Inclusión Educativa en la UAEM - 25 años de la Declaración de Salamanca, España, 1994: UAEM

En opinión de Eliseo Guajardo

Inclusión Educativa en la UAEM - 25 años de la Declaración de Salamanca, España, 1994: UAEM

Edgard Faure, por encargo de la UNESCO realizó un diagnóstico mundial de la Educación elemental, en los años 80s del Siglo pasado. Concluía que los sistemas de educación de los países propiciaban la desigualdad como modelos excluyentes y expulsores de los niños. De cada 100 alumnos que ingresaban, egresaban 50. Y el 50% de la pérdida de esos 50 alumnos, abandonaban las aulas entre 1º y 2º grado. La catástrofe mundial de la educación requería acciones radicales que revirtieran esta tendencia.

 

La ONU Convocó a una Conferencia Mundial, en Jomtiën, Tailandia en 1990, de la que resultó: la Declaración de Jomtiën: EDUCACIÓN PARA TODOS. Se trataba de un llamado para que todos los niños del mundo accedieran y concluyeran su Primaria, considerada en ese entonces, como la Educación Básica. Y que se realizaran todas las estrategias imaginables para cumplir con esta consigna humanitaria.

 

La UNESCO, cuya Dirección General era ocupada por el español Federico Mayor y la Presidencia de España, por el socialista Felipe González, Convocan, con el auspicio de la primera y el financiamiento de la segunda, a una Conferencia Mundial en Salamanca sobre lo que se denominaba Necesidades Educativas Especiales, en el marco de la EDUCACIÓN PARA TODOS de Jomtiën´90. Esta Conferencia fue en junio de 1994; hace ya 25 años (en 2019). La UNESCO adopta este concepto acuñado por la filósofa y parlamentaria del Reino Unido, Mary Warnock, en 1978. Y que refiere a todo aquel alumno, con o sin discapacidad, que requiere de algún apoyo adicional o diferente para resolver alguna dificultad para acceder al currículo básico. Eliminando las etiquetas diagnósticas de tipo médico-psicológicas, porque eran estigmatizantes que justificaban la exclusión del sistema educativo. Apartando a estos alumnos a sistemas segregados, implicando su discriminación.

 

La Declaración de Salamanca´94 hacía un llamado para que se entendiera con toda claridad que cuando en Jomtiën se hablaba de una EDUCACIÓN PARA TODOS, era verdadera y realmente PARA TODOS. Esto es, que en ese TODOS estaban considerados los alumnos con cualquier discapacidad. Y, específicamente, se instaba  a que el Modelo Médico-psicológico que dio origen a la Educación Especial en todo el mundo se transformara –no que desapareciera- en un Modelo Educativo; con ello, contribuir al sistema general de Educación Básica a una EDUCACIÓN PARA TODOS y promover la integración de los niños y jóvenes con discapacidad a los sistemas educativos regulares y ahí in situ llevarle los apoyos.

 

En diciembre de 2006, el luchador social mexicano y socialista, Gilberto Rincón Gallardo, convocó a las principales ONGs de y a favor de las Personas con Discapacidad del mundo a elevar al más alto nivel sus derechos ante la ONU y aprobar en su Asamblea General: la “Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad”. Haciendo equiparable todos los derechos, en salud, vivienda, cultura, educación, trabajo, deporte, recreación, etcétera, a los Derechos Humanos del sector de la discapacidad. Esta Convención fue la primera del Siglo XXI y la única que ha sido promovida por la Sociedad Civil y no por uno de los Gobiernos miembros de la ONU. Por ello, México en 2011, para armonizar su Constitución a la Convención -que tiene rango constitucional- en todos los países miembros de la ONU, modificó el artículo 1º de Garantías Individuales a la de los Derechos Humanos y sus Garantías.

 

La Convención de 2006 impactó en la UNESCO y en la reunión de 2008 la Oficina Internacional de Educación (OIE) en Ginebra, adopta el concepto de Inclusión en lugar del de Integración (Salamanca, 1994), entre otras cuestiones. Con el alcance de todos los niveles y tipos Educativos.

 

La UAEM, sensible a estos derechos, su Consejo Universitario, en 2013, crea la instancia que se ocupe de la Inclusión de los jóvenes con discapacidad en la Universidad. Y en la última Sesión Ordinaria del Consejo Universitario, en diciembre de 2019, a 25 años de Salamanca´94, aprueba en el nuevo Reglamento de Ingreso, donde se contempla, ya no como excepción, el ingreso de los jóvenes con discapacidad a la Comunidad universitaria.