Serpientes y escaleras - ¿Y la estructura?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿Y la estructura?

Quienes participan en una campaña lo hacen por convicción… e interés.

 

¿Y la estructura?

Hace casi tres años Margarita González Saravia comenzó una cruzada que concluyó en lo que hoy vemos: la primera gobernadora constitucional de Morelos. El trayecto para llegar al destino final no fue sencillo, comenzó con unos cuantos que creyeron en su proyecto, la acompañaron cuando nadie apostaba por ella y construyeron lo que a la postre se volvió la estructura que la ayudó a ganar la elección. ¿Cuántos de ellos están hoy en el gobierno?

La carrera por la jefatura del ejecutivo nunca ha sido una tarea individual, aunque algunos así lo consideran cuando ganan. En otros tiempos la nominación era garantía de triunfo porque los votos llegaban de manera institucional, lo difícil era obtener la candidatura. Era la época de El Tapado.

Las cosas han cambiado mucho desde entonces: aunque importante, ahora la candidatura es solo parte del proceso; para ganar se requiere de mucho más: estructura, comunicación, estrategia, organización, equipo y recursos económicos. Sin duda la marca por la cual se compite ayuda, pero ni siquiera Morena que hoy es el partido mejor posicionado es garantía de triunfo. Pregúntenle a 30 de los 36 alcaldes que hace unos meses compitieron en Morelos bajo las siglas del Movimiento de Regeneración Nacional y perdieron.

La de Margarita González Saravia no fue una carrera sencilla: la dama apareció en el escenario por su cuenta, sin padrinazgos, ni recursos económicos; a diferencia de Víctor Mercado, que fue el candidato del gobernador Cuauhtémoc Blanco y por sí mismo tenía mucho dinero para invertir en publicidad o Lucía Meza, que tenía estructura y el respaldo de figuras del escenario nacional, como Ricardo Monreal y Pedro Haces, Margarita empezó con un reducido grupo de amigos, arropados por un ideal y la confianza de que habría piso parejo en la contienda.

Al no tener patrocinio oficial, ni millones de pesos para promocionarse, la de González Saravia fue una cruzada cuya fortaleza fue caminar: la entonces directora de la Lotería Nacional dedicó sus fines de semana y sus tiempos libres a recorrer todos los municipios del estado y hablar de la Cuarta Transformación. Al principio eran unos cuantos los que la acompañaban a las reuniones que también eran pequeñas, pero la empatía que Margarita consiguió con la gente hizo que su movimiento comenzara a crecer y a sumar adeptos.

Como candidata, la representante de Morena presumió su estructura, a los miles de ciudadanos que se habían sumado a su proyecto, que estaban en todos los municipios, que se encargaban de promocionar a Morena y que tendrían la importantísima encomienda de cuidar los votos el día de la elección. Nuestro fuerte es la estructura, insistía.

Y era cierto: al iniciar la contienda por la gubernatura la abanderada de Morena contaba con una estructura que le permitió ganar en las urnas a pesar de que su partido perdió la mayoría de los municipios. La victoria del 02 de julio dejó lecciones que a la fecha siguen sin ser entendidas: el diseño de la campaña no fue bueno y el convenio de coalición fue terrible, pues derivó en la derrota en 30 de los 36 municipios del estado; la oposición pudo hacer un mejor papel, pero se equivocó de candidata.

“Haiga sido como haiga sido” Margarita González Saravia se alzó con el triunfo y desde el 01 de octubre se convirtió en la primera gobernadora constitucional de Morelos. Atrás quedó el estrés de la campaña, el fuego amigo y las traiciones de quienes desde el gobierno estatal jugaron en su contra. La victoria, entre otras cosas, se debe a los cientos o miles de personas que hicieron trabajo en tierra llamando a la gente a que votara por el cambio que ella representaba.

Pero aunque hubo convicción, el esfuerzo de la estructura no fue altruista: la mayoría de quienes se sumaron al proyecto lo hicieron con la esperanza de obtener trabajo. Y es válido: las personas que caminaron en las calles promocionando a Margarita González Saravia apostaron por ellas mismas, es decir, se esforzaron para que las tomaran en cuenta como siempre sucede en este tipo de procesos. La pregunta es ¿Les cumplieron?

Después de la designación de los secretarios poco a poco se ha ido develando la identidad de funcionarios que ahora forman parte del nuevo gobierno; paradójicamente vemos mujeres y hombres que abiertamente jugaron en contra, figuras que desde sus espacios despotricaban contra la abanderada de Morena, la llamaban “candidata de Cuauhtémoc” y replicaban todos los ataques en su contra y en contra de la 4T.

Hablo de mujeres y hombres que hoy se están incorporando al gobierno estatal en varios niveles y que en algunos casos han sido presentadas por el jefe de la gubernatura y el consejero jurídico. ¿En serio no han investigado a quienes están designando? ¿O es que ninguno en la estructura de Margarita González Saravia tiene la capacidad profesional para ocupar los puestos que hoy les dan a quienes fueron promotores del FAM y de Lucía Meza?

Uno de los primeros problemas que tuvo Cuauhtémoc Blanco como gobernador fue precisamente ese, que tras ganar la elección hizo de lado a quienes lo apoyaron en campaña y armó un equipo con gente que apareció de último momento. La molestia morenista por esta situación quedó de manifiesto en la primera visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando en la plaza de armas la base morenista abucheó al futbolista reclamándole que dejó fuera a quienes lo ayudaron a ganar la elección.

