Juego de Manos - Contratiempos
En opinión de Diego Pacheco
Como he escrito en Juegos anteriores, nuestras vidas se hayan ralentizado, pero el mundo sigue girando. Esto impone una situación especialmente complicada para todas y todos. Algunas personas se han visto obligadas a permanecer en casa y realizar sus labores a distancia —el privilegio en esta pandemia es más efectivo que cualquier medicina—, otros no tan afortunados se ven en la necesidad de salir a las calles en busca de una oportunidad de obtener ingresos —este número crecerá considerablemente en el transcurso del año—.
Ahora bien, la Jornada de Larga Distancia también ha empujado a las movilizaciones sociales a las arenas digitales para mantener sus latidos, reduciendo su impacto en la agenda y poniendo a paso pausado el cambio social por el que se había estado luchando. Esto ha resultado muy conveniente para algunos. Ejemplifico.
La lucha en las calles, en las redes y en los espacios de conocimiento realizada por miles de mujeres en México desde meses atrás, que encuentra su momento mediático más reciente en las mega protestas feministas del 8 y 9 de marzo, pero cuyas raíces se extienden a años previos; se encontró con dos contratiempos esta semana. Uno en San Luis Potosí y otro en Nuevo León. Vamos por partes.
En sesión ordinaria del pasado jueves, el Congreso local de San Luis Potosí desechó por improcedente —con 20 votos a favor, 4 en contra y 3 abstenciones— las modificaciones de los artículos, 148, 149, y 150, del Código Penal del Estado de San Luis Potosí y a los artículos, 57, 57 Bis, 58, 58 Bis, y 58 Ter, de la Ley de Salud.
Las legislaciones rechazadas tenían como finalidad permitir que las mujeres del estado decidieran de sobre sus cuerpos y su maternidad de manera segura, dejando de criminalizar la interrupción del embarazo y estableciendo disposiciones sanitarias para que, quienes así mi decidieran, pudieran realizar esta práctica libres y a salvo.
Como si lo anterior no fuera suficiente, al norte del país, diputados locales (del PES y en Nuevo León, obvio) pasaron reformas a la Ley de Educación del Estado para que en las escuelas se promuevan valores antiaborto o, de acuerdo con el texto aprobado, “desarrollar actitudes solidarias en los individuos para crear conciencia sobre el respeto a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural”. Afortunadamente, la implementación de esta reforma queda pendiente a la resolución de una controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esto es preocupante ya que, dejando a la interpretación de las y los docentes (pero fijando una clara postura respecto a los derechos reproductivos de la mujer) se pretende formar a las y los niños a partir de un antagonismo por las mujeres que —por cualquier motivo— decidan interrumpir su embarazo. La retórica de la “protección de las dos vidas” es engañosamente convincente, peligrosamente antagónica y, en muchos casos, falsamente solidaria; su implementación en la educación representaría un retroceso importante en los logros de la lucha por el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
A pesar de lo anterior, estos obstáculos no detendrán la protesta que miles de mujeres en México y en el mundo por combatir la violencia multidimensional, que parte del propio sistema y que viven a diario. Nosotros, desde nuestro espacio, podemos abonar a mediante la concientización de quienes nos rodean, respetando los espacios que no nos corresponden y, quizá lo más importante de todo, cuestionando contantemente nuestros privilegios para, de esa manera, comprender cada vez mejor como cada pinta, quema y grito lleva detrás a miles de mujeres que no pudieron contar su historia.
El principio del fin: Parte 1
Estamos a menos de una semana de que concluya la Jornada Nacional de Sana Distancia (énfasis en el nacional) no obstante, nuestro estado —por la temporalidad en la que se presentó el primer contagio, el respeto a las medidas de sanidad y las características geográficas particulares— no regresará a la anormalidad el próximo lunes.
Es importante que no interpretemos la conclusión de esta etapa en el país como un pase libre para regresar al comportamiento que teníamos previo a la pandemia puesto que, aún cuando el semáforo del estado esté en verde, el modo de vida que teníamos hace unos meses no regresará en el futuro próximo.
Tenemos que adaptarnos a las nuevas condiciones en las que estaremos. Nuestro comportamiento deberá ser más cauteloso, los establecimientos tendrán que modificar sus operaciones, lo que, a su vez, implica que sus ingresos no serán como los que percibían antes de esta contingencia. Esta primera tormenta ha modificado drásticamente la manera en que nos desenvolvemos como sociedad. A pesar de los mensajes optimistas de las autoridades, hay que guardar cautela, mientras no exista una cura para este virus nos encontraremos en el mismo punto en el que estábamos a principios de año, igual de vulnerables y con riesgos similares. Quién sabe, quizá, después de tantos meses en el encierro, la normalidad no se sienta tan nueva.
Por cierto
La Secretaria de Gobernación, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República en contra de Johnny Escutia, por promover a través de sus canciones la violencia.
El rapero mexicano que reside en Alemania y su “música” hace una alabanza a la violencia y el odio hacia las mujeres, con letras explícitas acerca de la violación, la pederastia, el feminicidio, el secuestro y otros crímenes de odio.
Este es un acierto por parte de la Segob, siendo que los discursos de odio se han normalizado de tal forma que contenido violento (como este) podría ser pasado por alto en tiempos anteriores. Sin embargo, aquí el logro no es de Gobernación, sino de las mujeres que protestan (antes en las calles, ahora en las redes) en contra de la violencia que sufren día con día.
Antes de las movilizaciones feministas (sí, las mismas que realizan “actos vandálicos”) difícilmente hubiera llegado un caso como este al punto en el que se encuentra. Su lucha, por las que están, las que no y las que vendrán, está lejos de terminar. Habrá que esperar a la resolución de este proceso legal. Sería una lastima que este proceso legal, como las canciones del acusado, quedase pronto en el olvido.
Los contratiempos solo postergan el destino: