Árbol inmóvil - El PES por su boca muere

En opinión de Juan Lagunas

Árbol inmóvil - El PES por su boca muere

El Partido Encuentro Social (PES) va encaminado hacia la extinción en 2021 (en Morelos). Pese a sus estratagemas de reforzamiento, el camino rumbo a la muerte política es inminente. Algunos deletéreos integrantes han trazado esa línea, a partir de su conducta, que se traduce en desatinos. ¿Ejemplos? Sobran.  

Uno: el delegado “plenipotenciario” (estigmatizado así tras la decisión del soberano, en su papel de jefe de Estado), Hugo Éric Flores, quien será, seguramente, removido, a causa de sus indisposiciones.  

Por otro lado, la supuesta “cohesión” en la bancada del Congreso 54 ya se colapsó, a consecuencia de la denuncia -por violación- que versa sobre la figura de uno de uno de sus componentes: Marcos Zapotitla Becerro, originario de Tetelcingo. En general, existen tres acusaciones en su contra. El asunto, aunque culmine favorable para el legislador, no disipará todo el ludibrio que se ha suscitado en medios, redes sociales y voces de activistas. Éste, ahora más que nunca, debe sentirse satisfecho con su precaria vida; al no tener el don de la ubicuidad, podría esconderse en cualquier sitio. El Tíbet, por ejemplo. Bajo una advertencia: el recuerdo lo asfixiará… 

Como antecedentes, basta exponer que le habían quitado la presidencia de la Comisión de Puntos Constitucionales por improductivo; la Secretaría de la Mesa Directiva, asimismo. Antes, se había enfrascado en una incandescente pendencia (ante la utilización de un lenguaje misógino) con su homóloga, Keila Celene Figueroa Evaristo, quien le exigió disculpas públicas. 

No olvidemos que, en medio de una endeble cultura cívica, el elector suele asociar sus decisiones a partir de circunstancias coyunturales. Desde hace varios procesos, la emisión del sufragio es diferenciada y, a la vez, uniforme, en términos relativos. Ideologías y plataformas, fuera; candidatos del snob, al frente. (No es necesario dar ejemplos. Basta con…).  El PES irá solo en 2021.

Nota toral: ¿qué entendemos por esa “cultura”?: parámetros mínimos de pertenencia y conocimiento, con el fin de asumir decisiones. Esta escasez la continúan generando, en gran medida, partidos, árbitros de la contienda y el sistema educativo.  

En el estado (y el país), la ciudadanía, en general, posee una base casi imperceptible de educación cívica. Esto es aprovechado por la voracidad de quienes detentan y buscan el poder.  Ni así le alcanzará…

           De esta forma, y en las postrimerías del fenecimiento, resultan inservibles y aciagos los argumentos que esgrime Jorge Argüelles (otro que fue acusado, ante la Comisión de Derechos Humanos local, de cometer violencia política; la agraviada: Blanca Nieves Sánchez Arano, asambleísta de Nueva Alianza). Nada frenará el rechazo comicial, que emerge de la soberanía. Este personaje sueña y, al mismo tiempo, camufla la grisura del destiempo en que está el PES. Al fin y al cabo, demagogia y declaraciones al vacío son símbolos de la clase política inerte… O que intuye su óbito.  

“Lo llaman porvenir porque nunca viene”, expresa el aedo Ángel González. El verso resume la posición del partido, en cuyo dédalo irá encontrando, incluso, confinamiento y, quizá lo peor, transfuguismo. La infidelidad, en este caso, se transcribe en felonía. Es cuestión de tiempo (y erosiones concomitantes). 

La abulia de la perdición reside, acá, en la boca de estos y más militantes. En suma, porque no tienen una alianza con la esencia de la filosofía partidista. Súmulas: “la muerte es grande. Le pertenecemos…”: Rilke. (Camino del patíbulo).   

 

EXCESOS ELECTORALES 

            Sólo en este año “ordinario”, las cantidades destinadas al OPLE son: 

Gasto operativo: 51,282,000. Prerrogativas a partidos políticos: 79,393.00. Financiamiento por “Actividades de Representación Política”: 4,764,000. Financiamiento público a partidos por actividades: 2,382,000. 

            El nivel de las campañas y mensajes de persuasión es laxo. La pandemia hará notorio, aún más, la labilidad del derredor.  

            Cabe decir que, en el actual ciclo electoral, las cifras ascienden: a cada partido político nacional o local se le otorgará un monto equivalente al treinta por ciento del financiamiento público que, para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes, le corresponda.  

            Esto es lo más tétrico: el dinero es “administrado” por las mismas fuerzas, bajo las frágiles reglas de fiscalización.  

            Con base en la tesis de Norberto Bobbio: “voto ni regla de mayoría son exclusivos de los sistemas democráticos”. El factor “corrupción” está latente. La kakistocracia lo enarbola y protege.  

 

CICLO ULTERIOR 

            Más tarde, la FGE solicitó (a la 54 Legislatura), de modo oficial, la separación (desafuero) del diputado Marcos Zapotitla Becerro. ¿Va en serio?