Observador político - SNTE: perdedores buscan negociar carteras
En opinión de Gerardo Suárez
Los maestros que compitieron y perdieron la secretaría general de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Morelos, mantienen una posición al viejo estilo de Andrés Manuel López Obrador: “si gano hay democracia y si pierdo, me robaron”.
NO ASIMLAN DERROTA. - Esto viene a colación debido a que, los perdedores siguen sin asimilar la derrota y curiosamente las impugnaciones y quejas que anuncian presentarán ante el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, pretenden que sus demandas tienen eco, aunque hablan de supuestos sin contar con elementos jurídico-legales, que evidencien sus dichos de actos de corrupción o al margen de la ley.
Tal parece, como ya es normal, este intento de amenazar con echar abajo la elección en la que resultó ganador Joel Sánchez Vélez es únicamente como una medida de presión para negociar espacios dentro de la próxima dirigencia magisterial. Es decir, hay quienes perdiendo buscan siempre ganar y ahora, tal parece no será la excepción.
Por ello, la planilla ganadora que dejó de lado los colores para buscar la unidad y fortaleza magisterial, deberá mantener una posición firme, enérgica y no permitir los chantajes de los perdedores que ahora buscan mediante la amenaza que sea anulada la elección. La pregunta es: ¿Sí ellos hubieran ganado impugnarían? Si tontos no son, pero ahora intentarán algunos beneficios personales y de grupo para calmarse y reconocer el triunfo de quienes tuvieron la mayoría de los votos de los académicos.
Lo cierto, es que los incidentes registrados son los normales y tradicionales de cualquier elección en la que hay varios candidatos cono ocurrió por primera vez en Morelos, debido a que anteriormente era el CEN del SNTE era quien decidía quien sería su secretario general y justo ahora, por primera vez en la historia en Morelos, los profesores salieron a volcaron a las urnas y para llevar al triunfo a Joel Sánchez Vélez.
A pesar de sus amenazas y anuncios de impugnación, no hay elementos como para tratar de argumentar que son suficientes para invalidar la elección porque en ningún momento se puso en riesgo el proceso, en el que participaron 10 aspirantes a la dirigencia magisterial y del total solo dos se han inconformado.
Hasta el momento solamente son dos los que han realizado conferencias de prensa para anunciar que van a tratar de revertir los resultados y, exigir, una nueva elección en la que cero buscarían tener mayores probabilidades de ganar, algo que no tuvieron el día que los maestros salieron a ejercer su voto.
Sus demandas son legítimas, pero rallan en lo absurdo, al engañar a sus simpatizantes de continuar con una lucha que concluyó con el triunfo de Joel Sánchez Vélez, y ahora, sus planteamientos están alejados de la realidad y hasta cierto punto, son actos de desesperación para ver si logran ser llamados y ver que alcanzan a negociar.
Sin duda, los inconformes con el resultado de la elección, no se han puesto a analizar que con su actitud rechazan, minimizan y desprecian la fuerza y el derecho de los miles de maestros jubilados y activos que salieron a participar por un cambio y votar en las escuelas, por quien será su secretario general en los próximos tres años.
Las supuestas irregularidades fueron, de acuerdo al “honestísimo”, Felipe Castro Valdovinos, de la planilla azul, porque se infló el padrón de maestros y ante esa hipótesis, que, de ser cierta, fue la misma lista para todos los participantes. Un voto de diferencia en una elección es considerado un triunfo y, por tanto, las acusaciones ya no son contra el ganador sino del Comité Nacional del SNTE que supuestamente fue quien realizó las travesuras.
¿PERO QUIÉN ES FELIPE CASTRO? Bien, es un maestro que se dedicó por años a la política quien mantiene una estrechísima relación con el senador ahora del PRI, Ángel Yáñez, con quien trató siempre de arroparse muy a pesar de sus acciones de traición que realizó y que le valió para ser considerado uno de los peores dirigentes del Partido Nueva Alianza.
Quizá por ello en el 2017, Felipe Castro Valdovinos fue expulsado de la organización de forma definitiva, en gran medida por sus conductas ilícitas y vinculadas con presuntos actos de corrupción. Entre los señalamientos que se hicieron en su momento destacaron posibles desvíos económicos, malversación de prerrogativas partidistas y traición a la confianza que lo otorgó el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Nueva Alianza.
Cómo olvidar sus acuerdos negros y turbios que hizo previo a la campaña rumbo a la gubernatura de Morelos con Rodrigo Gayosso Cepeda, quien compitió para ser el titular del poder Ejecutivo por el PRD, entre otras acciones le valió para que Felipe Castro Valdovinos haya causado baja oficialmente de la lista de miembros del PANAL mediante la resolución que analizaron su caso, elementos administrativos y contables, acusaciones de chantajes a representantes populares y su alocada intención de competir por una candidatura en el 2018 lo perdieron.
Fueron muchos los escándalos en los que se vio inmerso y por esa razón, se vio obligado a dejar el PANAL, ya que no pudo jamás frenar las acusaciones de corrupción en su contra, particularmente por el desvío de los dineros del partido turquesa lo que incluso, ocasionó la falta de pago de salarios a los trabajadores al igual que la suspensión de los servicios de agua, luz e internet. Pero aún, el robo descarado que se dio del mobiliario, equipo de oficina como impresoras y computadoras, entre otras. Hoy, agazapado pretende negociar en la mesa lo que perdió en las urnas.
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