Inclusión Educativa en la UAEM - El Consciente y el Inconsciente en Adler

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Inclusión Educativa en la UAEM - El Consciente y el Inconsciente en Adler

Ya dijimos, en entregas anteriores, que para Adler la neurosis no es una enfermedad mental, es un estereotipo, un estilo de vida, a lo sumo un carácter neurótico, un rasgo de personalidad (Adler 1956). Por lo mismo, al abordar estas cuestiones lo hace a través de entrevistas desde la conciencia de la persona, que no son suficientes. Porque todos lo hemos constatado que muchas veces las personas dicen algo, pero hacen otra cosa distinta. Y no porque deseen mentir, sino que lo que hacen es de forma inconsciente. Por eso, Adler no deposita toda la información recabada en las entrevistas. Freud, desarrolló a lo largo de sus investigaciones estrategias para acceder al inconsciente; la más efectiva, la interpretación de los sueños que realizaba durante años de análisis a sus pacientes (Freud 2013). Tanto para Freud como para Adler la neurosis es la padecemos todos, es una cuestión de grado no te tipo o categoría sano o enfermo. Adler, en cambio, aborda el inconsciente al verificar en las relaciones con las personas con quien tiene contacto cotidiano el sujeto. Ya sea mediante observación directa o testimonios de los demás. Luego, otros psicólogos diseñaron metodologías más precisas, como lo hizo J. L. Moreno con su conocido sociograma. En pocas palabras la información inconsciente para el sujeto, la recaba de las relaciones sociales de su círculo cercano. La explicación de los orígenes del carácter en el niño de Henri Wallon (Wallon 1991) es compatible con la que hace Adler en el adolescente, el joven y el adulto. Pero este es otro tema que abordaremos en otra ocasión.

Otro de los aspectos que Adler va a privilegiar no es el pasado, es diseñar el futuro sin neurosis para el sujeto ¿En qué consiste ese rasgo neurótico? En sus Complejos de Inferioridad y o de Superioridad (Camp 2022) del sujeto. Para ello, va a desentrañar cómo operan en él y su círculo cercano las relaciones que la mantienen en funcionamiento. Esta es la esencia de la Teoría de la Psicología del Individuo (Adler 1960). Que tiene su expresión en las relaciones sociales del individuo en ciernes o desarrollado como parte de sus relaciones sociales. Cuyo hilo conductor del desarrollo es el interés social (Adler 1976) a través del sentimiento de inferioridad que integra la conciencia de la incompletud para superarla con esfuerzos autónomos y con apoyo comunitario, a veces, comunitarista.

Adler, recomienda que el sentimiento de inferioridad se convierta en interés social. Que sus motivaciones estén volcadas hacia los demás, que tenga un intercambio de apoyo mutuo, de genuino interés en su grupo de pertenencia y que esté abierto para nuevas amistades y relaciones. Es lo contrario de quienes este sentimiento de inferioridad lo convierten en Complejo, y se aísla, se cierra en sí mismo y desarrolla un sentimiento de egoísmo, de orgullo y de un solo interés de valerse de los demás para un beneficio propio, sin intercambio mutuo. Que desarrollan desconfianza en los demás, y desarrollan la creencia de que sus logros se deben exclusivamente a sus esfuerzos independientes de los demás. En lugar de colaboradores, se hacen competitivos. O, se victimizan y logran favores con chantaje emocional sobre los demás.

El trabajo preventivo para generar un ambiente de colaboración debe ser parte de la formación integral. Tanto en las clases en el aula, como en actividades deportivas, culturales y sociales. Forman parte de una higiene mental, para generar actitudes solidarias. La higiene mental, a diferencia de la salud mental, forma parte del proceso educativo de inclusión. La Salud mental, ya es una intervención clínica a través de diferentes modalidades terapéuticas. No se trata de caer en el Modelo Clínico, no. Es mantenerse en el Modelo Educativo, propio para el concepto social de la discapacidad.

