Solidaridad y acción colectiva frente al Covid-19. Periodismo comprometido y presidentes municipales proactivos, los grandes ausentes en la crisis sanitaria

En opinión de Aura Hernández

Solidaridad y acción colectiva frente al Covid-19. Periodismo comprometido y presidentes municipales proactivos, los grandes ausentes en la crisis sanitaria

 “... En verdad aún está por nacer el primer ser humano desprovisto de esa segunda piel que llamamos egoísmo...”

José Saramago en Ensayo sobre la Ceguera.

 

La crisis sanitaria generada por la aparición en el mundo entero del coronavirus covid 19 debería también, sin duda, contribuir a la construcción de una nueva ciudadanía que obligue a la transformación de las élites dirigentes.

Afirmo lo anterior porque las condiciones críticas de la pandemia en este momento exigen a todas las personas, la modificación profunda de sus “formas de hacer”, como diría el filósofo Michel de Certeau, como requisito para la sobrevivencia.

Los científicos sociales nos han explicado desde hace mucho tiempo, que la transformación de las culturas constituye un proceso socio histórico de larga duración, y tal vez por ello estamos siendo testigos de “formas de hacer” que se resisten a su extinción y que tal vez van a prevalecer. Pero también sabemos, gracias a ellos, que en los periodos sociohistóricos de coyuntura se originan cambios profundos.

Ahora estamos en una coyuntura y lo lógico sería que el cambio cultural sea de corta duración, lo necesitamos. Por ejemplo, esta pandemia nos enseñó que lo anómalo de nuestra relación con la naturaleza ha originado el cambio climático. Esta crisis ha significado también un descanso al planeta, se ha visto el cielo azul en París y el cielo estrellado en la Ciudad de México, por ejemplo. De ahí que este momento es crucial para México.

En esta etapa, en nuestro país advierto dos protagonistas de primer orden que, con sus honrosas excepciones no se están comportando a la altura de lo que exigen las circunstancias: me refiero en este caso a las autoridades municipales y a una parte de la prensa en México.

De los presidentes municipales puedo hablar lo que he visto en Morelos,  y lo que he observado, salvo honrosas excepciones, es que muchos están paralizados y tienen una visión individualista de las medidas para enfrentar a la pandemia. En Morelos hemos visto que algunos presidentes municipales tomaron ya decisiones que sin duda impactarán en la mitigación del virus y sus efectos en la sociedad en su conjunto como lo es el cierre temporal de bares y lugares de esparcimiento con espacios de aglomeración importantes.

Pero en otros casos, por ejemplo en el municipio de Jiutepec, la vida colectiva transcurre sin que se vislumbre el menor asomo de intento de tomar las medidas de distanciamiento social que recomiendan las autoridades sanitarias, las aglomeraciones continúan y no hay una campaña de difusión para que las personas tomen conciencia de que en este momento es crucial.

Como es momento de volver al origen, me pregunto qué pasaría si los dirigentes municipales hicieran acopio de las estrategias que usaban cuando estaban en campaña para llegar a sus cargos, como el perifoneo informativo en colonias, poblados y fraccionamientos, la difusión masiva de mensajes en medios de comunicación y en redes sociales, por ejemplo. Creo que esas simples medidas no son ni caras y una buena parte de ellas se puede hacer desde el confinamiento ahora que más que nunca vivimos la dictadura de las pantallas.

El otro sector, que me parece debería estar jugando un papel fundamental en esta crisis y desgraciadamente no es así, son los profesionales de la comunicación. No solo porque son los cronistas de la actualidad, sino porque los medios de comunicación son fundamentales en la construcción de ciudadanía y veo con tristeza que esta crisis sanitaria ha exhibido todas sus debilidades y también sus mezquindades.

Es muy lamentable y hasta patético que los reporteros que acuden a la rueda de prensa diaria que da la Secretaria de Salud federal privilegien la agenda política y el amarillismo, en lugar de comprometerse a dar información equilibrada a sus seguidores y lectores para enfrentar mejor informados a la pandemia.

Pero sobre todo, es muy que exhiban sus limitaciones intelectuales y sus prejuicios de clase e ideológicos con tanto desparpajo amparados en la impunidad que les da un micrófono; o bien las televisoras que llaman a las personas a no tomar en serio la crisis sanitaria porque las ganancias de sus empresas peligran.

Es este un momento histórico en el que se requiere la acción colectiva en beneficio de cada uno de nosotros, si se afecta a uno se afecta a todos. Es una verdad que por obvia que parezca debemos tener presente en nuestro ámbito público y personal.