Breves de Abogados y Políticos - El efectivo en las campañas

En opinión de Alejandro Corona Markina

Breves de Abogados y Políticos - El efectivo en las campañas

¿Se puede controlar con más eficiencia el flujo de dinero ilícito en las campañas políticas? Si, pero no quieren los políticos.

Por las condiciones de inseguridad en que se vive el día de hoy, resulta necesario evitar que el dinero de los financiadores del crimen organizado, entre a las campañas de políticos que, a la postre, van a ser extorsionados y luego tendrán que pagar altos “réditos” por el recurso recibido.

Ocurre principalmente con presidentes municipales que, al hacer un pacto con criminales para obtener el triunfo, no tienen de otra que “pasar derecho de piso”, entregar los cargos públicos que les exijan quienes en su momento los financiaron o de plano darles el control del ayuntamiento, todo en detrimento del erario municipal. No olvidar los casos en que sicarios ha videograbado a algunos munícipes, reclamando el incumplimiento de acuerdos y literalmente los han puesto de rodillas ante ellos. 

Una de las formas de romper con este círculo vicioso, tan frecuente en los tiempos electorales, es terminar de plano con el uso de dinero en efectivo. Todo pago (hasta de las tortas y el refresco) debe ser por transferencia de la cuenta única de gastos de campaña, de la cual tampoco se permitiría el uso de cheques.

Además, los políticos en campaña y los dirigentes de los partidos políticos, deberán de poner a disposición de la autoridad electoral, los reportes mensuales de sus cuentas personales y justificar los movimientos en las mismas. No podrán hacer ningún gasto en campaña, si no es por transferencia de las cuentas reportadas ante el Instituto Nacional Electoral (INE) o el Instituto de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC).

Hay que recordar que en 2018, en conocido hotel, la gente del candidato a gobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sufrió el robo (algunos dicen auto-robo) de dos maletas repletas de dinero, que supuestamente eran para pagar a operadores políticos. El caso nunca fue aclarado, no hubo detenidos y nadie fue responsable de nada.

Al Partido Humanista, después de que se declara que no alcanzó el mínimo del tres por ciento de votos válidos para conservar su registro, “se le perdieron” dos cheques de sus cuentas, los cuales fueron cobrados, sin que a la fecha se sepa quién lo hizo. No se ha aclarado nada de este asunto y por supuesto no se conocerán los videos del banco en el que fueron cobrados.

Sabemos que los topes de campaña nunca han sido respetados por aquellos que tienen la posibilidad de recibir flujos de dinero en efectivo, muchas veces proveniente del crimen organizado.

El control de la fiscalización, necesariamente pasa por cancelar por completo el uso de dinero en efectivo en las campañas. Se podrá decir que a través de un tercero se pueden aperturar cuentas y conseguir “cash” -para darle la vuelta a la disposición-, pero ese tercero siempre estaría expuesto y eventualmente podría procesado por lavado de dinero.

Hay que reconocer que no se acabarían todas las irregularidades en el financiamiento a partidos y candidatos, pero definitivamente el control y la fiscalización mejoraría sustancialmente con la mencionada prohibición del uso de efectivo en los procesos electorales, ya que la revisión de los gastos de campaña estaría a la vista de todos.