Huitzilac lo estratégico, la violencia y el México profundo

En opinión de Aura Hernández

Huitzilac lo estratégico, la violencia y el México profundo

“He procurado poner en evidencia que la crisis de hoy no es la crisis de México, sino tan solo la quiebra de un modelo de desarrollo que ha ignorado al México profundo”

Guillermo Bonfil Batalla, en México Profundo. Una Civilización Negada.

 

En su obra clásica Zapata y la Revolución mexicana John Womack nos ilustra sobre lo estratégico que para muchos efectos tenían, y tienen, las comunidades que ocupan el territorio del norte y noroeste del estado de Morelos. De acuerdo con esto, el control de esta región fue fundamental para la capitulación de Cuernavaca frente a los carrancistas y fue, el principio del fracaso del ejército Libertador del Sur algunos años después.

Dice Womack sobre el control de los los generales zapatistas del territorio morelense y las dificultades que los federales tenían en el norte: “Salazar y Neri imponían su ley tan cabalmente como siempre, atacaban las ciudades que tenían guarniciones (federales) y se movían a voluntad por los pueblos. En el noroeste ( en la estratégica región situada al norte de Cuernavaca, en los alrededores de Santa María y Huitzilac, De la O (Genovevo) había metido tanto miedo a los rurales que estos se mantenían en completa pasividad.Pocas batallas se produjeron en esa zona, porque ni siquiera los federales se atrevían a desafiar su autoridad” (...)

Tanta era la fiereza con que Genovevo De la O defendía los enclaves zapatistas del norte y noroeste de Morelos, que se necesitó una traición para tomar Huitzilac y después Cuernavaca. Huitzilac era una posición del general Francisco Pacheco, con quien De la O mantenía una histórica rivalidad a pesar de ser su vecino.

Francisco Pacheco, jefe de Huitzilac que se movía en los alrededores del Ajusco y la Cima y a quien Genovevo de la O. el jefe de Santa María no tenía ninguna confianza, la que se acrecentó cuando Pacheco entró en conversaciones con los federales, al parecer con el permiso de Zapata, pero que inexplicablemente evacúo Huitzilac y se fue con sus tropas hacia el Sur originando con ello la toma de Cuernavaca. El aguerrido De la O, no esperó órdenes y por los rumbos de Miacatlán, lo tomó preso y lo fusiló acusándolo de traición a las fuerzas zapatistas.

Este pasaje de la historia de Morelos recogida magistralmente por Womack, explica algunas de las razones por las que el norte de Morelos sigue siendo un punto estratégico por su cercanía y acceso a diversos puntos neurálgicos del estado y de la capital del país. Y explica también la herencia beligerante de esa región que muchas veces resistió el asedio de las tropas federales.

Hoy en día ese asedió persiste, aunque es de otra naturaleza. Es vox populli, que el territorio en el cual se encuentra ubicado Huitzilac es hoy en día un enclave de diversos grupos delincuenciales que se dedican al secuestro, a la tala ilegal de los bosques y al narcotráfico entre otras linduras.

Y es vox populli también que sus habitantes padecen de este flagelo desde hace mucho tiempo, sin que sus demandas sean atendidas. Este municipio tiene un largo historial de agresiones a su población, sin que las autoridades den una respuesta contundente.

Los sucesos de la semana pasada en la que dos presuntos delincuentes encontrados infraganti dentro de una vivienda de la cabecera municipal fueron linchados por una turba iracunda, no es justificable ni siquiera en resarcimiento de una historia de agravios.

El espectáculo de la golpiza y las injurias a las autoridades (que seguramente se lo ganaron a pulso) que muchos vimos en las redes sociales, es inconcebible en un estado de derecho y es un acto de barbarie que no debe repetirse. No sobra decir que el estado de Morelos tiene un historial bastante amplio en casos de justicia por propia mano, en la que el ingrediente principal es el hartazgo de la ciudadanía frente a la delincuencia y a la negligencia de los gobiernos. Huitzilac lo ha padecido como pocos.

Pero ¿cuál será la lección para los gobiernos? ¿Se agregará el linchamiento de dos personas a ese historial vergonzoso de impunidad? ¿Iniciarán las autoridades competentes una investigación sería y creíble que establezca responsabilidades, aún las de omisión en que ellas mismas incurrieron? ¿Se dará atención a esa comunidad asolada por la delincuencia y por la complicidad de los autoridades con la delincuencia? ¿Habrá una verdad histórica?

La zona sigue siendo estratégica para muchos efectos, principalmente para la paz social y como paso a la capital del estado que también tiene un problema delincuencial desbordado. La paz de Cuernavaca y también del estado en su conjunto pasan por Huitzilac. Y si nuevamente se ignora o se sigue pactando con las fuerzas de la delincuencia, tendremos una nueva capitulación de la capital y de Morelos. Atender Huitzilac es atender Morelos y hoy ya no tenemos a Genovevo De la O.