Serpientes y escaleras - El poder tras el trono
En opinión de Eolo Pacheco
En Morelos se ha vuelto moda ejercer el poder en pareja… o con amigos
El poder tras el trono
Una y otra vez la historia se ha repetido: junto, detrás o al lado del gobernante hay una persona que influye en él, que lo orienta, que le ayuda a gobernar y comparte el poder. Esta situación no es nueva ni exclusiva de un solo partido, aparece una y otra vez en forma de amigo, familiar o colaborador, algunas veces es para bien, pero casi siempre resulta para mal. ¿Quién está al lado de los aspirantes a la gubernatura de Morelos?
Aunque los cánones refieren que el poder no se comparte y se ejerce en solitario, en Morelos esa no ha sido la historia en lo que va del milenio; en todos los casos ha aparecido un personaje que sobresale de los demás por su fuerza y capacidad de influir en la cabeza del mandatario. Revisemos el pasado reciente:
Sergio Estrada Cajigal llegó sin mucha experiencia en la administración pública; por azares del destino ganó la presidencia municipal de Cuernavaca y luego fue arrastrado por la ola Fox a la gubernatura; en el ejecutivo se hizo acompañar de sus amigos de fiesta y algunos de quienes colaboraron con él en el municipio. De todos los que formaron parte ese gabinete el personaje que sobresalió por su influencia en el gobernador fue Eduardo Becerra, su secretario de gobierno.
Con la llegada de Marco Adame se acabó la fiesta en el gobierno estatal, pero no desaparecieron los personajes influyentes; el actor principal durante la primera mitad del sexenio fue el coordinador de asesores y jefe de comunicación Javier López Sánchez; el funcionario era todopoderoso, por él pasaban todas las decisiones y todos los contratos del gobierno, se le conocía por su ambición, por su perversidad y por la influencia que tenía en el timorato mandatario. En ese sexenio hubo dos figuras que influían en el gobernador y peleaban entre sí: Javier López y Mayela Alemán; al final López Sánchez perdió la batalla porque, como diría Lino Korrodi, no pudo competir contra ocho horas sábana.
El gobierno de Graco Ramírez también se caracterizó por este tipo de situaciones: en el gobierno perredista hubo siempre dos figuras que compartieron el poder con el tabasqueño, que tomaban decisiones, que participaban en el gabinete e influían en el jefe del ejecutivo: Elena Cepeda y Rodrigo Gayosso. La esposa y el hijo fueron actores principales del graquiato, a ellos se deben muchas decisiones tomadas desde el ejecutivo y acciones que el gobierno emprendió en contra de muchas personas. En este caso particular la característica de Elena y Rodrigo era el trauma personal: ambos cargaban muchos complejos personales y estaban enfermos de odio.
El régimen actual no está exento de actores que comparten el poder del ejecutivo, en este caso es el hermano. Ulises Bravo Molina ha sobresalido desde el principio de la administración como una figura principal del gobierno, alguien con influencia en el mandatario y poder de decisión dentro del gobierno. Aunque al principio quería que lo vieran, de unos meses a la fecha Ulises Bravo ha sido más discreto en lo concerniente a su intervención en las decisiones del gobierno. No obstante, desde que se animó a participar abiertamente en la vida interna de Morena la historia ha cambiado, ahora es un actor político más en el escenario local, con la característica de ser muy influyente con el gobernador.
Hacia el futuro es posible observar quién estaría al lado de quienes aspiran a gobernar Morelos. Veamos en orden de aparición:
Rabindranath Salazar Solorio no es un actor político solitario, ni tampoco un personaje que, en caso de ser gobernador vaya a tomar decisiones solo. Desde un punto de vista familiar es claro que el de Jiutepec concede un amplísimo margen de maniobra a su madre; cualquiera que la conozca puede dar cuenta del poder e influencia de la señora en la agenda política y personal del funcionario federal. Doña Rufis, como se le llama coloquialmente, no solo es la cabeza política de la familia, le gusta de ejercer el poder y hacer valer su rol de madre de quien podría gobernar Morelos. En la bolsa de Rabindranath, además de doña Rufina Solorio, hay que considerar a Miguel Lucia, su operador político.
Juan Ángel Flores no parece tener a la vista alguien con las características de los actores que giran en torno a Rabindranath; el de Jojutla es una figura política que en algún momento estuvo fuertemente ligada a Graco Ramírez, pero que de unos años a la fecha no se le conoce alguien que le hable al oído o con quien comparta el poder.
Rafael Reyes Reyes es un político maduro, formado en las filas del PRI y curtido en Morena a base de empujones; el manejo del presidente municipal de Jojutla es individual en lo público, aunque en lo privado es notoria la influencia que en él tiene su cuñado y suplente, David Ortiz, personaje de primer nivel en el ayuntamiento y de primera línea en todas las decisiones que toma el alcalde.
Margarita González Saravia tiene una larga carrera en la administración pública y de unos meses a la fecha se le considera una fuerte aspirante a la gubernatura de Morelos, si la decisión se toma en función del género. La trayectoria de Margarita ha sido discreta, pero efectiva; nunca ha estado ligada a escándalos y al frente de la Lotenal ha sobresalido por la sobriedad de su actuación. La dama tiene a su lado desde hace unos años a Mario Caballero, exconsejero electoral y excolaborador de Alejandro Vera en la Universidad de Morelos.
Víctor Mercado Salgado se había alejado de la política hasta este sexenio; su trayectoria en la función pública es amplia, también su carrera en el sector empresarial; a su lado en la secretaría de Movilidad y Transportes tienen a figuras que han estado con él desde hace muchos años, pero no hay alguna que, como en el caso de Rabindranath o Rafael, influyan en su toma de decisiones. Víctor sabe obedecer a sus superiores, pero también sabe mandar al personal a su cargo.
