Serpientes y escaleras - Gobernar
En opinión de Eolo Pacheco

Desde hace años, gobernar Morelos se ha convertido en una actividad de alto riesgo
Gobernar
Gobernar es muchas cosas, menos algo sencillo; ejercer el poder implica tomar decisiones complejas que afectan a muchas personas, equilibrar intereses, gestionar y administrar recursos limitados y enfrentar críticas constantes. Cualquiera puede ostentar poder, pero ejercerlo de manera correcta requiere habilidades diversas, estrategia, capacidad de negociación, responsabilidad y liderazgo. Cada decisión que toma un gobernante tiene consecuencias.
El caso de Morelos es representativo de lo complejo que resulta gobernar hoy en día; la encomienda de Margarita González Saravia no es sencilla porque aunque para algunos el ejercicio de poder pareciera una tarea que solo implica dar órdenes, en realidad es un proceso lleno de presiones políticas, económicas y sociales, donde siempre queda alguien inconforme.
Los desafíos que enfrenta el régimen de la primera gobernadora de Morelos son enormes y mantienen como aspecto principal los relacionados con la seguridad, los recursos económicos y la corrupción. El primer punto es sustantivo porque ha sido el quiebre de las últimas cinco administraciones, es promesa incumplida por todos los gobiernos del nuevo siglo y se mantiene como el aspecto que más incide en el ánimo de la sociedad.
Cualquier cosa que hagan los gobernantes en otras áreas es opacada por hechos de sangre, por historias que relacionan autoridades con delincuentes y casos de corrupción que cotidianamente quedan en la impunidad.
La jefa del ejecutivo ha adoptado la línea del expresidente Andrés Manuel López Obrador, le gusta mantenerse en contacto directo con los ciudadanos y crear programas de asistencia social que forman parte de un esquema electoral.
El problema es que, aunque en términos mediáticos este tipo de estrategias son llamativas y sirven para proyectar la idea de que se apoya directamente a la gente, en el fondo son barriles económicos sin fondo, programas que consumen una enorme cantidad de dinero y en algunos casos ayudan muy poco a los beneficiados.
Los programas implementados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador son la base electoral de Morena, a partir de ahí se tiene un ejército que gana elecciones, que ha pintado al país de guinda y catapultó al Movimiento de Regeneración Nacional hasta la primera posición política del país; hay programas que son muy buenos, que ayudan a la gente y hacen la diferencia en su vida diaria; otros, por representar muy poco dinero, sirven de muy poco y no cambian nada. Ambos son carísimos para el país.
Visto desde una óptica electoral la apuesta de la 4T es correcta porque este tipo de programas ayudan al partido a mantener una base muy fuerte y sin menoscabo de la ayuda que proporcionan a los beneficiados, han construido la estructura más grande de todos los tiempos en México.
El problema es el costo: los programas del gobierno federal combinados con los grandes proyectos estructurales del sexenio pasado acabaron con las reservas económicas del país y comprometieron totalmente las finanzas de la administración de Claudia Sheinbaum.
Replicar este esquema en Morelos es interesante, pero también muy riesgoso por la dependencia económica que el estado tiene de la federación y los compromisos financieros que arrastra la administración local desde hace dos sexenios. El dinero que el gobierno morelense canalice a este tipo de programas sale de la misma bolsa e implica hacer ajustes en muchos lados. ¿Vale la pena si ya existen programas federales que hacen lo mismo?
La tierra de Zapata tiene recursos limitados y muy poca capacidad de recaudación propia; crear nuevas secretarías y tener a la “gobernadora en territorio” es atractivo en el papel, pero representa un enorme costo para el erario, porque por un lado ha aumentado la burocracia y el gasto corriente y por el otro conlleva una erogación millonaria por el costo de los eventos en los que participa la gobernadora.
Detengámonos un momento en este punto: Margarita González Saravia tiene entre cuatro y seis eventos diarios y el precio de la organización se eleva porque todo el mobiliario que se utiliza es rentado. ¿A nadie se le ha ocurrido adquirir lo necesario para los actos y de esa manera amortizar el gasto? En un gobierno austero, el costo por los eventos de la gobernadora es el más alto de los últimos cinco sexenios. Continuemos.
Si la decisión ejecutiva en Morelos es caminar por el mismo sendero del expresidente Andrés Manuel López Obrador, apostando por programas sociales, gobernando en territorio y multiplicando la burocracia, es sustantivo que la jefa del ejecutivo tenga a su lado a un extraordinario administrador, porque los recursos con que cuenta Morelos no van a alcanzar.
La planeación debe ser puntual y estratégica para que el dinero que se invierte en los programas y en mantener a la gobernadora en territorio no consuma a las demás áreas, ni se vuelva un problema financiero que explote en el último trimestre del año.
Apostar por el asistencialismo es una medida popular (o populista) que implica destinar muchísimo dinero a un barril sin fondo y aunque es una ayuda directa para ciertos sectores, cuando el apoyo es poco no transforma la vida de los beneficiados. ¿No sería más viable apostar por inversiones que detonen proyectos productivos que generen empleos, mayores ingresos y beneficios de largo plazo?
La administración de los recursos económicos es solo una de las partes que componen el ejercicio de poder; a ello se añaden aspectos sustantivos como la seguridad y la coordinación que se requiere entre los tres niveles de gobierno para atender el problema delictivo.
En este punto la historia también es compleja por todo lo que interviene en el tema, porque para hacer frente a la delincuencia también se necesita mucho dinero y aún así, al final, cualquier hecho de violencia empaña los logros.
