Educación Inclusiva en la UAEM - Anticipación y predicción de la comprensión de un texto: Ana María Kaufamn
En opinión de Eliseo Guajardo Ramos
El texto escrito siempre tiene un soporte material, así sea el texto virtual o electrónico en la pantalla o el dispositivo que lo contiene. Hay teorías como la Teoría del Texto de Van Dijk, que también se denomina Teoría del Discurso, que se refiere a los contenidos discursivos orales o escritos, no los diferencia. Lo que sí hace es centrarse en el aspecto semántico, en el significado del contenido del texto escrito u oral. Por ello, quien dicta oralmente para un texto escrito, ya sea un oficio a su secretaria o, ahora, a un dispositivo electrónico para que lo convierta a un escrito, quien escribe no es la secretaria o el dispositivo electrónico, es el autor de este, o sea, el que dicta. No lo hace como si estuviera hablando con alguien que está presente. Utiliza una gramática propia de la Lengua Escrita, si quiere que sea comprensible por su interlocutor a distancia. Cuando alguien transcribe una oralización en acto de habla, queda incomprensible.
Por eso no es lo mismo que, quienes todavía practican con sus hijos, la lectura por la noche a la hora de dormirse, que un cuento “contado -hablado- “. En un caso se expone al niño ante un texto escrito, en el otro, se le expone ante la lengua oral. Aunque se trate del mismo contenido del cuento. Uno lee y el otro escucha. Se podrá dudar que al niño que le leen el cuento está leyendo, pero no es necesario que él decodifique directamente el texto. Si lo está entendiendo, lo está leyendo, si no lo entiende, aunque lo descifre y no lo entienda, no está leyendo. La lectura se cumple cuando se comprende el contenido del texto. Descifrar no es leer y comprender sí es, aunque no se descifre.
Esta evidencia tan sencilla no fue entendida por la escuela por siglos. Y es probable que algunas hoy todavía no lo hagan. No es indispensable seguir la secuencia de aprender las letras, el alfabeto, descifrar sin comprender, para hasta entonces, leer con comprensión un texto. Se puede invertir el orden de los factores. Tanto para leer como para escribir un texto. Comenzar por la comprensión en ambos casos. Comentábamos la entrega anterior con el Dr. Manuel Francisco Aguilar Tamayo, investigador del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la UAEM, sobre el autor del texto, del que nos habla Vygotski en La prehistoria del lenguaje escrito, es una práctica escolar que casi no se realiza. Los alumnos casi siempre están en lecturas de otros autores “autorizados”, válganse la redundancia, y en transcripciones de texto de otros autores que no son él. Llegan a Educación Superior sin esa práctica o con una práctica precaria en autoría de textos, enfrentándose con la exigencia de ser autores de texto en ensayos, informes, y elaboración para desarrollar sus propias ideas. Así, ni redactan, ni comprenden textos en plana Educación Superior.
Entre más temprano elaboren textos e interpreten textos, incluso antes de que descifren, mejores condiciones tendrán para desempeñarse con la Lengua Escrita. Cuando se dice temprano, es hablar desde los 3 o 4 años, antes de ingresar a la Escuela Primaria. Continuar en ésta con prácticas creativas con el sistema de escritura. La ortografía puede venir después, no se puede iniciar a escribir desde el principio con buena ortografía. Aunque se piense que si se tolera la mala ortografía se queda o se mal aprende. Lo único que se hace es que se paraliza la escritura espontánea y creativa. Llegando al horror al error.
Ana María Kaufman, de Argentina y que estuvo en México por un buen tiempo investigando psicogenéticamente en la Lengua Escrita para Emilia Ferreiro, ha desarrollado propuestas sobre la anticipación y predicción de textos. Aunque para algunos ortodoxos de la iniciación a la lectura y escritura se trate de adivinanzas en el niño, que no son útiles. Comenzamos diciendo que todo texto tiene un soporte material propio. Es el caso de los diarios o periódicos de noticias; los libros de cuentos ilustrados, las recetas de cocina, las recetas médicas, las enciclopedias, los carteles de anuncios, los panorámicos, los nombres de las calles, las instrucciones de los paquetes de productos, etcétera. Los niños son capaces de responder qué puede decir en cada uno de los soportes materiales qué podría decir en cada uno y argumentar por qué cree que diga lo que piensa que dice. Esto es una anticipación inteligente del texto. La anticipación, de acuerdo con los investigadores, ya es leer, porque parten de una comprensión del texto posible. Es comprender sin que tengan o puedan descifrar exactamente la fonética de cada letra. Esto les parece muy divertido a los niños.
Para la escuela no es fácil permitir que entren los periódicos y revistas del corazón, a las aulas como material didáctico. Porque traen la nota roja o exposiciones gráficas de actores y actrices muy inadecuadas para los niños. No es por casualidad que sea material no permitido en las escuelas. Una selección cuidadosa de deportes o de cultura podría ser aceptable. Lo mismo alguna revista que no sea demasiado frívola e inconveniente.
La predicción de textos ya entra a los enunciados escritos sin que tengan que descifrarse todas las letras de este, sino que de algunas pistas para el niño. Los investigadores desde hace tiempo saben que los lectores fluidos no descifran todas las letras, sino las suficientes como para determinar el contenido del enunciado. Por ejemplo, si el enunciado comienza con un artículo, desde aquí ya da información de lo que puede venir luego con el sustantivo que aplique. Si comienza con “La”, desde aquí tiene que ser singular femenino el sustantivo, cualquiera que este sea. Será “manzana”, por ejemplo, que es femenino y singular. No podrá ser ni “manzano”, ni “ni manzanas”. Lo que guía esta lectura ya con mayor precisión en el descifrado, es la comprensión del texto. Si se va comprendiendo se va descifrando con mayor certidumbre y no a la inversa como se suponía. Que se requería ser muy competente en descifrado para comprender mejor. Así mismo opera en la redacción de textos, primero breves y luego con mayor extensión. No se puede perder de vista el género y número del enunciado o del párrafo en construcción, que seguido nos ocurre. Le siguen los tiempos verbales, en presente, pasado o futuro. Luego los tiempos compuestos y así sucesivamente.
En fin, debemos de hacer mejor uso de la anticipación y predicción en la Lengua Escrita para su comprensión. Son estrategias por hipótesis de contenido. Siempre estamos anticipando y prediciendo en la lectura y la escritura, Trabajamos por hipótesis de probabilidades, con pensamiento crítico. Bueno, siempre y cuando haya libertad para la construcción de un texto.
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