Cuando sea demasiado tarde… - Dos Méxicos
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Mi lector favorito me lo ha dicho desde hace décadas, probablemente. No recuerdo cuándo me lo comenzó a comentar, pero a él fue a quien primero se lo escuché. Lo que sí recuerdo es que en algún momento lo puso Francisco Martín Moreno en su columna hace como tres o cuatro años, y por supuesto que fue tema de gran debate con dicha persona, por varios días, de hecho. Traté de buscar la columna para ponerle la cita, pero recorriendo todos los materiales que ha preparado Martín Moreno a lo largo de su carrera, encuentro que es algo que dice mucho en muchos lados (y no encontré la nota, pero por ahí debe de estar). La realidad es que la idea no es mía, y con el paso de los años mi actitud al respecto de esta ha ido adquiriendo matices diferentes, comenzando con la sorna absoluta, pasando por el coqueteo racional, y terminando con la amarga resignación: vivimos en un país constituido de dos países. Tenga usted paciencia, apreciado lector, no corro el riesgo de convertirme en un rígido conservador de color azul rey, porque no me canso de insistir que en todo caso de tener ideología soy de centro perpendicular (no creo en nadie y desconfío de todos). Sin embargo, sí caramboleó en gran medida la idea en ese espacio hueco que habita entre mis orejas, y fruto de ello obtuvimos la columna de esta semana, para el disfrute de todos ustedes.
Durante esta semana leí la columna de Jesús Silva-Herzog Márquez en el Reforma (2022, 29 de agosto) al respecto de otro esfuerzo que hace el gobierno del presidente López por desmantelar la estructura de este país, y durante la lectura no pude evitar pensar (cosa que nadie puede hacer) que las columnas de los grandes opinadores (porque por supuesto no me alcanza la arrogancia para colocarme al lado de Silva-Herzog) se están convirtiendo en palabras huecas, no porque les falte razón, sino porque ya comienza a ser pan con lo mismo. El presidente miente. El presidente es corrupto. El presidente está desmantelando el país. Si usted asintió con la cabeza, está de un lado de la discusión, si usted contempló la elevación de la temperatura en la parte posterior de su servidor, está del otro lado. Lo que el presidente López vino a hacer fue a terminar de escindir a la población de este país, al grado de que entre nosotros nos hemos retirado la palabra entre nosotros por las posturas políticas individuales. Desde el principio me llamó la atención tanta crítica que hacía el pelmazo en turno hacia algunos periódicos, denostando sus cuerpos editoriales y periodistas, pero sólo de algunos, no de todos. ¿La razón? Se decía que lo hacía porque dichos medios no apoyaban las versiones del presidente (cosa que no es del todo equivocada). No lea usted el Reforma, no lea usted el New York Times, no lea usted el Financiero. ¿Por qué insistía el presidente en señalar cuáles periódicos leer, y cuáles no?
Luego la cosa caminó un poco más. Periódicos que siempre habían sido claramente de izquierda, se volcaron en elogios hacia el presidente López. Personalmente decidí dejar de leer la Jornada porque encontraba dentro de sus titulares un apoyo absoluto hacia noticias que para su servidor claramente eran mentiras. ¿Cómo puede ser que la Jornada le siga el juego a este señor? ¿Qué le pasó a la izquierda crítica y oposicionista que había llegado a conocer y respetar? Me imagino que de entrada le compraron el juego a dicho individuo, pero después de cuatro largos y tortuosos años, más de dos individuos pensantes se tuvieron que haber arrepentido de apegarse a los ideales del régimen, ¿cierto? ¿O será que el dinero también ronda por los pasillos de los grandes periódicos del país?
Pues bien, luego recordé otro pequeño hecho que ya había abordado el año pasado. ¿Supo usted que durante la primavera del 2021 la UNAM estuvo parada por tres o cuatro meses porque supuestamente no le estaban pagando a sus profesores? Así como estuvo parada en 1999 por meses, lo estuvo en 2021. La única diferencia fue que en esta ocasión no se mencionó en los medios, ni en la Jornada ni en el Reforma. Lo sé porque busqué las notas. Nadie dijo nada. Yo sé que la UNAM estuvo parada por meses porque mi novia es profesora de dicha institución y asistió a tantas asambleas como pudo porque además fueron virtuales. Ya era bastante tener que lidiar con la política interna de mi amada UAEM como para encima también tener que enterarme de las circunstancias por aquellos lares. Le prometo, apreciado lector, que tal hecho ocurrió. ¿Cuál es la conclusión? Los periódicos no dijeron nada porque alguien les indicó no decir nada al respecto de un hecho de semejante envergadura. Concluyo que el presidente López maneja ambos lados de la discusión, más o menos al estilo del mismísimo emperador Palpatine. A los mexicanos nos tienen más divididos de lo que ninguno de los anteriores presidentes había podido o querido. ¿Cuál es el fin?
Pues otro lector, aparecido hace pocos meses, me señaló un pequeño hecho, muy sutil pero muy impactante. Están a punto de caducar los Tratados de Bucareli (Carmona-Dávila, 2022), una de las razones principales por las que el país padece el atraso social y económico que tiene hoy en día. Desconozco la profundidad de tal hecho, pero los 100 años de compromiso indicados en dichos tratados caducan en 2023, un año antes de que termine la gestión de este pelmazo en turno. Ya nos acomodaron con una precisión admirable, la mesa está puesta para realizar una maniobra de gran nivel porque el escenario político está presto para ello, y desconozco el nivel de influencia que otros países tengan sobre el presidente López.
De todas maneras, apreciado lector, la cosa se va a poner mucho peor antes de que comience a mejorar. Los últimos dos años de un sexenio son los más complicados, y este ha sido uno de los más complicados de las últimas décadas. Así que como siempre, apreciado lector, si no tiene usted a qué salir, le ruego no lo haga. Esta semana hubo una balacera en la que perdió la vida un expresidente municipal, siguen desapareciendo chamacas por doquier y apareciendo individuos en porciones todas las semanas, y nada más abarcando el espectro de lo morelense. Las cosas en el norte están, pues no se si mejor o peor, pero por lo menos están igual de mal que aquí. Veremos qué noticias nos trae la semana que está a punto de empezar.
Aprovecho el final de mi columna para mandar un abrazo al Lic. González, que tengo entendido que también se da sus vueltas por estos lares. Que la Fuerza esté con usted.
Carmona-Dávila, D. (2022). México y Estados Unidos firman los tratados de Bucareli. Memoria Política de México. Disponible en línea: https://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/9/10091923.html?fbclid=IwAR3idMyypgm0kNtAWHenMjCFBFKDjT78QRqxuZ62McgmBggJkXzgPDfuuiI Consultado 02-09-2022 12:00 hrs.
Silva-Herzog-Márquez, J. (2022, 29 de agosto). Inventario de Ruinas. Reforma. Disponible en línea: https://www.reforma.com/inventario-de-ruinas-2022-08-29/op232919?utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=promocion_suscriptor&referer=--7d616165662f3a3a613b767a3a-- Consultado 02-09-2022 11:00 hrs.