Serpientes y escaleras - El arranque

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - El arranque

 

Comenzó formalmente la carrera por la gubernatura de Morelos. No hay nada definido

 

El arranque

Las campañas por la gubernatura de Morelos iniciaron con emoción en los partidos y apatía en la sociedad; las dos candidatas que pueden ganar llenaron sus respectivas plazas, tuvieron eventos multitudinarios, pero ninguna ha logrado aún despertar el interés colectivo. El proceso electoral 2024 todavía no prende a pesar de que la contienda empezó hace meses y el discurso es explosivo, aunque no queda duda de que las cosas se calentarán. El domingo quedó de manifiesto que los dos equipos tienen capacidad de movilización.

Revisemos lo que sucedió en el arranque de las campañas:

Lo primero que vale la pena observar es que las dos candidatas tienen capacidad de movilización; la hipótesis de que solo Morena tiene estructura quedó borrada con el evento masivo de Lucía Meza. Durante meses los morenistas presumían que solo ellos tenían gente y que su triunfo estaba ahí, porque tenían una enorme fuerza de movilización y su adversaria no; ahora vemos que la oposición también tiene poder de acarreo.

Llenar plazas es una práctica recurrente por los políticos, les gusta hacerlo para lucirse, porque se ve bien en las fotos, presumen estructura y demuestran que tienen fuerza para ganar; llenar un evento con acarreados no es cualquier cosa, cuesta mucho dinero y se requiere de personas que entiendan del tema, pero en ningún caso hay garantía de votos.

Desde hace al menos dos décadas el manejo de las estructuras se prostituyó y muchos de quienes dicen controlarlas se venden al mejor postor; se trata de un duelo entre mentirosos, de una cadena de engaños que comienza con quien paga, incluye a los que operan y a quienes reciben. Hoy la gente le da la vuelta a los “operadores”, reciben el dinero y los apoyos que les dan, acuden a las plazas, aplauden y echan porras, pero al final votan como quieren, porque no hay forma de que eso se controle.

Para lo que sí sirve la estructura es para movilizar, sobre todo el día de la elección; tener estructura no ayuda a convencer, pero garantiza que la gente promovida salga a votar, con la confianza de que lo harán a favor de quien los apoya. Suponer que en una campaña basta con un buen discurso o que la gente participará solo por convencimiento es muy arriesgado. Sí ocurre y hay muchas personas que lo hacen, pero no están en los partidos, ni mucho menos en las estructuras; para un candidato el equipo de movilización es clave porque le ayuda a ganar. Ahí es donde pesa la estructura.

En lo que respecta a los discursos, en ambos casos hubo comentarios interesantes, aunque nada distinto a lo que las candidatas han dicho a lo largo de los últimos meses: Lucía Meza mantuvo su ataque contra el gobernador Cuauhtémoc Blanco, la inseguridad y la continuidad que, insiste, representa la abanderada de Morena; “Hoy nos enfrentamos a un desafío: continuar sometidos a los abusos de quienes han hecho de Morelos un botín, dejándonos a nosotros, los ciudadanos a merced de la delincuencia que nos asalta, secuestra y extorsiona todos los días, hoy iniciamos el cambio que todos representamos, para recuperar la dignidad, la seguridad, la justicia y la prosperidad”

Margarita González Saravia también subió el tono de su mensaje: dijo que ésta es la lucha por la justicia y contra la impunidad, prometió que acabaría con la inseguridad, que apoyaría a los sectores más desprotegidos y se comprometió a someterse a una valoración pública a la mitad de su mandato para que el pueblo decida si continúa o se va. En esta elección nos enfrentamos a la mafia del poder en el estado de Morelos, a personajes que han traicionado la confianza del presidente y del pueblo, que se han unido y han puesto en juego las peores artimañas del PRI, PAN Y PRD y sus aliados. Ellos buscan regresar al poder para continuar con gobiernos de privilegios, buscan seguirse enriqueciendo, no tienen propuesta y sólo de dedican a calumniar, a denostar, a confundir, a crear guerras sucias”.

