Serpientes y escaleras - Transparencia
En opinión de Eolo Pacheco

El compromiso del gobierno federal es acabar con la corrupción. ¿Cómo vamos?
Transparencia
El principal problema de México es la corrupción, dijo Andrés Manuel López Obrador en su campaña del 2018; “si hay corrupción, funciona mal el servicio público y las dependencias gubernamentales”, añadió como presidente de la república. Seis años más tarde la situación no ha mejorado y, por el contrario, de acuerdo con el último informe de Transparencia Internacional, México ha caído al peor puesto en su historia en materia de combate a la corrupción.
La transparencia es un aspecto clave en la lucha contra la corrupción porque permite a los ciudadanos vigilar la manera como se utilizan los recursos públicos, fortalece la rendición de cuentas y previene prácticas abusivas.
Mientras la corrupción gubernamental erosiona la confianza en las instituciones y debilita el estado de derecho, perpetúa la desigualdad y obstaculiza el desarrollo social y económico, la transparencia mejora la confianza y permite a los ciudadanos verificar la manera cómo se toman las decisiones y se ejercen los recursos públicos; la transparencia es el mecanismo de control más efectivo para evitar que la corrupción se arraigue y se extienda.
En Morelos la bandera de Margarita González Saravia es el combate frontal a la corrupción y a la impunidad, el discurso ha ido acompañado de hechos: en cuatro meses la jefa del ejecutivo ha destituido a tres integrantes de su gabinete que cometieron actos de corrupción y promete que actuará de la misma manera en todos los casos, no importa de quien se trate.
La gobernadora tiene claro que la corrupción es el gran problema de las instituciones y sabe que existen diferentes formas de corromperse: desde el mal manejo de los recursos públicos, hasta la traición a los preceptos del partido político que los impulsa, pasando por actitudes que dañan la confianza ciudadana y evitan que se construyan instituciones sólidas, responsables y orientadas al bien común.
La jefa del ejecutivo no es perfecta, pero tiene claridad en sus objetivos y una congruencia que pocos, incluso dentro de su equipo, alcanzan a ver. A lo largo de su vida Margarita González Saravia se ha mantenido firme en sus convicciones, ha ocupado posiciones muy importantes en los tres niveles de gobierno y nunca ha caído en la tentación de corromperse, ni ha pasado por alto la importancia de la transparencia y rendición de cuentas.
Precisamente por ello llama la atención lo poco claro y/o complicado que resulta conocer la información referente a la administración que hoy encabeza; el gobierno de Cuauhtémoc Blanco fue permanentemente omiso en este tema, ocultó información, dificultó el acceso a la información y puso trabas que impedían que el ciudadano pudiera conocer la manera como se ejercían los recursos públicos y se tomaban las decisiones.
El contraste fue y sigue siendo el gobierno federal: ahí es muy sencillo acceder a todo, existen varias plataformas que comparten desde nóminas y contratos, hasta proyectos y programas; cualquier persona puede entrar y descargar la información del expresidente Andrés Manuel López Obrador o de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Como directora de la Lotería Nacional Margarita González Saravia fue transparente y hoy mismo sigue estando visible la información que proporcionó como funcionaria federal; de lo que no hay nada hasta ahora es del gobierno de Morelos, ni de ninguno de los funcionarios que lo integran. ¿Por qué?
El esfuerzo que hace la jefa del ejecutivo de Morelos en la lucha contra la corrupción es enorme, sus decisiones son firmes y su actuar congruente con su historia de vida; a pesar de ello el reto de cambiar la percepción es enorme porque hablamos de muchos años en los que gobiernos de todas las siglas han perpetuado la corrupción.
González Saravia debe poner atención a este tema antes de que algo ocurra; en cuatro meses ubicó y destituyó a tres funcionarios que traicionaron su confianza, fallaron al proyecto, pero no son los únicos, ni siquiera se trata de los casos que más llaman la atención de la gente; hay otros personajes que están ahí, cuya forma de hacer negocios es ya un secreto a voces y daña severamente la reputación y confianza en la gobernadora.
A esto se suma que frente al discurso de combate a la corrupción no existe en este momento un acceso directo del ciudadano a la información gubernamental; con todo y que en esta administración se creó una nueva Agencia de Transformación Digital, con nivel de secretaría, cuyo titular tiene la encomienda de “mejorar los servicios gubernamentales a través de la tecnología, para que se modernicen los procesos, se facilite el acceso a la información y se fomente la participación ciudadana”, en casi cinco meses no han actualizado la base de datos del gobierno de Morelos, ni existe información de ninguno de sus funcionarios.
El último reporte de Transparencia Internacional es muy duro con México y con sus instituciones, coloca a nuestro país por debajo de Cuba, Colombia, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia, lo que representa el peor descenso en el continente en la lucha contra la corrupción. Nunca México estuvo tan mal calificado en temas de combate a la corrupción como ahora.
Esta situación va de la mano con la falta de transparencia, porque aunque en los primeros cinco años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador el gobierno mexicano escaló en el ranking de transparencia y percepción sobre el combate a la corrupción, al final todo eso se vino abajo hasta lo que hoy vemos: un país que cayó cinco puntos en dos años.