La historia nos ha mostrado a los morelenses la importancia de observar más allá del gobernador, porque muchas veces es en esos espacios donde se ejerce el poder.
Con Marco Adame y Graco Ramírez fuimos testigos de la influencia de la familia y con Sergio Estrada nos quedó claro el poder de los amigos.
Con lo que tenemos a la vista es posible ubicar quién o quiénes estarían al lado del gobernador y de qué manera se compartiría el poder en el estado.
En la boleta votamos por una persona, pero en los hechos a veces nos gobiernan dos.
O más.
· posdata
El duelo que sostienen los poderes ejecutivo y legislativo por el tema presupuestal se da en varios espacios, pero concluirá en un mismo lugar: la sucesión; las diferencias de opinión respecto a los números y la norma que prevalecerá en el ejercicio financiero del 2023 van más allá de lo que se ha puesto en letra de molde, detrás existe un conflicto político muy severo que se mezcla con las ambiciones personales de quienes se benefician de lo aprobado por 15 legisladores. Veamos:
En lo que respecta al debate legal, está claro que el poder ejecutivo recurrirá a una suspensión y a una controversia para evitar que se aplique lo aprobado por sus opositores. En este plano es importante la participación de varios alcaldes que se sumen a la pugna jurídica y refuercen el reclamo del gobernador.
Luego está el tema personal: al mandatario le incomoda la eliminación de la cláusula de transferencias, porque ello dificultará la marcha del gobierno y lo coloca en una posición de clara desventaja respecto a los representantes populares, porque cada movimiento no considerado en el presupuesto aprobado deberá ser autorizado por el congreso y ello, conociendo a los integrantes de la cámara, conllevará un jaloneo político y un costo económico por legislador. Se volvería pago por evento.
En contraparte están los integrantes de la 55 legislatura, beneficiarios de la nueva regla financiera, pero también receptores de una enorme cantidad de millones de pesos que ellos mismos se autorizaron como incremento para el 2023. Hace tres legislaturas el presupuesto del poder legislativo de Morelos rondaba los 230 millones de pesos anuales; hoy, con menos diputados y personal, el presupuesto proyectado es de 500 millones de pesos. Un dato importante en este punto: el dinero no está etiquetado para aumento del salario de los trabajadores, ni para mejora de la infraestructura legislativa, se trata de 88 millones de pesos que caerán directamente a la bolsa de los diputados. He ahí la defensa férrea que hacen de su propuesta.
Finalmente está el escenario mediático que deriva de esta situación: ambos poderes han esgrimido sus argumentos y a pesar de que el gobernador solo ha utilizado adjetivos en contra de los representantes populares, el duelo público lo están perdiendo los diputados por su mal manejo informativo. Digámoslo en castellano: lo que prevalece en la opinión pública no son las ofensas ni los señalamientos de Cuauhtémoc Blanco, sino la idea de que este congreso pretende un presupuesto millonario que lo convierte en la legislatura más cara (e ineficiente) del país. La cereza del pastel: con el presupuesto asignado cada diputado percibirá alrededor de 2 millones de pesos mensuales. Este último punto es lo que ha matado todos los discursos municipalistas de los legisladores.
El desgaste que provoca el duelo presupuestal afecta a todos, pero pegará de manera especial en los representantes populares. A Cuauhtémoc Blanco no le importa porque sabe que su futuro político ya no está en Morelos; caso opuesto es el de los diputados: a ellos sí les pesa este golpeteo, porque muchos de ellos buscarán nuevamente el voto popular en el 2024. Y ahí les recordarán lo que hicieron como representantes populares.
Hasta antes del aumento al presupuesto del congreso era creíble el discurso municipalista de los diputados morelenses; con un costo de dos millones de pesos al mes por diputado, es imposible creerles cualquier cosa que digan.
Lo suyo lo suyo es la lana.
· nota
El alcalde de Cuernavaca confirma el deseo de la directora del Sapac por dejar el cargo; la baja recaudación y los problemas financieros han mermado su salud y por ello ha dicho que quiere renunciar; “pero no es el momento de hacer cambios”, dice el alcalde José Luis Urióstegui.
La salida de Evelia Flores es cuestión de tiempo; en los meses que ha estado al frente del sistema de agua la abogada demostró que lo suyo no es la administración pública, ni el manejo de una oficina técnica como el Sapac; sus primeras acciones fueron buenas en el sentido de poner orden en una oficina donde prevalece la opacidad y el caos, pero fuera de ello nada ha aportado a un sistema colapsado en todos los sentidos.
Cuando la presentaron como directora del organismo lo primero que se cuestionó fue su conocimiento sobre el tema, hecho que fue justificado por el alcalde con su “amplia trayectoria en la administración pública”; a un año de distancia ha quedado claro que un organismo con la complejidad operativa y los problemas del Sapac no puede estar en manos de alguien que, como Evelia Flores, desconoce el tema.
Digámoslo con todas sus letras: se requiere de un profesional en la materia, no de alguien que solo le eche ganas.
· post it
El cierre de año permitirá a la clase política darse un respiro del intenso golpeteo en el que se han metido las últimas semanas.
Será la tranquilidad antes de la tormenta del proceso electoral.
· redes sociales
Sendos memes lanzan en las redes sociales contra varios actores de la vida pública local. Como no queriendo, estas imágenes sí pegan en el ánimo colectivo y a veces terminan por truncar la carrera política de algunos.
Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx
Twitter: @eolopacheco
Facebook: Eolopachecomx