La ciudadanía que construyó Margarita González Saravia en estos últimos tres años representa su capital político y la organización que le ayudará en dos años, cuando se someta a la revocación de mandato. Son ellos, los cientos de mujeres y hombres que caminaron a su lado desde la precampaña quienes justificadamente tendrían que ser considerados laboralmente por encima de los que ahora presumen ser funcionarios estatales a pesar de haber votado contra Morena.

Hace unos días la mandataria se reunió con su estructura y constató que muchos de los asistentes le resultaban desconocidos, que no eran los que la ayudaron a ganar la elección. Peor: en las dependencias algunos secretarios están dejando fuera a quienes la promovieron para convertirse en la primera gobernadora de Morelos e impulsan a personajes que públicamente son antimorena.

González Saravia prometió que en dos años se sometería a la revocación de mandato y pondría en manos de la gente su continuidad; Margarita es una demócrata, pero también es política y sabe que, sin menoscabo de la libre participación ciudadana en este tipo de ejercicios, es sustantivo llegar a ese momento con una estructura que le ayude a refrendar la confianza ciudadana. ¿Seguirán ayudándola los que ahora están siendo desplazados?

Construir la estructura con la que ganó la elección no fue sencillo, ni es mérito de una persona en particular; la gente se sumó a un proyecto que encabeza Margarita González Saravia, pero también apostó por la posibilidad de incorporarse a un gobierno en alguno de sus espacios.

¿Qué sentirán quienes después de dos años de trabajo ven que les dan posiciones importantes a mujeres y hombres que jugaron del lado de Lucía Meza?

La estructura de campaña es el capital político de la gobernadora. No lo debe perder.

·         posdata

El de la Secretaría de Agricultura estatal no es el único escándalo de corrupción que veremos en el corto plazo; al ex titular de la dependencia le cacharon una bodega repleta de fertilizante y material que debió ser entregado a campesinos.

Las acciones emprendidas por la Fiscalía Anticorrupción derivaron de una denuncia anónima que, dicen en los pasillos de poder, no es tan anónima, porque la habría hecho una familiar del propio exsecretario. Lo que sigue a esta acción es evidente: se debe investigar y fincar responsabilidades, porque claramente se trata de un desvío de recursos.

Casos similares hay en dependencias como la Ceagua, la Secretaría de Salud, Transporte, la DGPAC y Obras Públicas. En todos estos lugares, dicen, se están encontrando hechos de corrupción que ni siquiera trataron de ser ocultados; “hasta parecer que los dejaron a la vista para burlarse”.

Conforme pasan los días, la administración de Cuauhtémoc Blanco comienza a parecerse cada vez más a la de Graco Ramírez, aunque en proporciones más grandes; en los Servicios de Salud, cuentan, se reporta falta de medicamentos que administrativamente fueron adquiridos, pero físicamente no se entregaron. “Un ejemplo grotesco de corrupción es el del hospital de Jiutepec, pagado en su mayoría, pero con una obra menor al treinta por ciento; para justificar el gasto se adquirió el equipo y se embodegó”.

En transporte la historia es igual o peor: el desvío de recursos salta a la vista a la par de la pésima administración que tuvo Eduardo Galaz, quien como última travesura al erario tramitó y recibió en fast track su jubilación. El cochambre en esa oficina es inocultable y será decisión del nuevo titular actuar o pagar por todas las faltas que le heredan.

Situaciones de este tipo se escuchan por todos lados sin que hasta el momento la nueva administración estatal hable de ello; puede ser que estén en proceso de revisión, analizando a detalle las cosas, armando los expedientes o esperando a que venga la indicación de actuar. No lo se.

El punto es que esto ya es secreto a voces, se escucha en todos lados y pronto se convertirá en historia contada extraoficialmente, con una narrativa que quizá no sea la mejor para el gobierno de Margarita González Saravia.

·         nota

Uriel Carmona está apretando a sus diputados para evitar que lo releven del cargo; al estilo de Zhenli Ye Gon, pareciera que el fiscal morelense ha planteado a sus legisladores la premisa de “copelas o cuello”.

Y es que para nadie es desconocido que la única red de protección que le queda al titular de la FGE de Morelos es la contención que le brinda el voto de ocho diputados; en la legislatura pasada el fiscal se regodeaba con el control de 15 de los 20 integrantes del parlamento local, hoy se esfuerza en mantener el número suficiente para evitar que voten su destitución.

La información que Uriel Carmona tiene sobre los panistas, los petistas y la diputada de MC hace impensable que cualquiera de ellos lo traicione, nada de lo que les ofrezca la contraparte se compara con lo que les puede hacer el fiscal, si ventila las historias que ha documentado sobre ellos.

Mientras ese bloque de ocho se mantenga compacto, el resto de la estabilidad parlamentaria seguirá en vilo.

Al menos hasta el 2027, cuando concluya el periodo para el cual fue designado Uriel Carmona Gándara.

·         post it

Los magistrados estatales saben que, tras la aprobación de la reforma judicial, su estancia en el cargo no durará los 14 años por los que fueron designados.

Una manera de compensarse a sí mismos fue la autorización de un Haber de Retiro, es decir, una lana extra que se pagarán a sí mismos cuando dejen el cargo, en el momento que esto suceda.

El costo de esta decisión es enorme y va con cargo al erario, pero el Ejecutivo ya dijo que interpondrá una controversia para que esta decisión no aplique.

Habrá que ver qué sucede.

·         redes sociales

En la distribución de comisiones en el Congreso de la Unión, no destaca ningún diputado morelense.

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