Se ha insistido mucho en las estrategias de inclusión para los contenidos académicos, para el desarrollo de capacidades cognitivas con equidad. Pero hay que voltear a las actividades deportivas, las de carácter cultural y social. En ellas se pueden desarrollar actitudes propias del interés social de los alumnos con y sin discapacidad, de forma recíproca. E impactar en todos los ámbitos de la formación educativa integral. Lo que facilita que se pueda trabajar en subgrupos de cooperación en el aula con mayor facilidad. Los alumnos con discapacidad es conveniente que trabajen de forma rotativa con subgrupos diferentes, para que establezcan relaciones con todos sus compañeros del grupo. En pocas palabras desarrollar el sentimiento de inferioridad de los alumnos con discapacidad hacia el interés social. No permitir que este sentimiento se desvié hacia el Complejo de Inferioridad o Superioridad, en aras de su autonomía. Porque una cosa es la autonomía y otra el trabajo independiente y aislado que genera un sentimiento egoísta. Es una línea delgada, que requiere estar siempre alertas.

Adler, no hace clasificaciones del carácter neurótico de las personas a modo de una psicopatología. Considera que cada persona es única e irrepetible y que no encajarían en alguna tipología de neurosis. Por eso no la construyó. Sus casos son biográficos. Esa es su metodología, la biografía de casos ilustrativos. Lo que significa que cada caso merece su biografía (Camp 2021). Todos tienen la misma importancia como personas. Muchos de ellos son de orden psicosomático. Recordemos que lo psíquico puede alterar los sistemas orgánicos. El circulatorio, el respiratorio, el muscular o musculo esquelético. El sistema mental es uno solo, el psíquico.

Ese sistema psíquico puede influir en todos los sistemas orgánicos. Los atletas de alto rendimiento hacen que todos sus sistemas apuntes al mismo objetivo para llegar a la meta. Todos, al igual que ellos, hacemos lo mismo en alguna medida en nuestras actividades o en alguna reacción de emergencia. Adler, llega a decir que el objetivo que buscamos realizar hace que se alinean nuestros órganos y sentidos perceptuales. Por eso, nuestra observación en el entorno tiene la influencia del deseo o meta subjetiva de las personas. Una percepción completamente objetiva, que es imposible, haría que percibamos un caos.

Por ello, volviendo a la planeación del futuro (Adler 1968). Es importante identificar nuestras metas de largo alcance, las de mediano y las inmediatas. Si ordenemos para que todo lo que se realice esté a favor de esos planes. Muchos son los deseables para un grupo o una generación en una escuela. Esas metas las pueden revisar juntos y favorecerlas para que todos en conjunto las alcancen. Volcados en ellas a través del interés social. Sería trabajar la higiene mental en el plan de estudios para todos los alumnos, sin excluir a nadie.

¡Enhorabuena con el desarrollo del interés social de nuestros alumnos con y sin discapacidad!

                                     

educacioninclusiva.egr@gmail.com

 

Adler, A. (1956). El carácter neurótico México, D. F. , Editora Latino Americana

               

Adler, A. (1960). Guiando al niño. Según los principios de la Psicología del Individuo. Buenos Aires Paidos

               

Adler, A. (1968). El sentido de la vida Méxco, D. F. , Editora Latino Americana

               

Adler, A. (1976). Superioridad e interés social. Una colección de sus últimos escritos México, D. F., Fondo de Cultura Económica

               

Camp, W. L. (2021). Parenting our childdren in a changing word. Adlerian child psychology concepts and ideas, compliled, summarized, edited, updated, and supplemented for the twenty-first century United Sates of American Christian Faith Publishing, Inc. .

               

Camp, W. L. (2022). Rudolf Dreeikus, Md/Adlerian Psychology The Man and his Mission, Message and Ideas United States of America Christian Faith Publishing: 4684.

               

Freud, S. (2013). La interpretación de los sueños FV Éditions, F. Smutzer, 1926.

               

Wallon, H. (1991). Los inicios de la sociabilidad. Relaciones afectivas: las emociones La vida mental E. Jalley. México Grijalbo 65: 290.