¨Yo tengo otros datos¨ - La crítica versus pensamiento único
En opinión de Carlos Alfonso Galicia Pineda
Hoy, en México pensar de manera diferente es un riesgo. Se supone que el pensamiento libre es parte fundamental en una democracia; la diversidad de ideas retroalimenta la libertad y no sólo eso, también fortalece la constelación de varios valores como son: la tolerancia, el respeto, la igualdad, la equidad y la convivencia, por citar algunos de ellos. Sin embargo, desde el enfoque gubernamental en estos instantes es una amenaza pensar de manera diferente, contrario a la lógica del gobernante.
Se ha visto que algunos intelectuales, periodistas, investigadores, artistas y personas pensantes han sufrido amenazas, sanciones, o bien intimidaciones por el simple hecho de no coincidir con la forma de pensamiento del personaje central del sistema político mexicano, me refiero a la figura Presidencial.
El titular del Ejecutivo federal ha utilizado la tribuna mediática “la mañanera”, para denostar, intimidar y amenazar a quienes se atreven a romper el esquema ideológico de pensamiento único.
A tratado de confrontar, pero no de debatir, ha utilizado el micrófono para establecer un monologo y no un dialogo. Ha pretendido sólo que se escuche su discurso, pero no los discursos de los demás.
Y como nunca antes se había visto en el país, ha dividido al gremio periodístico, intelectual, artístico y académico. Lo más sorprendente es que existen caricaturistas que están formados en la fila del Sr. Presidente.
Obviamente existen personajes que apoyan ciegamente el mensaje presidencial sin discusión, sin menguar credibilidad alguna. Y esto ya es grave, porque este tipo de pensadores han pasado de ser entes críticos a panegiristas del discurso único; son una especie de redentores de la perorata presidencial y como consecuencia son favorecidos por el régimen.
En cambio, los contrarios han sufrido vejaciones, desprecio de su gremio, por el simple hecho de que no coinciden con el pensamiento presidencial.
Las enseñanzas de la historia nos han mostrado que no existe peor enemigo, y desde luego, muy peligrosos, aquellos personajes que en su momento fueron críticos y combativos con el poder. Sin embargo, la suerte les favorece, hoy, tiene poder y lo ejerce a diestra y siniestra. El meollo de problema es que siempre quedan en sus entrañas un dejo de rencor.
Es pertinente recordar que este periodo presidencial no dura más de seis años. El problema posterior será la reconciliación moral de los personajes que se vieron inmiscuidos en un conflicto que generó el huésped del palacio nacional.
Pero, ¿qué hacer ante esta situación? Hay quienes consideran que estamos en un acabose; en los límites de un caos rotundo. Y no es así. Este tipo de situaciones a la larga benefician más que perjudican. Porque hemos visto con este tipo de acciones que la figura presidencial que tanto permeo en la consciencia de los mexicanos ya no es posible seguir manteniéndola sin controles. Y no hay peor lucha que aquella que los hombres se queden pasivos y perplejos ante los hechos.
La crítica, la confrontación y el debate deben ser los ingredientes adecuadas ante la cerrazón. Y por supuesto son la antítesis del pensamiento único, de aquella ideología uniforme que se pretende imponer y que lo único que produce es un aniquilamiento de la democracia y de valores cívicos. Estos factores son resultado de luchas históricas que han cobrado mucha sangre. Y que hoy, no debemos permitir que la historia de México se escriba con tinta roja. Es tiempo de la reflexión y de la crítica. La postura ideológica del actual gobierno puede ser una prueba para avivar la crítica y el pensamiento libre.
Oportunas:
Las jornadas de vacunación tienen que realizarse de manera organizada. Es momento que la autoridad de salud muestre eficacia y eficiencia en el control de la pandemia, que, por cierto, ha devastado al país y al mundo. Pero, sin embargo, es tiempo de demostrar que la capacidad humana es capaz de prevenir y de brindar a la población seguridad y confianza, que pronto veremos un nuevo panorama en el país.
Correo: Carlos.alfogali21@gmail.com