Serpientes y escaleras - Las redes sociales

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Las redes sociales

Cualquiera puede tuitear, pero no cualquiera influye.

 

Las redes sociales

Desde hace varios años el uso de las redes sociales se ha vuelto común, indispensable en algunos casos y circunstancias. Entrar a ellas permite, además de enterarse e informarse, observar las diferentes conductas humanas; para algunos, las redes sociales son un alter ego, potencializan su personalidad y dejan salir lo que reprimen en la vida real. Políticamente hablando, las redes sociales también se han convertido en un instrumento de toma de decisión.

Piensa, lectora lector queridos, lo que día a día te encuentras en las “benditas redes sociales”, lo que representan en tu vida, cuánto las utilizas, para lo que te sirven y los sentimientos que despiertan en ti. En muchos casos, la mayoría quizá, estos espacios sirven de entretenimiento, para conocer cosas, lugares y personas, compartir vivencias y formarse un criterio sobre diferentes aspectos de tu ciudad, tu estado o tu país.

En su origen, las redes sociales fueron concebidas para socializar, para conocerse unos a otros, para observar cosas a la distancia, para entender mejor nuestro mundo y por supuesto, para opinar. Poco a poco estos espacios se fueron contagiando de viejos vicios; a ellos llegó el odio, la frustración, los rencores, las mentiras, las ofensas y los delitos.

Muchas veces las autoridades han advertido sobre los riesgos que existen en las redes sociales, de cómo la información que las personas comparten de buena fe es utilizada por criminales para cometer delitos, para ofender y para lastimar. Temas personales, información financiera o bancaria, direcciones, datos íntimos… este tipo de cosas no se deben compartir en internet.

En las redes sociales hay información de todo tipo; ahí la gente ha encontrado un centro de noticias y de divulgación de ideas, aunque en la mayoría de los casos en contenido que se difunde más allá de los medios de comunicación serios carece de veracidad y en ocasiones se trata de información sin sustento, sin comprobación o falsa.

Twitter, Facebook, Instagram y hasta el WhatsApp son desde hace tiempo una fuente inagotable de información y comunicación entre las personas; de ahí se toman datos que luego se replican, casi siempre sin tener certeza de que tan cierto es lo que se comparte. Con lo publicado en las redes sociales se inician debates y se genera polémica; en ocasiones un simple tuit detona escándalos públicos o provoca problemas personales.

Las redes sociales también se han metido de lleno a la política desde hace varios años: la primera campaña electoral de Barack Obama utilizó las redes sociales como parte central de su estrategia de comunicación y los resultados fueron positivos. De ahí comenzó un uso más intenso de estas plataformas desde los gobiernos y detonó un fenómeno de comunicación que continúa hasta nuestros días.

Ahora los ciudadanos se apropiaron de las redes sociales y las convirtieron en un espacio de consulta y exposición de ideas. Un gran porcentaje de la población utiliza el internet como una herramienta de entretenimiento y fraternidad, aunque otros las han hecho una plataforma para proyectarse social, económica y políticamente.

La evolución de las redes sociales va en todos los sentidos: cada día estas plataformas agregan herramientas para facilitar su uso, para regular sus contenidos, para generar material original y para ampliar su influencia. En las campañas electorales las redes sociales han jugado un rol fundamental en México: desde ahí se proyectó el plan transformador de Andrés Manuel López Obrador y se combatieron las propuestas de sus rivales políticos; hoy las redes sociales dejaron de ser “benditas” para el presidente, porque mucha gente le está dando la espalda a su gobierno. “Soy el presidente más atacado de toda la historia” dice López Obrador.

El ciudadano también ha evolucionado: antes era sencillo manipular la opinión pública con el uso de perfiles falsos, páginas apócrifas y manejo comercial de contenidos. En la administración pasada de Morelos las redes sociales pasaron de ser una herramienta de comunicación a convertirse en un instrumento de ataque a los críticos y adversarios del régimen. Fue tan burdo el manejo del graquismo en el internet que la gente identificó las cuentas, las páginas y la estrategia del gobierno, por lo que cada ataque lanzado se volvió contraproducente.

