A cinco años de Ayotzinapa, subyace la incertidumbre

Integrantes del “Pacto por Morelos”, así como algunos familiares de los 43 desaparecidos elevaron sus consignas
Marcharon del “El Calvario” hacia el centro de Cuernavaca; recordaron los sucesos ocurridos en Iguala

A cinco años de Ayotzinapa,  subyace la incertidumbre
Integrantes el “Pacto por Morelos”, así como algunos familiares de los 43 desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa (en Guerrero), elevaron sus consignas (en una marcha), clamando justicia, a cinco años de incertidumbre: “¡Nos faltan 43. Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.

Integrantes del “Pacto por Morelos”, así como algunos familiares de los 43 desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa (en Guerrero), elevaron sus consignas (en una marcha), clamando justicia, a cinco años de incertidumbre: “¡Nos faltan 43. Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.

El contingente partió (alrededor de las 17:00, de este jueves) de “El Calvario” hacia el centro de la capital del estado. En el periplo, iban consanguíneos de José Luis Luna Torres, uno de los estudiantes, quienes emitieron un “mensaje de solidaridad”. Con pancartas a la vanguardia, los grupos que convergieron en el acto recordaron los sucesos ocurridos en Iguala, que aún están sin esclarecer.

José Martínez Cruz, vocero de la Comisión Independiente de Derechos Humanos, informó que el evento fue “multitudinario”; sobre todo, porque “no hay que olvidar”; en ese sentido, expuso que Morelos se debe sumar a los reclamos y a la “lucha de los 43, para que se esclarezca, definitivamente, esto que fue un crimen de Estado”.

De igual forma, externó que la desaparición de los jóvenes simboliza una “violación masiva de los derechos humanos”, porque, al fin y al cabo, “Todos Somos Ayotzinapa”. En entrevista, el activista mencionó que las acciones de apoyo van a continuar en la entidad, hasta la solución decisiva: “Justicia y verdad, por los desaparecidos…”.

En la circunnavegación, y por intervalos, permaneció el silencio y, en algunos puntos, el apoyo de la gente, que hizo ademanes y muestras de respaldo. En las postrimerías de la Plaza de Armas, el grupo se fue acomodando, para formar un bloque. Ahí, hubo quienes, con micrófono en mano, hablaron en torno a las deficiencias de las anteriores autoridades (que se encargaron de aparentar una “verdad” insoportable –como es del conocimiento de la opinión pública-).

Los transeúntes se detenían a observar. El ocaso oscureció el rostro de los participantes, en cuyas vestimentas, en su mayoría, se vislumbraron motivos de aquel hecho. Así, coincidieron en exigir -al gobierno de Andrés Manuel López Obrador-, que se recupere la “confianza”. El halo de “oscurantismo” no debe continuar en la historia. E insistieron: “¡Los queremos vivos!”.