Serpientes y escaleras - El enojo y la esperanza
En opinión de Eolo Pacheco
De una u otra forma, Morelos será gobernado por una mujer de Morena.
El enojo y la esperanza
A unas semanas de que comience oficialmente la carrera por la gubernatura ya es posible observar los dos planteamientos que los partidos ofrecen a la ciudadanía: la candidata opositora propone un cambio de rumbo y de personajes, lo que suena bien en el discurso, pero mal cuando se personifica en políticos graquistas que ya demostraron de lo que son capaces. La abanderada de Morena promete continuidad al trabajo del gobierno federal y enfocar sus fuerzas en mejorar la seguridad a partir de un combate frontal a la corrupción. Una busca el voto del enojo y la otra el de la esperanza.
La oferta al elector morelense en este 2024 es mucho más parecida de lo que aparenta: las dos candidatas vienen de la izquierda, coincidieron en Morena y hasta hace poco compartieron el mismo discurso obradorista. De hecho, en los últimos dos años Lucía Meza defendió muchas veces con firmeza al gobierno federal, empezando por su estrategia de seguridad “abrazos y no balazos”, por ello el revire que hace unas semanas le hizo el diputado Agustín Alonso, cuando calificó a la senadora de oportunista y de lucrar con la tragedia porque “por cinco años defendió lo que hoy ataca”.
Lo que está haciendo la abanderada del frente opositor es una mutación en todos los sentidos, empezando por aceptar como correligionarios y compañeros de fórmula a personajes que por mucho tiempo despreció, calificó de corruptos y acusó de estar vinculados a la delincuencia organizada. Lo que hoy critica como opositora hace unos meses lo defendía como morenista; incluso la relación graquista que pudo haberle costado la candidatura en la 4T parece ya no incomodarle, porque quienes la flanquean ahora en los eventos son gente del primer círculo del exgobernador, como Jorge Messeguer.
Del lado de Morena la situación tampoco es fácil, porque a Margarita González le achacan ser la candidata de Cuauhtémoc Blanco y responsable por asociación partidista, de la inseguridad que hay en el estado y en el país. “Lucía (Meza) es de Graco, pero Margarita (González) es de Cuauhtémoc” me dice un empresario que observa con interés el proceso electoral. La diferencia es que Lucía Meza se formó políticamente al lado de Graco Ramírez y trabajó con él durante dos décadas, mientras que Margarita González conoció a Cuauhtémoc Blanco cuando llegó al ayuntamiento de la capital y hasta antes de que la designaran coordinadora estatal llevaba casi dos años sin hablar con el jefe del ejecutivo.
Pero independientemente de la cercanía personal y de las acusaciones mutuas entre candidatas, lo que puede motivar al electorado son los partidos que respaldan a las candidatas y las figuras que están alrededor de ellas; además de personajes graquistas, con Lucía Meza Guzmán hay priístas, perredistas y panistas de mala reputación o que dentro de sus partidos han generado división: los hermanos Martínez Terrazas son socialmente impresentables, Jonathan Márquez y Eliacib Polanco dividieron al PRI y Sergio Prado no representa absolutamente nada, salvo a Rodrigo Gayosso. De los partidos que conforman el FAM lo único que ayuda a Lucía Meza es el registro, no la reputación de las instituciones ni los personajes que las representan.
Del otro lado también se cuecen habas: Mario Caballero resta muchos puntos a Margarita González Saravia y desde México se considera un foco rojo para ese equipo de campaña, porque además de su participación directa en la trama de la Estafa Maestra en la Universidad de Morelos con Wistano Orozco, la nueva administración de la Lotería Nacional ha documentado acciones irregulares cometidas por él durante su paso por la dependencia; de no ser por el golpe electoral que causaría en Morelos, dicen en los pasillos de ese edificio, los expedientes ya formarían parte de un proceso legal. “Pero pasando la elección se actuará”.
Las opciones que tenemos los morelenses para que nos gobiernen en el 2024 son opuestas en lo personal, pero no tanto en lo político: considerando la ideología y la carrera pública, resulta que las dos damas son de izquierda, por mucho tiempo manejaron el mismo discurso y hasta hace poco compartían las siglas del partido; fue la definición de la candidatura en favor de una y la total exclusión total de la otra lo que generó el rompimiento y la confrontación; de no haber sucedido esto las dos continuarían aplaudiendo a la cuarta transformación y defendiendo los abrazos y no balazos. Políticamente hablando en el 2024 será electa la primera gobernadora de Morelos y no importa quien gane, será una morenista.
Lo verdaderamente distinto entre ambas está en el plano individual, porque aunque se trate de dos mujeres de izquierdas y hasta hace poco correligionarias, son personalidades opuestas en muchos sentidos, con maneras distintas de ejercer el poder y visiones diferentes de la política. Lucía Meza es una mujer entrona, arrebatada y de mecha muy corta; al estar formada a la sobra de Graco Ramírez es obvio que su estilo de gobierno será el mismo y quizá hasta con algunos personajes de esa época. Margarita González es prudente, de carácter firme e ideas propias, pero con mucha más capacidad de tolerancia y con un enfoque de gobierno muy similar al de Andrés Manuel López Obrador. Una grita, la otra habla.
Ninguna se salva de malas personas, porque así son las campañas: del lado de la candidata de Morena aparecen figuras impresentables como Tania Valentina o Hugo Eric Flores, con quienes Margarita no se reuniría por gusto, pero lo hace porque así es la política. También hay personas de mala reputación a quienes mantiene cerca por gusto o por compromisos personales y otras, como Javier García, que le sirven por su habilidad en el manejo de la estructura, pero le generan un alto desgaste por el mal trato que tiene con todos los demás.
