Cuando sea demasiado tarde... - El Sistema Nacional de Investigadores

En opinión de Gabriel Dorantes Argandar

Cuando sea demasiado tarde... - El Sistema Nacional de Investigadores

Yo ingresé al Sistema Nacional de Investigadores en 2012. Fue en el tercer intento que los evaluadores encontraron mi productividad académica como suficiente para ello. Tenía unos 3 o 4 años que había terminado el doctorado, recién había terminado el posdoctorado y cumplía ya un año como Profesor Investigador de Tiempo Completo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Desde entonces he sido miembro, en 2017 me dieron el nivel 2, que paradójicamente es el Nivel 1 (el primer nivel es Candidato, o “C”), y actualmente estoy a la espera de mi evaluación para los siguientes tres años. Entré al tercer intento y este año cumplo 8 años como miembro, he sobrevivido a 3 evaluaciones. Actualmente estoy esperando los resultados de mi cuarta evaluación.

            El reglamento del SNI establece, palabras más palabras menos, que el investigador debe de producir, como mínimo, un artículo científico en publicación científica indexada, un evento académico, clases de licenciatura, tesis de pre y posgrado, y obviamente pertenecer a una institución que tenga convenio vigente con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Adicionalmente, se agradecen cosas como la generación de patentes y el pertenecer a grupos internacionales de prestigio académico. Este año cambiaron el reglamento, y durante esta semana y la siguiente el CONACyT estará dando conferencias al respecto de los cambios en el reglamento y por qué está versión es mejor que la anterior. Habrá que estar al pendiente.

            La intención de esta columna es desmitificar esta nueva creencia de que pertenecer al SNI o la producción de ciencia es “fifí”, lo que sea que eso sea. Vamos a empezar a desglosar la desglosada por donde el queso se empieza a desglosar: los artículos científicos. Esta publicación no es un artículo científico, es un canal que yo ocupo para jugar a que soy divulgador de la ciencia, por lo cual agradezco mucho a Eolo Pacheco, Gerardo Suárez, y todo el equipo del Regional del Sur por permitirme formar parte de esta familia desde hace más de un año. Este ejercicio me ha hecho crecer en una manera que no hubiera podido hacerlo sin ella. Muchas gracias por ello. ¿Qué es un artículo científico en una revista indexada de alcance internacional? A continuación les contaré mi experiencia con este mundo del Factor de Impacto. La producción de la ciencia comienza con un problema. Así es, el motor principal de la ciencia son los problemas que no han tenido solución hasta el momento del cuestionamiento. Se supone que una disciplina se desprende de la Filosofía cuando comienza a encontrar respuestas a los cuestionamientos que se postula. Por ello, la producción de ciencia comienza en un problema y camina sobre las posibles soluciones que dicho problema puede tener. Tal vez uno no pueda postular una gran solución a un problema de impacto a la humanidad, pero sí puede aspirar a poner su granito de arena a la comprensión de fenómenos complejos y la reducción del impacto que dicho fenómeno tiene en el bienestar humano.

            Pues bien, su servidor ha dedicado sus esfuerzos a una línea de investigación, la cual denomino “Violencia y Agresividad”, dado que los argumentos teóricos al respecto de ese fenómeno no han podido generar un consenso sobre las similitudes y diferencias entre ambos componentes. Dicha línea se centra en sólo dos aspectos, hasta ahora: la Psicología de la Movilidad (principalmente los conductores agresivos), y el uso de videojuegos y su relación con el comportamiento antisocial en menores de edad. ¿Se ha resuelto alguno de los dos fenómenos? Usted dígame, apreciado lector, qué tan eficientes han sido mis esfuerzos por abordar dicho fenómeno. Esto no quiere decir que esté equivocado, o que mi trabajo no sea de utilidad para la humanidad, sólo quiere decir que es una empresa que requiere de, por lo menos, el mismo número de años que se requirió para que el fenómeno fuera considerado un problema.