Lo que sucedió en Morelos con las redes sociales no es distinto a lo que ha ocurrido en el resto del país y del mundo: hoy hay más los usuarios de internet y la mayoría conoce las plataformas y su uso; cualquiera puede identificar las campañas pagadas, entienden cuando se trata de información falsa y saben cuando se intenta manipular la realidad.

Digámoslo así: las redes sociales son un instrumento de comunicación muy importante, pero conforme avanza el tiempo y la gente adentra en su manejo, su impacto, tratándose de temas políticos, se ha limitado, porque los ciudadanos están regresando a las fuentes primarias de información (los medios de comunicación tradicionales, también presentes en las redes sociales) para confirmar la veracidad de lo publicado.

Las redes sociales son el canal de comunicación más asequible para las personas, acceder a ellas es muy sencillo y cuando se participa de las principales plataformas de contenido digital, la información llega de inmediato y desde muchos lados. Aún así muy pocos pueden influir en ellas.

Es tanto lo que se comparte y hay tantas personas o grupos interesados en tergiversar la realidad con otros fines, que ahora los usuarios recurren a portales serios de medios o personas reconocidos, para que validen lo que otros dicen. Cualquiera puede lanzar un tuit o publicar algo en Facebook, pero no cualquiera es capaz de formar criterio en los demás.

El uso de las redes sociales se ha vuelto común y cotidiano para actores políticos, los partidos y los gobiernos; el problema es que el ciudadano desconfía de esos personajes y generalmente evita su contenido, de ahí que utilicen cuentas falsas, páginas apócrifas y seguidores comprados para tratar de aparentar una credibilidad o un liderazgo que no existe en la vida real.

En las redes sociales como en la comunicación tradicional hay dos elementos constantes, que no cambian y que permiten avanzar en medio del mar de información: contenido y credibilidad.

El impacto radica en un punto sustantivo: quién lo dice.

  • posdata

Los tiempos y las circunstancias han corrido en contra del congreso morelense desde que inició la actual legislatura; durante este tiempo los diputados locales han estado envueltos en escándalos, conflictos y desacuerdos, por lo cual la agenda parlamentaria se retrasó, la operatividad se complicó y el recinto se volvió un caos.

Los reclamos a los representantes populares llegan de todos lados y a todas horas; desde la designación de autoridades hasta la aprobación de leyes, todo en la bitácora de los legisladores se ha pospuesto por diversos motivos, provocando un deterioro en la imagen de cada uno de ellos y en la institución.

No todo ha sido malo en esta legislatura: aprobaron reformas a la Constitución Política del Estado de Morelos para establecer la paridad constitucional en todos los poderes en sus tres niveles, reformaron el Código Penal para que no prescriban lo delitos sexuales en contra de menores y en las leyes secundarias de la Reforma Electoral se salvaguardó la parte relativa a las sanciones por violencia política hacia las mujeres, garantizando su participación para acceder a cargos de elección popular, de manera igualitaria.

También, a propuesta del diputado Alfonso Sotelo, se presentáron iniciativas para sancionar el acoso sexual en espacios públicos, para que las víctimas de un delito en el que se involucre un vehículo no paguen nada para recuperarlo y para la creación del Instituto de Protección Civil y la Escuela de Protección Civil, en un trabajo coordinado con el gobierno federal para que dentro de la nueva Ley de Protección Civil se incluya un sistema de alerta sísmica como la que ya opera en la Ciudad de México.

En la agenda parlamentaria morelense siguen varios temas atorados por el bloque que encabeza Tania Valentina; ahora que el G7 se está desmoronando, es posible que el congreso alcance los acuerdos necesarios para retomar los trabajos y avanzar en los puntos detenidos por el revanchismo de siete legisladoras.

En la víspera de que inicie el último año de la 54 legislatura, la conducción política es clave para que la cámara de diputados no fracase; los primeros dos años han sido muy complejos y eso se agudizará en el tercer año. Cambiar la estrategia, la actitud y elegir bien a quien estará al frente de los órganos de control en la 54 legislatura es clave para el congreso y para sus integrantes.

