Árbol inmóvil - Congreso y magistrada graquista

En opinión de Juan Lagunas

Árbol inmóvil - Congreso y magistrada graquista

Una vez más, las discrepancias estériles entre los bloques parlamentarios se suscitaron; ahora, fue en torno a la continuidad de una magistrada supernumeraria del Tribunal Superior de Justicia: se trata de Guillermina Jiménez Serafín. Ésta fue premiada por ocho años más, pese a su evidente vinculación con el exgobernador tabasqueño, Graco Ramírez Garrido. El G-13 se impuso… Rindiendo pleitesía a las instrucciones que emergen del régimen vetusto (que sigue con signos vitales, hoy).

Empero, es necesario no olvidar lo siguiente:

 

ILEGALIDAD: La mayoría calificada -a que se refiere el artículo 135 del Reglamento- debe permanecer incólume: 14 y no 13 los votos necesarios para aprobar dictámenes y acuerdos de relevancia en el Congreso.

La supuesta nueva mayoría está publicada ya en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”. ¿Impunidad que permite la Presidencia de la Mesa Directiva, en manos de la figura grisácea de Alfonso Sotelo Martínez? Sí…

Ergo, cada uno de los actos que siguen consensuándose entran en los anales de la transgresión (camuflada de “legítima”). Todo ha sido votado con 13, tras la reforma al precepto respectivo.

En el siguiente intervalo se viene el Armagedón: la transferencia de las comisiones, en las que las congresistas del Frente no figuran (en la titularidad). La entrega-recepción tiene que llevarse a cabo en apego a la Ley de Responsabilidades Administrativas para el Estado de Morelos.

La Junta Política sigue en entredicho. No obtuvo las 14 adhesiones. Reminiscencia: hace un año, esta acción se produjo con más de 14, en Sesión Plenaria del 4 de septiembre.

A esperar. La Corte tendrá que seguir analizando este tópico, que continúa fisurando las ideologías subyacentes en el Pleno, el cual, se ha convertido en una especie de Babel (bajo la influencia del mismo idioma). Es un maremoto de insensibilidad y desasosiego.

Así, en torno a la supernumeraria Guillermina, asociada al exmandatario, el Congreso fue más allá de sus atribuciones. Esto simboliza el ansia del poder… La presencia del antiguo mandato (que está vigente, porque manda y controla desde un halo oscuro que se asienta en las paredes mohosas de las oficinas del bien llamado “Ponchito”, por su coeficiente intelectual deficitario. Sólo los periodistas focas le aplauden y festejan sus carencias gnoseológicas).

Si la percepción salarial de una figura de esta naturaleza es de 95 a 100 mil pesos mensuales, en un ocho años se traduce en 9.6 millones. De ahí el anhelo y, en ningún sentido, la justificación del hedonismo. La clase política es así. La empresarial, de igual modo. Nadie se salva. La naturaleza caída del orbe es cíclica… Nunca acaba; cuando pensamos en su óbito, un nuevo esquema de ambición la encumbra.

La 54 Legislatura le debe mucho a la ciudadanía. Por el momento, se preocupa de las bagatelas (que desde una atalaya le ordenan). Sólo hay que soportarla alrededor de 10 meses. En las postrimerías de la justa cívica (en septiembre del año venidero), el temperamento de cada constituyente se acercará, aún más, a la lujuria desmedida. Acuérdense de un servidor… Al tiempo…

 

FRENTE DIEZMADO

            Las constituyentes del dizque Frente Progresista (formado a consecuencia de la pérdida de prebendas) han sido diezmadas. Tania Valentina, su precursora, es el principal componente de esa zozobra. No obstante, ellas saben que no podrán seguir así.

Cuando se produzca la aprobación del presupuesto 2020 (el límite es el 15 de diciembre), la conducta de cada uno de los 20 metamorfoseará. El interés irrefrenable se habrá de levantar, como un leviatán, en el inmueble (mal erigido) de “Guillermo Gándara”.

 

ZALEMAS

            El polvo es inmisericorde. Se filtra hasta en las vánovas. El sitio del bienquisto se hace glacial, como su ósculo. Todo agoniza. No así las partículas diminutas de tierra, que deambulan en el desierto y en las calles. En la noche y el día. El alba y el ocaso perpetuo del menosprecio…

            En “Monotonía”, Kavafis hace mención de lo repetitivo, que da lugar a la amargura de la desesperación discontinua de la muerte.

 

Vuelve un día monótono…

Igualmente a otro día monótono.

 

            Aunque haya situaciones y contingencias disímbolas, el nuevo amanecer es idéntico al anterior. La cotidianidad podrá ser sometida a tergiversaciones, mas, en esencia, la mente permanecerá indemne: con la idea de la inexistencia… Así camina el ser: trae a cuestas la frivolidad y, lo peor, el paganismo siempre persuasivo. El rapsoda sigue:

 

Serán las mismas cosas del ayer.

Y el mañana nunca parece ese mañana.

 

            El bardo insiste. Sabe, con su sabiduría insensata, que el deseo intemporal renace en la miseria del alma, donde no hay cabida a nada. Por ende, el hacedor de metáforas se desespera… No encuentra alojamiento en ningún lado. Alguien tiene que avisarle que así va a morir…

            (Hasta el siguiente jueves… El Rapto se acerca).