Serpientes y escaleras - Guarneros y Alonso

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Guarneros y Alonso

Las acusaciones fueron muy duras: de incompetente y de cómplice de la delincuencia.

 

Guarneros y Alonso

El duelo verbal que sostuvieron la semana pasada el diputado Agustín Alonso Gutiérrez y el comisionado de seguridad José Antonio Ortiz Guarneros fue duro, frontal y expuso las profundas diferencias que existen entre los poderes legislativo y ejecutivo por el tema de la seguridad. El enfrentamiento verbal llamó la atención de propios y extraños porque nunca un secretario en Morelos se había confrontado así con un representante popular, ni se habían hecho acusaciones tan duras en el recinto parlamentario. Después de ese desencuentro puede radicalizarse el trato entre poderes.

La discusión parlamentaria con motivo de la comparecencia del encargado de la seguridad en el estado subió de tono hasta el punto de convertirse en un enfrentamiento directo entre dos personas. La intención era que el vicealmirante hablara sobre los hechos ocurridos unos días antes en el municipio de Huitzilac, donde dos personas fueron quemadas vivas por pobladores, pero sentado frente a los diputados la agenda se amplió y los cuestionamientos tocaron otros temas relacionados con el trabajo de la CES.

Históricamente las comparecencias de los secretarios ante el congreso han sido un espacio en donde algunas veces hay expresiones tronantes, pero nunca pasa nada; pongámoslo de esta forma: eventualmente vemos cierta rispidez en la discusión, como si se tratara de lucha libre, con algunos momentos emocionantes, pero sin golpes reales en contra del oponente. La del viernes pasado fue diferente: fue una pelea de box en donde Alonso y Guarneros se dieron con todo sin importar el daño o las repercusiones de lo que decían. El enfrentamiento fue real y las heridas que dejó ese encuentro son verdaderas.

Después de ver y escuchar el debate entre estos dos personajes surgieron opiniones diversas, la mayoría de ellas centrada en quién había ganado la pelea; los simpatizantes de unos y otros externaron su punto de vista, defendieron la posición de cada uno y al final cada cual se quedó con sus golpes.

Pero independientemente de quien pueda asumirse ganador lo real es que en este duelo todos perdieron: uno acusó al otro de incapaz, de incompetente y de omiso, pero la respuesta fueron señalamientos de vinculación, pacto y financiamiento a grupos de la delincuencia organizada. ¿Cómo puede haber un ganador en un duelo así?

Mediáticamente hablando la opinión pública favoreció al vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros porque sus dichos tuvieron más contundencia que los de su oponente y en el manejo informativo su voz se colocó por encima de la del diputado Agustín Alonso. El exalcalde de Yautepec es un hombre inteligente, con experiencia política y habilidad en el debate, pero al salir de su territorio se encuentra en un ambiente distinto, en donde no controla todo y a veces, como en esta ocasión, queda sujeto al manejo mediático de la comunicación.

Alonso Gutiérrez es un líder nato que tiene el control absoluto de Yautepec, pero Cuernavaca es una historia diferente: aquí se volvió uno de muchos actores de poder y entró a un escenario en donde se requiere mucho más que un liderazgo regional para que las ideas y los mensajes se posicionen en la opinión pública. Digámoslo de esta forma: Alonso argumentó bien, pero no tuvo motor para posicionar sus ideas; en el terreno de la percepción el manejo de prensa del almirante fue mejor, por eso Guarneros ganó.

Después de lo ocurrido es imposible pensar que no habrá consecuencias o que todo quedará en anécdota; quien acusó es el encargado de la seguridad en Morelos, un marino que llegó enviado por la federación y que, lo dijo, reveló información que deriva de investigaciones y actos de inteligencia policiaca. Guarneros habló de complicidades, de pactos ilícitos, de actos fuera de la ley y acciones que ameritan sanción penal; cierto: no acusó directamente a nadie, pero sus insinuaciones tenían un destinatario claro.

Agustín Alonso es un diputado que desde hace años le ha declarado públicamente la guerra al gobernador Cuauhtémoc Blanco y desde la curul se ha convertido en un referente del congreso. Cuando el exalcalde habla muchos lo escuchan porque se sabe que es duro, porque argumenta bien y casi siempre pone el dedo en la llaga. Dentro del parlamento Alonso Gutiérrez es un líder que marca agenda y es seguido por otros legisladores, pero habrá que ver hasta que punto en este tema otros representantes populares deciden acompañarlo en un tema tan espinoso como la inseguridad.

El diputado Agustín Alonso perdió el debate público porque no tiene estrategia ni equipo de comunicación, porque su voz no se replica de la misma manera que la del titular de la CES y porque el congreso no ha abierto canales de información institucional con los medios de comunicación; la versión del comisionado tuvo más alcance no solo porque expuso cosas muy delicadas, sino porque se acompañó de un esquema que multiplicó su voz y le ganó inmediatamente espacios en los medios.

Pero al final, más allá del análisis simplista sobre quién ganó ese encuentro, lo de fondo está en la gravedad de la situación que vive el estado en materia de seguridad, de violencia y por los vínculos que existen entre grupos delictivos y actores de la vida política.

El problema de inseguridad y violencia en Morelos es sumamente delicado y ha entrado ya a la agenda parlamentaria. Después de la confrontación de la semana es altamente probable que la relación entre poderes se endurezca y algunos representantes populares le pongan marcaje personal al trabajo de la Comisión Estatal de Seguridad.

Mediáticamente hablando el jefe de la policía en Morelos puede presumir que ganó la discusión; visto desde un ángulo político la realidad es que todos perdimos.

