmail.com