Lucía se está reencontrando con actores con quienes convivió por muchos años al lado de Graco Ramírez y que vuelven al escenario público gracias a ella, porque nadie más les abre la puerta; también se deja consentir por priístas y panistas con quienes no comparte ideas, a quienes históricamente desprecia, pero a los que sonríe porque son los que ahora la cobijan. Lo que hace Meza Guzmán en el FAM es el más claro ejemplo de tragar sapos sin hacer gestos… o el fin justifica los medios.
La oferta política del 2024 para Morelos es Cambio o Continuidad, pero no como lo plantea la campaña que financia el PAN contra Morena. El enojo que existe en un sector de la sociedad contra los gobiernos de la 4T es real, legítimo, tiene razones y fundamentos que se pueden ejemplificar en la administración estatal y en el gabinete federal, pero también hay otra parte de la gente que sigue apoyando al presidente López Obrador, que no perdona lo hecho por los gobiernos del PRI, PAN y PRD y que, a pesar de los fallos actuales, prefieren al Movimiento de Regeneración Nacional que al PRIAN.
En esta elección hay dos bandos partidistas y una sociedad que decidirá entre dos ofertas de gobierno, la decisión que tome la mayoría de los votantes dependerá de lo que pase y se diga en los próximos meses, de la manera como las candidatas comuniquen sus mensajes y la forma como el ciudadano perciba sus dichos.
El voto no es resultado de una reflexión, sino de un sentimiento.
· posdata
La dirigencia nacional de Morena está llevando al límite la decisión sobre las candidaturas locales en los estados y ello, en el caso de Morelos, va con cargo a Margarita González Saravia, a su campaña y de rebote a la oposición, porque de ese lado esperan a ver lo que sucede en el proceso interno de la 4T para tomar sus propias decisiones.
De acuerdo con lo dicho el viernes pasado por Leonel Godoy, esta semana el comité nacional de elecciones decidirá quién será el candidato en Cuernavaca y a partir de ahí se decantarán las demás candidaturas; la de la capital morelense es la punta de lanza para todos los demás espacios, es la joya de la corona después de la gubernatura y un municipio clave para la elección estatal.
En este punto de la historia hay dos finalistas: Javier Bolaños y Sergio Pérez Flores, cualquiera de ellos puede ser, pero ninguno podrá ganar la elección fácilmente, sobre todo si prevalece la división y siguen los golpes internos.
La candidatura de Cuernavaca representa una lucha de poder dentro de Morena: Ulises Bravo impulsa a Sergio Pérez y Margarita González a Javier Bolaños; el gobernador ya logró una diputación federal plurinominal, impulsó a Víctor Mercado, impuso a Sandra Anaya y ahora quiere meter a Pérez Flores y a su hermano Ulises en la capital y en una pluri local.
Aún tratándose del gobernador, es un abuso de posiciones, porque quita mucho margen de maniobra a la candidata.
Y si Margarita González gana la elección, no olvidará toda la presión que le están metiendo a su campaña. Ni quienes lo hacen.
· nota
Gane quien gane la próxima elección, el gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo será sujeto de una profunda revisión; si la victoria es para Margarita González Saravia, el proceso no se evitará, pero el mandatario tendrá la oportunidad de explicar o corregir lo que pudiera ser sujeto de una observación por parte de la administración entrante.
Pero si la ganadora es Lucía Meza, entonces el panorama para el futbolista y para su equipo será muy distinto, porque aunque el trámite administrativo sea el mismo, ese grupo buscará cualquier motivo, razón o circunstancia para iniciar procesos legales contra el gobierno saliente y es posible que una vez que tengan el control de la administración, construyan las mismas historias y expedientes que él armó contra su antecesor.
La tensión que se vive al interior del gabinete de cara al proceso electoral es visible a la distancia, más en oficinas donde se especula que existen errores legales graves, actuaciones administrativas incorrectas o desempeño personal dudoso. La Dirección General de Procesos Para la Adjudicación de Contratos a cargo de Efrén Hernández y la Comisión Estatal de Agua cuyo titular es Jaime Juárez son organismos que las dos candidatas tienen perfectamente identificados como espacios en los que se requiere una revisión con lupa. Política y jurídicamente hablando, cualquiera de ellos puede ser sacrificado por el gobernador para evitar una observación mayor en su gobierno; y si eso sucede, Cuauhtémoc Blanco ya no tendrá capacidad de interceder por ellos ante el nuevo gobierno.
La revisión de las cuentas del estado es algo que hará la próxima gobernadora porque es lo que establece la ley y no hay margen para evadir esa acción; la ley es clara y de manera simple se puede explicar así: o se actúa contra quien o quienes cometieron la falta o se pagan los platos por omisión.
No me parece que ninguna de las dos esté dispuesta a lavar ropa sucia ajena.
· post it
El comisionado estatal de seguridad dio su punto de vista sobre el atentado al bar “Medallo” de Cuernavaca, donde dos personas perdieron la vida:
“Me hablo la secretaria Alicia y en seguida buscamos en cámaras, vimos una posible ruta y se la dimos, pero no ha habido una retroalimentación de parte de ellos que fueron los primero respondientes; tratamos el tema en la mesa de construcción de paz y la verdad es que mientras los ayuntamientos sigan permitiendo que violen la hora en que deben cerrar estos lugares, los hechos ocurrieron entre 5 y 6 am y además permitan que ingresen gentes armadas, esto seguirá pasando. Nosotros estamos listos para cooperar y abiertos completamente al dialogo y a cooperar con lo que tengamos…”
· redes sociales
Llegó la primera impugnación a la plurinominal de Cuauhtémoc Blanco, la presentó el PRD. No importa el final que tenga este juicio: quedarse al frente del ejecutivo fue la mejor decisión del futbolista.
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