Serpientes y escaleras - Violencia, el marco de la elección

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Violencia, el marco de la elección

La violencia no es nueva en Morelos, pero están ocurriendo cosas que antes no pasaban.

 

Violencia, el marco de la elección

Analistas especializados, despachos de consultoría, asociaciones civiles y de profesionistas advierten desde hace tiempo sobre el problema de inseguridad y los efectos que tendrán en el proceso electoral venidero. Desde cualquier ángulo que se vea la crisis es evidente y la falta de resultados queda de manifiesto con los más de 140 mil asesinatos violetos que se han cometido a lo largo de los últimos cinco años. La delincuencia organizada sí puede incidir en los resultados de las elecciones.

La inseguridad, la violencia y todos los elementos alrededor de este problema son aspectos centrales de la campaña opositora y representan un punto de desgaste muy fuerte para los gobiernos y los candidatos de Morena. Todos tienen claro que esta situación rodeará las campañas y entienden el riesgo que corren si el fenómeno se politiza y los grupos delictivos se meten a la contienda.

En Morelos la situación no es distinta a la que existe en otros estados, pero se acentúa con el discurso tronante de la candidata del frente opositor; desde hace un par de meses Lucía Meza Guzmán colocó este tópico en el centro de su mensaje y lo dirige de manera reiterada contra el gobernador Cuauhtémoc Blanco, a quien culpa por acción, omisión y complicidad.

A pesar de la dureza de las críticas, ni el gobierno estatal ni la candidata de Morena han respondido a las acusaciones; el primero porque al encargado de la seguridad no le interesa el desgaste social y político que provoca su falta de resultados, porque sabe que pase lo que pase en unos meses ya no estará en Morelos; la segunda porque a su coordinador de campaña no le importa la comunicación, no tiene buena relación con la prensa y supone que no hay nada que pueda evitar su triunfo.

El conflicto es creciente y comienza a generar una animadversión generalizada por los hechos recurrentes; en las últimas semanas en distintos puntos de la entidad han ocurrido balaceras y ejecuciones, atentados contra negocios y personas, les han quitado la vida a figuras de la vida pública, herido a niños y ahora atentaron contra un comunicador. Todo pasa sin que nadie explique nada, ni mucho menos se capture a los responsables de las agresiones.

Mientras la candidata opositora culpa al gobierno por la crisis de inseguridad y enlaza la figura del gobernador con la abanderada de Morena, en la 4T son observadores mudos de los hechos; salvo el propio gobernador que a través de sus redes sociales manda mensajes de repudio a la violencia y solidaridad con los lastimados, del lado de la Comisión Estatal de Seguridad prevalece un silencio indolente que para muchos comienza a ser un signo de complicidad.

La violencia no es nueva, ni tampoco algo que surgió en el sexenio actual, se trata de un problema añejo que en Morelos se agudizó luego de la muerte de Arturo Beltrán Leyva; a partir de ese momento el estado dejó de ser un lugar pacífico y se comenzaron a volver cotidianos los hechos de sangre.

En este momento la inseguridad se ha convertido en eje central de las campañas en todo el país porque se trata de un hecho cotidiano, algo presente en todos los hogares y que definitivamente incidirá en la manera de votar de las personas.

Hasta ahora la candidata de Morena en Morelos ha evadido el tema bajo el argumento que no es tiempo de hablar de ello y porque “en su momento” hará un planteamiento serio sobre cómo atenderá el problema desde el gobierno. Mientras ese momento llega su adversaria le come terreno con mensajes que no proponen nada, que no son una estrategia, pero que definitivamente atraen la atención ciudadana porque es la única voz que habla de lo que está pasando.

Queda claro que la Comisión Estatal de Seguridad no cambiará su postura, ni modificará su forma de actuar; es imposible pensar que a esta altura del sexenio el comisionado hará algo más de lo que ha hecho en los últimos años o atenderá las peticiones de la ciudadanía, porque sabe que su cargo no se lo debe al gobernador, ni es él quien puede pedirle cuentas.

El jefe del ejecutivo y la candidata de Morena tendrían que hacer de lado sus diferencias y sus recelos para solicitarle a la federación que intervenga en la grave situación que se vive en la entidad, que refuerce las labores de prevención del delito con elementos federales y haga notoria su presencia en Morelos para que la gente perciba que hay un verdadero intento de actuar.

En este punto de la campaña para todos los opositores al gobierno la estrategia es exaltar la crisis delictiva, culpar al gobierno y afirmar que la candidata de Morena representa la continuidad; pero pasada la elección de junio, gane quien gane, quedará será un estado agobiado por la delincuencia, dividido en su población y muy probablemente penetrado por los grupos del narcotráfico.

En su intento de ganar la elección el FAM no está midiendo los efectos de sus acciones, ni la posibilidad de que los grupos de la delincuencia organizada se involucren en la elección; inconscientemente quizá, la oposición está generando un caldo de cultivo propio para que el crimen se participe en el proceso. Con su inacción, el gobierno y Morena están contribuyendo a ello.

El más reciente análisis de Grupo Banamex expone el alto riesgo de que el crimen organizado intervenga en las elecciones y destaca la audacia como este tipo de agrupaciones operan bajo la premisa de impunidad. Reiterar la complicidad gubernamental (por un lado) y callar ante los ataques, lo que genera es percepción de culpabilidad e impunidad, algo atractivo para que los delincuentes mantengan sus cotos de poder y como ha sucedido en los últimos años, participen en las elecciones auspiciando partidos y candidatos.