  • posdata

La semana inició, obviamente, con la continuación del encontronazo parlamentario entre el diputado y el comisionado de seguridad. El diputado Agustín Alonso Gutiérrez no se dio por aludido, pero afirmó que si José Antonio Ortiz Guarneros tiene pruebas sobre la complicidad de alguien con la delincuencia lo que tiene que hacer es presentar las denuncias correspondientes.

Al tema ya le entró el gobernador Cuauhtémoc Blanco, quien el martes reiteró lo que ha dicho muchas veces desde hace dos años: En Morelos hay narcopolíticos.

Entrevistado por compañeros reporteros el mandatario estatal aseguró que en la FGR, en la SEIDO y en la UIF hay carpetas de investigación contra figuras de la vida política que tienen relación directa con grupos de la delincuencia organizada y están abiertamente ligados al narcotráfico. “Existen audios que lo demuestran y estamos en espera de que las investigaciones avancen.

“Yo no me voy a quedar callado, nunca lo he hecho; estos narcopolíticos le están haciendo daño al estado, vienen elecciones en tres años, sabemos que ellos están metidos y que amenazan a los presidentes municipales. Hay muchos políticos que pactaron: Graco pactó y Capella pactó con el narcotráfico”.

El tema va subiendo de todo, con más personajes sumados al debate. El tiempo dirá en qué concluye esta guerra de acusaciones.

Si se repite la historia no va a pasar nada.

  • nota

La semana pasada coloqué una encuesta en mi cuenta de Twitter; la pregunta fue: ¿Quién te parece que sería mejor candidato (a) de Morena a la gubernatura de Morelos en el 2024? Las opciones fueron cuatro, porque solo eso permite la plataforma: Rabín Salazar, Rafael Reyes, Juan Ángel Flores y Margarita Saravia.

Lo primero que vale la pena hacer notar es que este tipo de encuestas no tienen ninguna validez, porque carecen de rigurosidad estadística y fácilmente se pueden alterar; la idea del tuit fue interactuar con la gente por medio de un instrumento que permite emitir un punto de vista. No olvidemos, además, que para las elecciones sexenales todavía falta mucho tiempo.

Una encuesta de este tipo genera más de tráfico que el de un tuit normal, algunos llegan a los mil votos y un número similar de réplicas, sin embargo esta ocasión no fue así: la encuesta logró 252 mil 432 votos en siete días, es decir, más de un cuarto de millón de cuentas participaron.

Independientemente del enorme tráfico y la polémica que en algunos sectores generó un tema local que además está fuera de tiempo, lo que me llama la atención es el duelo de bots entre los dos personajes que más apoyo tuvieron. Hablémoslo como es: es imposible creer que a tres años del proceso electoral una encuesta sin ningún tipo de validez ni rigurosidad tenga estos niveles de respuesta; lo que vimos fue el nerviosismo de dos personajes que innecesariamente mostraron músculo virtual.

En esta historia salta el nombre de Román Contreras Nahón, un sujeto que ocupó la dirección general de redes sociales en el gobierno de Graco Ramírez, luego se fue a trabajar con Alberto Capella a Cancún, fue director de comunicación del ayuntamiento de Solidaridad, en donde fue acusado de negligencia en la muerte de dos de sus trabajadores y acaba de regresar a Morelos para incorporarse al equipo de Juan Ángel Flores en el ayuntamiento de Jojutla.

Este tipo fue el encargado de agredir desde el anonimato a todos los que en el sexenio pasado criticaban a Graco Ramírez, a su gobierno y a su familia, era quien operaba los “gracobots” y hace tiempo fue acusado de violencia por su expareja sentimental, una joven extrabajadora de TV Azteca quien a través de un video colocado en redes sociales expuso que Román Contreras Nahón la golpeó de tal manera que la mandó al hospital. Pero regresemos a la encuesta.

Hace unos días señalé la fuerza social que aún tiene el Movimiento de Regeneración Nacional en Morelos y sus altas posibilidades de ganar la siguiente elección gubernamental con cualquiera de sus tres candidatos más fuertes: Rabín, Rafael y Juan Ángel; consideré que cualquiera de ellos sería buen candidato y todos estarían en el ánimo de apoyar a quien eligiera el partido.

Visto lo ocurrido con la encuesta tal vez no todos los aspirantes tienen el ánimo de ceder fácilmente en sus aspiraciones; me queda claro que Rafael Reyes se disciplinaría si la candidatura no lo favorece, pero ahora tengo mis dudas de que Juan Ángel Flores aceptaría no ser el candidato a gobernador o al menos, a la primera senaduría.

Las encuestas en redes sociales no sirven para nada, sobre todo cuando se vuelven una guerra de bots; este tipo de publicaciones ayudan a generar tráfico y a polemizar, pero de ninguna es determinante en la selección de candidatos, ni refleja el sentir real de la población.

Obviamente no todos lo entienden.

  • post it

El jefe de la policía en Cuernavaca se lava las manos de los hechos violentos que se han vuelto cotidianos en la ciudad: la delincuencia diversifica sus acciones con relación a la estrategia de la policía… es la propia fiscalía la que tiene que aclarar estos incidentes… insisto en la carencia de unidades operativas que nos impiden patrullar cada esquina del municipio”

Ergo: ¡Sálvese quien pueda!

Este es uno de los tantos problemas que heredará José Luis Urióstegui en Cuernavaca.

  • redes sociales

Dime con quien andas y te diré quién eres.

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco

Facebook: Eolopachecomx

Instagram: eolopachecomx