Inclusión Educativa en la UAEM - Alfred Adler: Sentimiento de Inferioridad y Complejo de Inferioridad

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Inclusión Educativa en la UAEM - Alfred Adler: Sentimiento de Inferioridad y Complejo de Inferioridad

Alfred Adler, fue presidente de la Asociación Psicoanalítica de Viena, en 1911. No suscribió la Teoría de la Sexualidad Infantil de Freud (Jones 1985) y por ende la teoría del incesto que implicaba el Complejo de Edipo. Lo que llevó a Adler alejarse de Freud. No obstante, sí admitía la existencia del inconsciente, uno de los pilares de la Teoría del Psicoanálisis. Por lo que al año siguiente renunció al cargo y se retiró de la Asociación para seguir desarrollando su teoría sin mayores tensiones en el círculo de discípulos de Freud. Junto con Adler se retiraron un grupo conocido de psicoanalistas que malamente se les denominó “postfreudianos”, porque lo hicieron por las mismas razones de Adler. En todo caso debieron denominarlos “adlerianos”. Es el caso de Stekel, Flies, Jung, Sadger, Tausk, Moritz, Bach, Máday, Baron Hye, Stanley Hall, Karen Horney, Maslow y hasta Erich From (Jones 1985).

Por los años 20, aproximadamente, Adler denominó a su Teoría “Psicología del Individuo” (Adler 1960), ya bastante diferenciada de la de Freud. Partió de su obra original “Inferioridad de los órganos” de gran consenso entre el círculo de psicoanalistas de entonces, entre ellos, el mismo Freud. Los elementos de su teoría era que el niño cuando tiene conciencia de sí mismo, advierte su incompletud con relación a los adultos que le rodean, sus padres y hermanos mayores. Al principio cubren sus necesidades y poco a poco él busca tomar las cosas que desea, ya sea algún alimento o golosina o algún otro objeto o juguete. Pero algunas de estas no están a su alcance o no puede con ellas, por lo que le produce esa sensación de incompletud o de inferioridad (Adler 1976). Esta conciencia le permite pedir apoyo o ayuda a sus adultos cercanos, afectivamente ligados a él mediante un gesto físico o un llanto o una señal vocal. Así el Sentimiento de Inferioridad le permite resolver su necesidad o gusto con quienes están vinculados a él en su círculo vital. El Sentimiento de Inferioridad le permite superar su necesidad gregariamente. Somos sociales desde que nacemos, desde antes de tener conciencia de sí mismo. Él se va diferenciando del otro, y primero se tiene conciencia del otro y luego de sí mismo. Esta simbiosis, se va abriendo y el desarrollo permite que se forme la individuación. Es de lo social a lo individual. De ahí la denominación de “Psicología Individual”. Lev S. Vygotski y Henri Wallon van a adoptar esta orientación, a diferencia de Jean Piaget y otros más, que explican el desarrollo de lo individual a lo social.

Pero este Sentimiento de Inferioridad que guía el desarrollo se puede estereotipar, convertirse en un rasgo del carácter. Esto es, si bien el Sentimiento de Inferioridad permite abrirse al desarrollo, se puede cerrar y convertirse en un círculo vicioso y rígido, y hacer excesivamente dependiente al niño. Lo sobreprotegen, lo miman y generan en él un carácter neurótico (Adler 1956). Es cuando el Sentimiento de Inferioridad se transforma en Complejo de Inferioridad. El niño se victimiza para lograr lo que quiere, con berrinche o con algún chantaje afectivo en los adultos de su entorno sentimental. Este carácter neurótico no lo caracteriza Adler como una enfermedad neurótica, sino como un rasgo de carácter, un estilo de vida -fue el primero que utilizó este término tan generalizado hoy en el lenguaje cotidiano-. Esto significa que puede ser resuelto o modificado mediante algunas medidas efectivas. Lo que significa que los mecanismos que sostienen esta vida afectiva emocional sean inconscientes en las personas. Lejos estaba Adler de considerar su carácter neurótico como la neurosis freudiana.

Adler caracterizó, también, el Complejo de Superioridad. Éste es una derivación del Complejo de Inferioridad, son las personas que, para no sentirse minimizados por sus insuficiencias, hacen alarde de estar en una falsa posición de superación y ordenan o fuerzan a otros que las realicen por ellos. Piensan que las normas no les aplican a ellos, porque están por encima de ellas sin mérito alguno. Con alguna justificación. Llegan a cometer delitos sin sentimiento de culpa, sin reconocer que les aplica la ley, como a todos. Este complejo es un enmascaramiento del original Complejo de Inferioridad.

El Sentimiento de Inferioridad, que nos permite identificar nuestras debilidades para superarlas con el apoyo de alguien o con esfuerzo propio, cuando esto es posible, es lo que nos permite superarnos en nuestros objetivos. Este sentimiento lo tienen todas las personas, hasta las personas geniales. Desde luego, también a las personas las personas con discapacidad. Que, según Vygotski, tomado de Adler, las personas con discapacidad son más sensibles a este sentimiento porque se les presenta de forma más patente y por más ocasiones y hasta más tempranamente. Por eso le denomina, Super compensación en ellos. Esto es, tienen una ventaja con respecto al resto de las personas sin discapacidad (Vygotski 1977). Pero hay condiciones de contexto que permiten una fluidez de esta super compensación y otras que la dificultan o la bloquean. Cuando esto ocurre, el sentimiento de inferioridad se convierte en Complejo de Inferioridad, o hasta de Superioridad, que en realidad es equivalente al primero.

Los ambientes de inclusión permiten el desarrollo positivo del Sentimiento de Inferioridad para superar, en igualdad de condiciones, las tareas y objetivos de cualquier persona. Los ambientes de exclusión, por el contrario, prohíjan los Complejos de Inferioridad y de Superioridad también en las personas con discapacidad. Es conocido el abuso que algunas personas con discapacidad hacen su condición victimizándose o chantajeando afectivamente a las personas de su entorno. Se convierte en estilo de vida de algunas personas con discapacidad. También, que existe una sobreprotección en algunas familias con su o sus hijos con discapacidad, y los limitan para valerse por sí mismos o lograr autonomía posible. Baja su autoestima y se minusvaloran. Esta sobreprotección, en ocasiones, se prolonga en la escuela. Me refiero que, en algunos, enfatizo en algunos, Centros de Atención Múltiple (CAM) prolongan esta sobreprotección. Esto genera en sus alumnos con discapacidad un Complejo de Inferioridad en lugar de cultivar un sano Sentimiento de Inferioridad que los conduzca a una autonomía en su formación integral.

Esta autonomía no es sólo un asunto de orden cognoscitivo, se trata al mismo tiempo de un desarrollo también afectivo emocional sano, de higiene mental. Desde un enfoque educativo.

¡Enhorabuena con el enfoque integral de la educación inclusiva -y no solo cognoscitivista-!

educacioninclusiva.egr@gmail.com

 

 

Adler, A. (1956). El carácter neurótico México, D. F. , Editora Latino Americana

               

Adler, A. (1960). Guiando al niño. Según los principios de la Psicología del Individuo. Buenos Aires Paidos

               

Adler, A. (1976). Superioridad e interés social. Una colección de sus últimos escritos México, D. F., Fondo de Cultura Económica

               

Jones, E. (1985). Freud (2). Barcelona Salvat

               

Vygotski, L. S. (1977). Fundamentos de defectología Madrid, Visor.