En algún momento el todavía presidente de la mesa directiva de la cámara de diputados se descartó para buscar la reelección; la ausencia de cuadros, la importancia del último año parlamentario y el enfoque estratégico que requiere la legislatura, empero, podría orillar a Alfonso Sotelo a repensar su posición y mantenerse al frente de la mesa.

En medio de todos los conflictos que ha vivido la 54 legislatura morelense, la postura del diputado “Ponchito” ha sido mesurada y de permanente conciliación. Con todos los temas pendientes que trae pendientes y toda la presión que recibe de fuera, la figura de Alfonso Sotelo es la adecuada para conducir al poder legislativo en el año más complicado.

La decisión es de los diputados. Todos y todas correrán la misma suerte en el 2021.

  • nota

Morelos podría volver al color rojo en el semáforo epidemiológico y por consiguiente todos tendríamos que regresar al confinamiento, dice el secretario de salud Marco Antonio Cantú. La movilidad se ha incrementado y pareciera que “estamos en semáforo verde” afirma el médico. Cierto.

La semana pasada algunos municipios advirtieron sobre la posibilidad de retornar a la cuarentena por el aumento de contagios, aunque otros como Jiutepec descartaron esa posibilidad por la grave situación económica que enfrentan las familias y el propio ayuntamiento.

El fin de semana el subsecretario de salud federal Hugo López Gatell dio a conocer que Morelos ocupa el primer lugar nacional en mortalidad por coronavirus; las razones, explica aquí Cantú Cuevas, es porque la gente tarda mucho en acudir a los hospitales y cuando lo hacen, el padecimiento ya es muy avanzado.

La labor del secretario de salud y de su equipo durante la pandemia ha sido notable y gracias a ellos se han podido evitar muchas muertes; el esfuerzo para frenar la velocidad de contagios es enorme, se hace desde todos los frentes, incluye una intensa campaña de concientización y por supuesto, trabajo en los hospitales y centros de salud. Si esto no se hiciera, sin duda alguna estaríamos mucho peor.

La capacidad hospitalaria en Morelos es aún suficiente para atender a todos los enfermos, sin embargo el doctor Cantú hace énfasis en la necesidad de tener conciencia individual y continuar responsablemente con todas las medidas preventivas, empezando con la sana distancia. A diferencia de lo que opina el presidente de México, el secretario de salud de Morelos resalta la importancia del uso del cubre bocas como una efectiva medida preventiva: “Si todos lo usamos, el riesgo de contagio es mínimo”.

Aunque al principio de esta larga pandemia las autoridades de salud parecían rebasadas por el problema, poco a poco el trabajo del personal de salud ha logrado contener la situación y sacar a Morelos de los primeros lugares de contagio y muerte por covid. La parte sustantiva en esta y cualquier estrategia sanitaria está en las personas, en la responsabilidad personal y en los cuidados que cada uno tengamos para salir adelante de un problema que nos ha puesto a prueba como humanidad.

Un último y muy importante dato ofrece Marco Antonio Cantú: aún si la vacuna contra el SARS-CoV-2 se encuentra pronto (hay cuatro en fase de prueba final), todavía hay que esperar el proceso de producción, venta y distribución, por lo que a Morelos podría llegar hasta el 2021. “Las vacunas no las compran los estados, sino el gobierno federal”.

Las autoridades están haciendo lo que les corresponde para ganarle la batalla al coronavirus; a nosotros nos toca la parte más importante: cuidarnos.

  • post it

Hace unos días el dirigente estatal del PRI dijo que estaban en pláticas con el PAN y el PRD para concretar una alianza electoral en el 2021. “Con todos, menos con el PSD” señaló enfático Jonathan Márquez.

Ayer su homólogo del PAN Juan Carlos Martínez Terrazas desmintió lo dicho por el priísta: “No hemos dialogado con el PRI, ni tenemos la intención de hacer una alianza con ellos; nuestra alianza será con la ciudadanía”.

¿Quién miente?

  • redes sociales

Dicen algunos graquistas que como el gobierno de Cuauhtémoc Blanco no la está haciendo bien, están listos para regresar.

¿Regresar lo que se robaron?

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