            Vamos a decir que su servidor ha construido una escala para evaluar la Agresividad Vial de los Conductores. Dicha empresa comenzó con Conductores cuernavacenses, se realizó un estudio bifásico que pretendió generar el contenido requerido para la escala, y luego la constatación de constructo de dicha escala. Una vez teniendo el colectivo de ítems que comprenden el constructo, y los análisis estadísticos pertinentes para sostener que la escala y el constructo son estables, inicia la fase de reporte de los resultados. Necesariamente habría que tener un sustento teórico previo, para el cual acudimos al trabajo de David Shinar, el papá de la agresividad vial en el mundo, y a Richard Lazarus, sobre los componentes de la evaluación cognitiva. Todo este trabajo debía de tener como origen un fuerte sustento teórico, que a través del esfuerzo de su servidor, buscamos constatar si el fenómeno observado en otros países también se lleva a cabo en la realidad en la que estamos inmersos los morelenses. Grosso modo, el sustento teórico, la metodología del estudio, los resultados generados y las conclusiones alcanzadas, componen un artículo científico. ¡Éxito! ¿Cierto? Pues no.

            Una vez construido el paper de unas 20 o 25 cuartillas escrito en formato APA y obedeciendo los principios del método científico, con más de 50 referencias bibliográficas debidamente seleccionadas que componen el sustento teórico de las ideas que su servidor ha podido generar, utilizando el software pertinente al procesamiento de datos, que en este caso son meramente estadísticos, debe de ser sometido a evaluación. Los Journals internacionales tienen un Consejo Editorial que primero decide si la publicación se ajusta a los alcances de la publicación seleccionada. Uno no puede enviar un artículo científico al respecto de la Agresividad Vial a un Journal que versa sobre el desempeño de los deportistas de alto rendimiento. Hay que acudir a los especialistas en temas relevantes al fenómeno de estudio, para lo cual el Editor elige un panel de evaluadores expertos que determinan si el trabajo presentado es digno de publicación. En general, una publicación científica en revista indexada puede tomar, como mínimo, unos seis meses. Esto, desde el Eureka de la idea, hasta la publicación misma. El tiempo normal es de más de un año, cuando en experiencia propia puede llegar a ser de hasta 5 años (los datos de mi tesis doctoral, aprobada en 2010, fueron publicados en 2012 a manera de libro, y en 2015 a manera de artículo científico). El Factor de Impacto de un Journal se mide en función del alcance que tienen las publicaciones que produce en el mundo académico. Esto quiere decir que una publicación en una revista de alto Factor de Impacto tendrá más alcance, pero requerirá de cumplir con estándares cada vez más complejos.

            Durante todo este trayecto, el científico busca presentar dichos datos en eventos académicos. ¿Dónde podría presentar los datos de Agresividad Vial en México, cuando no hay eventos de dicha naturaleza en el país? Habrá que ir a Europa o a Estados Unidos a compartir dicha información. Ahora que los fideicomisos han sido eliminados, ¿de dónde vendrá dicho recurso? Desde hace tiempo que su servidor financia su investigación con recursos propios (dado, se va principalmente en papel y toners, pero eso es porque mi trabajo lo permite), pero si hubiera que comprar un microscopio o un Hadron Colider, pues no creo tener tal capacidad adquisitiva.

            Con esto llegamos al argumento final de esta columna: si las instituciones de ciencia no proveen financiamiento para la producción de ciencia, léase si CONACyT desbanda Ciencia Básica, becas mixtas, PNPC y el SNI, ¿de dónde vendrá el financiamento para las becas, los proyectos, las ponencias y las publicaciones? ¿Será el futuro de los investigadores restringirnos a promover entre nuestros estudiantes los modelos generados en otros lugares del mundo, y tratar de explicar en qué se parecen y/o diferencian dichos modelos de los fenómenos que se encuentran en los entornos locales, sin haber generado evidencia fidedigna de ello?

            ¿Para qué producir ciencia a nivel local, si en Europa y Estados Unidos se invierten millones en ello? Mejor tomemos lo que ellos producen y sólo repliquemos con mano de obra barata y cero cuestionamientos. Al fin y al cabo no hace falta solucionar problemas de naturaleza local. Que se preocupen los gringos y los europeos, que a final de cuentas ellos son los neoliberales.

            Esta semana murió la ciencia, y fuimos nosotros los que la matamos. El futuro es oscuro, y poco probablemente tendremos cómo remediarlo. Le prometo, amable lector, que este país tardará entre diez y veinte años en poder producir ciencia como lo hacía en 2019.