La honorabilidad de Margarita González Saravia está fuera de duda, pero el estigma de un Morelos corrupto es añejo, se ha acentuado en los últimos cinco gobiernos estatales y explotó en las administraciones de Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco, cuyas familias y amigos fueron depredadores del estado y de sus instituciones.
La gobernadora no es corrupta como sus antecesores, no tiene historias negras, muertos en el clóset o familiares voraces, se trata de una gobernante atípica por su decencia, por su desinterés de lo material y sólido compromiso con la gente. Esas cualidades son reconocidas y le permiten tener una interlocución franca con todos, porque a diferencia del pasado reciente, no tenemos una gobernadora ladrona, rodeada de familiares incómodos.
Justo por eso la pregunta sobresale ¿Por qué no transparentan el ejercicio de gobierno?
· posdata
Las cosas están cambiando aceleradamente para el exgobernador de Morelos; hasta hace unos meses el manto presidencial lo protegía de todo y de todos, cualquier cosa que se dijera en su contra era inmediatamente atajada por el jefe del ejecutivo federal, quien en todo momento metía las manos al fuego por él y calificaba como “politiquería” los señalamientos en su contra.
Incluso cuando se divulgaron las fotografías donde el mandatario morelense aparecía al lado de tres líderes criminales en la parroquia de Yautepec, el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador fue absoluto y evitó que el tema fuera investigado por cualquier área de su gobierno.
Hoy las cosas son distintas a pesar de que muchos consideran que Cuauhtémoc Blanco Bravo goza de la protección federal. La denuncia por intento de violación a su hermana ha crecido exponencialmente y abrió un debate que en lo general considera al futbolista culpable de agresión sexual.
Al ser cuestionada por la prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum fue categórica al decir que Cuauhtémoc Blanco “debe ser investigado” porque en mi gobierno “no encubriremos a nadie”. La sola respuesta es diametralmente opuesta a las que hasta hace unos meses daban en ese mismo espacio.
En el congreso federal la narrativa se mueve en sentido opuesto a los intereses del futbolista: el presidente de la comisión instructora es un enemigo personal, la bancada del PAN dice que votarán a favor de su desafuero y diversas organizaciones de mujeres presionan para que el tema no se congele. La próxima semana, dice Hugo Eric, se presentarán las pruebas y se votará el juicio de procedencia.
La narrativa política no ayuda a Cuauhtémoc Blanco: el gobierno federal no lo está defendiendo y sus correligionarios no parecen estar de su lado; peor: la revisión de su caso se combina con el de otros personajes, enemigos todos de la 4T, situación que puede meter al futbolista en una misma bolsa, donde los acusados sean juzgados de la misma manera.
En este momento todo lo que se diga sobre el tema es especulación, quienes están a favor o en contra del futbolista opinan, argumentan y elaboran hipótesis, pero hasta que la comisión instructora no emita un veredicto y las autoridades judiciales actúen, no habrá certeza sobre la supuesta protección (o no) hacia el exgobernador.
Lo único cierto en este momento es que el trato público hacia Cuauhtémoc Blanco ya no es igual que antes: se acabó la protección absoluta y el blindaje mediático; frente a la opinión pública el futbolista es un violador, situación que está dañando aceleradamente su imagen y lo coloca en un plano donde en lugar de ser un activo de la 4T, se ha convertido en motivo de golpeteo para el partido, para la presidenta y para la gobernadora.
La próxima semana sabremos si le quitan el fuero.
· nota
El jueves pasado el Congreso de Morelos removió al fiscal Uriel Carmona Gándara y designó en su lugar a Edgar Maldonado. Carmona Gándara fue designado fiscal a propuesta de Graco Ramírez, quien unos meses antes también le otorgó una patente de notario. Para asumir la titularidad de la FGE, el novel funcionario solicitó licencia como fedatario.
Ahora que ha dejado el cargo, Uriel Carmona Gándara debe reintegrarse a su notaría, so pena que de no hacerlo puede perder la patente.
El artículo 176 de la Ley del Notariado del Estado de Morelos establece que:
“Quedará sin efecto la patente otorgada a un Notario si, vencido el término de la Licencia concedida, no se presentare dentro de los siete días hábiles siguientes a reanudar sus labores, ni demuestre fehacientemente, a juicio del Tribunal, que hubo causa justificada. Una vez que cause ejecutoria la sentencia definitiva del Tribunal y por mandamiento de este, el Ejecutivo declarará vacante la Notaría y convocará a oposición para cubrirle en los términos de esta Ley y su Reglamento.”
El próximo lunes vence el plazo para que el exfiscal regrese a su notaría.
· post it
Alicia Vázquez Luna dejó la secretaría de seguridad en Cuernavaca; el motivo, según explicó el alcalde José Luis Urióstegui, fue por cuestiones de salud y ello no afectará la operatividad de la policía.
Su salida permitirá al gobierno capitalino oxigenar la dependencia y avanzar en temas que, dicho por el propio presidente municipal, han hecho de la capital un lugar más seguro para sus habitantes.
Tras la salida de la secretaria la pregunta que queda en el aire es obvia ¿Quién tomará su lugar? Es la rifa del tigre.
· redes sociales
Paciencia, piden las autoridades del estado a la ciudadanía frente al retraso en los trámites en la coordinación del transporte.
Qué se resolverá primero ¿El caos en la oficina o las denuncias por corrupción contra el anterior titular?
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