Exaltar la violencia e inseguridad en la campaña es un camino sencillo para llamar la atención, generar polémica y gana simpatías; el problema es que ello también fortalece a los grupos delictivos, facilita su intervención en los procesos electorales y normaliza que personajes de mala reputación y vínculos con el crimen se postulen.

Del lado de la oposición, del gobierno y de Morena se está actuando con irresponsabilidad: para unos el problema sirve para generar enojo, sin considerar los efectos sociales de su discurso; el silencio de la autoridad y la ausencia de la 4T en la discusión también es malo, porque genera vacíos que se llenan con especulaciones, verdades a medias y mentiras electorales.

Desde que los partidos politizaron la seguridad, la crisis va en aumento año tras año.

·         posdata

Morena definió ayer a los 300 precandidatos y precandidatas que competirá en los distritos federales de mayoría relativa por la coalición Sigamos Haciendo Historia; en el caso de Morelos quedaron definidos cuatro de los cinco: en el primero va Sandra Anaya, en el segundo Ariadna Barrera, en el cuarto Juan Ángel Flores y en el quinto Agustín Alonso. El tercero quedó pendiente porque corresponde al Verde.

La postulación de Sandra Anaya en la primera demarcación federal fue sorpresiva para muchos, toda vez que la mujer no tiene ningún mérito político, rentabilidad electoral o reconocimiento social para ocupar ese espacio; la única razón por la que fue considerada para dicha posición es el apoyo del gobernador Cuauhtémoc Blanco, pero a ella no la quieren ni en el gobierno estatal. Su candidatura ayudará al FAM en la capital y le abre la puerta a Sergio Estrada para ganar.

Mandar a Ariadna Barrera a competir por el segundo distrito federal amplía las posibilidades de que en Jiutepec sea postulado como presidente municipal David Ortiz; si esto se confirma Rafael Reyes echará toda la carne al asador para que gane su cuñado y para que Margarita González obtenga un número importante de votos en ese municipio. Eso sí: la diputada Barrera necesitará una vez más del apoyo de su archienemigo Rafael Reyes para ganar, porque es posible que la marca no sea suficiente para impulsarla a San Lázaro.

Con Juan Ángel Flores y Agustín Alonso compitiendo por los distritos cuatro y cinco, Margarita González cierra la pinza en esas regiones y amarra a dos estructuras muy importantes; Agustín y Juan Ángel son políticos que controlan sus regiones e indudablemente entregarán buenas cuentas a sus candidatas a la gubernatura y a la presidencia de la república.

A reserva de que se defina al candidato de la 4T en el tercer distrito federal, lo que está a la vista es un acomodo de posiciones a partir de la fuerza de cada uno de los grupos políticos que juegan en esta elección; al gobernador le conceden el primer distrito y a los tres personajes con más estructura los acomodan en espacios que les permiten jugar.

La única ficha política que queda fuera del tablero es Rabindranath Salazar, pero ello tiene que ver, dicen, con que tanto él como su mamá y su gente están apoyando la candidatura de Lucía Meza.

Ahora solo falta que se definan las diputaciones locales y las presidencias municipales.

·         nota

El gobernador Cuauhtémoc rindió su último informe de actividades al frente del ejecutivo; a partir de este momento su figura se vuelve políticamente secundaria para dejar el escenario a quienes compiten por la gubernatura.

El entorno con el que se cierra su ciclo de gobierno es complejo, convulsionado y sin la fortuna que lo acompañó los primeros años.

La única duda que queda en torno a su figura es saber si buscará una diputación federal de mayoría en la Ciudad de México; si ese es su objetivo, la fecha límite para que se retire del cargo es el 03 de marzo.

·         post it

Esto es parte de lo que señala el análisis de Citibanamex sobre el escenario de violencia que se vive actualmente en el país:

“El riesgo de que el crimen organizado intervenga en las elecciones de junio próximo es alto, en nuestra opinión. Aunque en los últimos años los homicidios y algunos de los delitos más violentos han registrado disminuciones, México se mantiene como uno de los países más vulnerados por el crimen organizado en el mundo”

“A partir de 2018 el número de agresiones y asesinatos políticos se ha incrementado tan significativamente que, este año, las autoridades electorales nacionales han expresado su preocupación por el riesgo de que la violencia política impida el ejercicio libre y pacífico del voto ciudadano”

“En el reporte sobre el Índice Global del Crimen Organizado, en la sección de México, se explicita que las organizaciones de narcotraficantes han logrado ejercer una influencia notable en el proceso democrático de México, supuestamente haciendo todo lo posible para garantizar la elección y/o reelección de aliados políticos claves, incluido el asesinato de políticos percibidos como amenazas”

“Organismos internacionales, autoridades electorales y partidos políticos se han referido a la impunidad con la que, cada vez más, intervienen los carteles en la competencia electoral, especialmente en el ámbito local, no sólo financiando a candidatos alineados con sus intereses, sino intimidando y eliminando a actores políticos opuestos”

·         redes sociales

Si a la corriente política del gobernador le concedieron la primera posición al senado y el primer distrito federal, su grupo ha quedado pagado en esta elección.

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

X: @eolopacheco

Threads: eolopachecomx

Facebook: eolopacheco

Istagram: eolopachecomx