Gobernantes de Chalcatzingo presumían todo su poderío con el Portal al Inframundo
Su enorme fuerza visual avasallaba a los observadores
Los gobernantes de Chalcatzingo, en el período Preclásico Medio, utilizaban el Portal al Inframundo o Monstruo de la Tierra para presumir todo el poderío olmeca que habían alcanzado. "Su enorme fuerza visual avasallaba a los observadores, erigiéndose como una muestra del poder alcanzado por ellos".
Así lo reveló este jueves Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al informar igualmente que ancianos que radican en la zona de Chalcatzingo, entrevistados por el organismo, han confirmado haber visto hace décadas al Monstruo de la Tierra, antes de que la pieza hubiese sido robada y trasladada ilegalmente a Estados Unidos, y que con engaños se lo llevaron.
Prieto Hernández dio detalles durante la rueda de prensa presidencial sobre la recuperación del Monumento Número 9 de Chalcatzingo. A decir del funcionario, no se sabe exactamente cuándo fue robada la piedra que da vida a esta figura.
Sin embargo, gracias a una publicación de un arqueólogo estadounidense en 1968, se sabe que para entonces estaba allá, y que posiblemente habría sido extraída de territorio mexicano a mediados del siglo pasado, "de donde nunca debió haber salido:
Mi Patrimonio no se Vende", dijo, aludiendo al nombre de la campaña para recuperar objetos arqueológicos de valor.
Lo anterior está siendo, entonces, confirmado por personas de edad avanzada entrevistadas por el INAH, y quienes atestiguan la presencia del monolito hace décadas, en la zona arqueológica que resguarda reliquias fundamentales de la cultura olmeca. Ahí regresará próximamente, a donde llegaron algunas personas el siglo pasado quienes, con engaños, se lo llevaron, según refieren los testigos.
El titular del INAH invitó a visitar desde ahora, "este fin de semana o en las siguientes semanas", la monumental pieza de la cultura olmeca que también desde ayer jueves se exhibe en el Museo Regional de los Pueblos de Morelos, en el Palacio de Cortés en Cuernavaca.