¨Yo tengo otros datos¨ - Testamento político<br> Cuentas pendientes: Ayto. de Cuernavaca
En opinión de Carlos A Galicia
La reciente revisión médica ha dejado muy en claro cuál es la concepción que tiene el AMLO- Presidente acerca del país. El pretender dejar un testamento para que continúen con su legado nos muestra su interpretación de lo que piensa acerca del país, y como lo concibe, da la impresión que lo visualiza como una apropiación, o como una pertenencia. Se supone que cuando una persona deja un testamento es porque es dueño de algún bien y, por lo tanto, considera dejarlo a sus familiares o personas afines a su afecto, con la pretensión de que hagan uso o disfruten de la propiedad. En este caso la intención de que el Presidente deje un testamento para que continúen con su legado, es una simple entelequia. Si en estos momentos el Presidente de la República dejara su encargo, de conformidad a lo que establece la constitución lo suple el Secretario de Gobernación.
Pero el meollo del asunto no radica quien lo suple, sino que una vez que se sustituye al Ejecutivo Federal- elegido de manera democrática a través de las elecciones -. Cambian la correlación de fuerzas políticas; es decir, se empieza a ver una serie de vaivenes, la presión política surge efecto; la misma coyuntura hace que se modifique el esquema establecido, por lo que sería casi imposible respetar el legado del presidente ausente. Seguramente en el discurso se pregonará que se sigue conservando el ideario del anterior gobernante, pero en los hechos es fatuo. Primeramente, porque las acciones gubernamentales son decisiones constantes y permanentes en las que intervienen varios actores que obedecen a intereses muy determinados y circunscritos en una dinámica establecida. Segundo la aprobación de presupuesto y de una serie de reformas tanto constitucionales como secundarias no podría aprobarse sin la intervención de los actores en turno y de los nuevos actores, que, desde luego, se presentarían bajo un nuevo escenario.
Para muestra es oportuno recordar el suceso de Morelos, cuando fue sustituido Jorge Carrillo Olea, durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León. La llegada de un gobernador interino, Jorge Morales Barud, no cambió en cuanto lo que ya estaba programado durante ese año. Al año siguiente se modificó el presupuesto y se aprobó con el consenso de los nuevos actores. Lo que si cambió fueron funcionarios de primer nivel; ingresaron a gobierno los cuates y algunos integrantes de la oposición. Desde luego, La correlación de fuerzas políticas se modificó, se sumaron diferentes intereses al nuevo proyecto del oriundo de Puente de Ixtla. Con el arribo del gobernador sustituto, Jorge Arturo García Rubí, su periodo fue muy corto (mayo a septiembre del 2000), lo único que hizo es darle continuidad a lo programado del anterior gobernador para cumplir con el mandato y sobretodo con el objetivo preestablecido que consistió en emparentar las elecciones presidenciales con las elecciones locales en Morelos.
Así que si AMLO- Presidente prende dejar un testamento para que las cosas sigan su cauce tal como lo ha dispuesto es una mera ilusión. En los hechos no podría ocurrir, en el discurso sí. es casi seguro que sería la principal premisa del gobernante en turno.
Una vez que termine su mandato López Obrador, no podrá continuar el presidente en turno su legado. La coyuntura cambia, el arribo de nuevos actores políticos en el escenario política permite que la ciudadanía tenga preferencias y se incline por ellos, como consecuencia de una serie de cualidades como son: la imagen, el discurso, el trabajo político. Así que un nuevo Maximato en México es imposible. Es una simple ilusión.
Cuentas Pendientes en Cuernavaca
El Ayuntamiento de Cuernavaca está por cumplir un mes de haber tomado protesta y aún existen algunas cuentas pendientes. La basura sigue siendo un problema latente; existe calles sucias, áreas verdes descuidas, avenidas que parecen selvas, por el incremento de hierba y arbustos que crecen con el vaivén del clima. Por cierto, para ingresar al edificio del Ayuntamiento no existen medidas de seguridad de higiene; no utilizan gel, ni supervisan que el ciudadano porte su cubre boca, no checan la temperatura, existe un descuido por falta de la autoridad municipal. Pero eso sí, con bombos y platillos se instalan las comisiones reglamentarias del ayuntamiento. Ojalá ese júbilo se traduzca en trabajo de campo y en resultados en beneficio de la ciudadanía. En cuanto a la distribución del agua potable; el sistema de agua sigue operando bajo las mismas condiciones y con las mismas deficiencias. Ya urge ver un cambio en Cuernavaca.