La situación en Morelos en términos de inseguridad es compleja por las complicidades históricas entre autoridades y grupos criminales, porque muchos actores políticos están asociados con delincuentes y en casi todas las regiones de la entidad hay presencia de organizaciones criminales.
Autoridades locales y federales confirman que al menos 18 de los 36 alcaldes en funciones están relacionados con grupos criminales o tienen algún tipo de acuerdo con la delincuencia; la gobernadora Margarita González Saravia ha sido categórica al señalar que Morelos no será refugio de delincuentes, pero la afirmación solo representa un deseo, no es una garantía porque nadie, ni siquiera el jefe del ejecutivo, es capaz de cambiar esta circunstancia por si sola.
Peor: mientras se enarbola la bandera de la honestidad y el combate frontal a la delincuencia en todas sus manifestaciones, un personaje muy cercano al círculo de poder, que hace unos meses estuvo a punto de convertirse en el dirigente estatal de Morena y hasta hace unas semanas era funcionario estatal es investigado por su participación en una reunión con el líder de un cártel.
Raúl Tadeo Nava no es un político cualquiera, es un hombre que ya estuvo en la cárcel acusado de corrupción, que se pavoneaba de su cercanía con la actual clase gobernante y presumía hablar en nombre del poder. Su caso no pasa desapercibido y conforme avancen las investigaciones su figura cobrará relevancia, porque equilibra el marcador con la oposición y confirma que ningún partido está libre de este tipo de relaciones.
Gobernar Morelos es desde hace años una actividad de alto riesgo.
· posdata
La crisis en la coordinación estatal del transporte no se supera a pesar de los esfuerzos de su nuevo titular. Y es obvio: a Jorge Toledo lo lanzaron al ruedo sin protección, cuando el problema ya había explotado y además, rodeado de personas que en lugar de ayudarle hacen grande el problema.
Es evidente que ninguno de los nuevos funcionarios de la coordinación estatal del transporte son especialistas en el tema, pero también es claro que algunos de ellos, como Laura Mendizabal, llegaron a la dependencia a hacer negocios, como lo hizo en el gobierno de Antonio Villalobos.
El problema en lugar de resolverse está escalando y muestra que la renovación en la CET ha provocado un sisma donde quienes ganan son los coyotes y los perdedores son miles de ciudadanos que quieren pagar sus derechos y les resulta imposible hacerlo.
Lo que se ve en la coordinación del transporte es bizarro y no tiene precedente: gente que hace 14 horas de fila, que pernocta para obtener un lugar para poder realizar un trámite o tiene que dar una mordida ¡para pagar!
Todo esto ocurre a plena vista, sin filtros y está llamando la atención nacional; la historia de los coyotes que piden dinero para hacer trámites se ha detallado al cansancio y ninguna autoridad hace nada al respecto.
Por esta vía, pronto veremos un nuevo cambio de titular en esa oficina. Y eso es justamente lo que buscan algunos colaboradores de Jorge Toledo.
· nota
Esta es la nota de Francisco Zea en Imagen TV sobre la situación que priva en la coordinación estatal del transporte de Morelos:
“Los habitantes de Morelos han denunciado presuntas irregularidades en la dirección de Movilidad y transporte, pues al parecer existe tráfico de influencias en esta dependencia.
Actos ilícitos, redes de gestores y trámites ineficientes afectan a los ciudadanos dentro de la dirección de movilidad y transporte del estado de Morelos, encabezado por la gobernadora Margarita González Saravia.
A pesar de las promesas de transparencia y eficiencia hechas por la gobernadora, la dirección de movilidad y transporte sigue siendo escenario de múltiples irregularidades, que han derivado en la destitución de altos funcionarios y el malestar generalizado de los ciudadanos.
Fuentes internas revelan la existencia de una red de gestores que, con el respaldo de funcionarios de la administración, facilitan trámites irregulares a cambio de pagos en efectivo.
En módulos clave los gestores ofrecen obtener cualquier documento desde licencias, hasta permisos de circulación mediante sobornos que van desde los $800 hasta los $2500 pesos. Esta red ha facilitado que numerosos vehículos de alta gama de todo el país porten placas de Morelos, lo que ha despertado sospechas sobre posible lavado de dinero y tráfico de influencias dentro de la dependencia.
Para poder obtener un trámite dentro de la dirección de movilidad y transporte de Morelos se debe de llegar desde las 04:00 o 05:00 de la mañana para conseguir un turno y aún así no siempre logran ser atendidos debido a la falta de organización y personal.
Las largas filas y las horas de espera han generado protestas y un creciente descontento social contra la administración de la gobernadora Margarita González Saravia.”
· post it
Imagina lectora lector queridos, que todos los días vas a organizar una fiesta con al menos doscientos invitados; para ello requieres sillas, equipo de sonido y el mobiliario necesario para que el evento se desarrolle de manera adecuada.
Piensa luego que tendrás de cuatro a seis fiestas iguales todos los días, cada una con los mismos requerimientos materiales.
¿No sería más barato comprar equipo en lugar de rentarlo? ¿En qué cabeza cabe que lo mejor, financieramente hablando, es pagarle a un intermediario?
Con un administrador así cualquier empresa quiebra.
· redes sociales
No representan mucho, pero el PRI y MC se pronuncian porque se castiguen los actos irregulares de Cuauhtémoc Blanco como gobernador.
Después de ver lo que sucedió en la cámara federal, pocas esperanzas hay de que se haga justicia en ese caso. El bloque chairo es impenetrable.
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