Irresponsables
En opinión de José Román
Muchas de las veces pienso que está la genética de los políticos morelenses el que tengamos que vivir en la sociedad con la soga al cuello del endeudamiento en que nos meten cada legislatura y cada gobernador y presidente municipal que llega al poder. Los actuales, no son la excepción, quizá, eso sí, san el colmo de los excesos.
Lo que no cuesta o lo que no les cuesta, dice el refrán, se vuelve fiesta, y así es porque están en la fila los presidentes municipales pidiendo al congreso del estado que se autoricen préstamos para salir del atolladero en que nos han metido a la sociedad respecto de sus abultadas deudas públicas. Por tratarse de elecciones el año entrante y por tener varios de ellos la idea de la reelección, no se atreven hacer los ajustes necesarios para someter sus finanzas a la realidad económica de la sociedad que les nutre de impuestos y menos aún a las necesidad del área donde gobiernan, aunque también es posible que también esto sea posible por la incapacidad consuetudinaria que ya tienen en sus venas para ponerse a trabajar como Dios manda y hacer bien las cosas en beneficio de su sociedad. La consecuencia es que los servicios municipales a su cargo están en la ruina, no existen y no tienen para cuando existir. Eso sí, son buenos para el verbo, malos para la chamba.
No importa el partido, todos han desfilado por el congreso a través de sus funcionarios electos o de elección para pedir les autoricen otro endeudamiento más a las cuentas públicas de sus gobiernos. Cada día la cuenta aumenta, se incrementa con los intereses y cada vez más tienen menos dinero para los servicios públicos y obviamente se suma a lo que los titulares anteriores pidieron
Hay una irresponsabilidad tal, que la complicidad legislativa es la regla general para seguir y seguir endeudándonos, porque no se trata de que los legisladores o de que los presidentes municipales e incluso gobernadores paguen dentro de su administración las deudas que contratan con anuencia del congreso estatal, no, para nada, se trata de seguir endeudándose y que pague el que viene. Ese grado de irresponsabilidad nos tiene de rodillas y nadie les impone un límite, no obstante que las leyes y los legisladores están para eso o al menos eso se supone o para eso fueron creadas las disposiciones del artículo 115 Constitucional. Al final, seremos nosotros, los que los elegimos quienes tendremos que cargar con las deudas que han contraído y que no permite que los servicios públicos estatales o municipales sean una realidad para el pueblo. Puente de Ixtla de plano se declaró en quiebra y paralizó hace unos días el tráfico de la ciudad capital, como si dañando a los inocentes, a los ciudadanos que nada tienen que ver con su irresponsabilidad sean los que tengan que pagar los platos rotos de los excesos y abusos de todos los presidentes que han pasado por su administración y me refiero a las pasadas y a la actual. Es un hecho que este caminito de presionar al congreso lo sigan otros ayuntamientos, sobre todo porque así piensan que tienen de rodillas a los legisladores que por lo regular siempre ceden a sus caprichos o bien de plano se vuelven cómplices de sus abusos y excesos.
En el caso del Gobernador Cuauhtémoc Blanco, es lo mismo. Se endeuda por las mismas razones y gozan y abusan de prestaciones en sus salarios los funcionarios de alto rango y cuando ya no pueden con el paquete por sus excesos o ignorancia, recurren a lo más fácil, al préstamo, al endeudamiento. Cada día la cuenta crece en todos lados, y las finanzas del estado y de los municipios están hechas garras por su falta de equilibrio y por congresos, incluyendo al actual que en el colmo de su irresponsabilidad no han sabido y ni son capaces de imponer límites a través de las leyes para impedir los altos salarios y prestaciones de su personal burocrático como lo hizo AMLO o al menos lo intenta AMLO a nivel federal. A estos pasos, el destino de recursos para el pago de la deuda de municipios pronto, cuando no ya se encuentre en esa condición, será mayor al 50% de sus ingresos brutos. Eso quiere decir que la mitad se gasta en la nada, en la frivolidad de los excesos y en la imprudencia de los servidores públicos. Lo mismo pasa en el estado ante la mirada complaciente del congreso actual y de los anteriores. Ni a cuales ir. Todo igual de irresponsables.
En materia laboral es semejante. Los ahoga, a los ayuntamientos los laudos producto de miopía irresponsable que no se reglamenta en leyes correlativas que impida contratación de personal innecesarios y que imponga topes como en el área federal a lo que deben ganar en salarios mínimos todos los empleados, incluyendo los de elección popular y eliminar todas las prestaciones absurdas como gastos de representación, celulares, viajes, etc. E imponer condiciones a la deuda que debe ser pagada por la tesorería del estado y la tesorería de la federación en el caso del estado y descontada de sus prerrogativas, sujetándolos a que solo pueden comprometer o contratar deuda para pagar dentro de los límites del periodo de tiempo de su administración. La irresponsabilidad es de todos y los paganos de sus excesos, somos todos los que vivimos en Morelos. ¿Hasta cuándo pondrán límites?