Ninguno de los dos mensajes fue memorable, en ambos casos se abusó de la demagogia, de las expresiones trilladas y de promesas que se repiten desde hace muchos años. El formato de los eventos fue muy parecido y hasta el retraso informativo de sus áreas de prensa se mimetizó, porque de los dos lados se tardaron mucho en procesar los eventos y por ende se quedaron fuera de la mayoría de las ediciones. Todo el esfuerzo y recursos invertidos se perdieron porque las fotografías se mandaron tarde.

Más allá de los números, en términos de presencia política las dos candidatas estuvieron arropadas por sus partidos: del lado de Morena fue sobresaliente la presencia de Claudia Sheinbaum y del lado del FAM notoria la ausencia de Xóchitl Gálvez, quizá porque a la abanderada presidencial opositora no le gustó la campaña de “evolución democrática” desplegada por el equipo de Lucía Meza. Otro aspecto llamativo en esta historia fue la ausencia de Cuauhtémoc Blanco Bravo, lo que dejó de manifiesto que la relación entre él y Margarita no es buena.

El arranque de campaña dejó satisfechas a las dos candidatas porque llenaron la plaza, mostraron músculo y recibieron el apoyo de sus seguidores; de ambos lados hubo mensajes interesantes, pero nada que perdure más allá del evento. El aspecto más representativo de esta historia es el equilibrio de estructuras, lo que acaba con el mito de que solo de un lado hay capacidad de movilización.

El domingo comenzó la verdadera batalla por la gubernatura, ahora todos los detalles cuentan y cada acción, mensaje, descuido o error puede ser determinante en el rumbo de la elección. Morena presume confianza por su estructura y los 30 puntos que, dicen, están por encima de su rival; la oposición también se muestra optimista, sobre todo luego de confirmar su capacidad de movilización.

La que ha comenzado no será una cruzada sencilla para ninguno de los dos equipos, porque más allá de lo que cada candidata presume, en las calles, en las mesas y en las casas no se percibe una elección definida, como ocurrió hace seis años con Andrés Manuel López Obrador.

El duelo entre proyectos es claro y está a la vista: la oposición se va a concentrar en el ataque, en resaltar los errores del gobierno actual, utilizará la crisis de inseguridad y la violencia para llamar la atención e insistirán en su intento de enlazar las figuras de Margarita González con la de Cuauhtémoc Blanco.

La candidata de Morena no se saldrá del guion, continuará centrada en la propuesta, exaltando los logros del gobierno federal y evadiendo el tema local; lo único nuevo del lado de la 4T es el deslinde público de Margarita del gobernador y la afirmación de que del lado de Lucía está la verdadera mafia, los que saquearon al estado, los que hacen guerra sucia y generaron el clima de inseguridad. Dice la candidata de Morena: Cuauhtémoc ya se va, pero Graco quiere regresar.

Y sí.

·         posdata

Samuel Sotelo asume a partir de mañana la titularidad del ejecutivo de Morelos en sustitución de Cuauhtémoc Blanco Bravo, quien se separará del cargo durante dos meses para cumplir con lo que establece la ley para poder acceder a una diputación federal plurinominal.

La maniobra legal del futbolista fue excelsa y tomó por sorpresa a sus opositores, quienes se dieron cuenta tarde del movimiento y ya no pudieron hacer nada para cerrarle el paso a San Lázaro.

El trabajo que deberá llevar a cabo durante dos meses el gobernador interino parece simple y si no sucede algo extraordinario, lo será. En principio Samuel Sotelo debe flotar, es decir, evitar conflictos, polémicas o situaciones que comprometan la estabilidad del estado, lo cual siendo un hombre mesurado y prudente como lo es, no le resultará difícil.

La ausencia de Cuauhtémoc Blanco del escenario político local ayuda a la entidad porque será una contienda muy dura, plagada de adjetivos y con acusaciones directas contra el mandatario y su equipo más cercano. Conociendo la personalidad del futbolista era predecible que en algún momento se engancharía, contestaría y avivaría la polémica, situación que sin duda afectaría la estabilidad institucional. Por eso cae bien su ausencia.

Algo que debe hacer el gobernador interino en los dos meses siguientes es tratar de reconciliar, curar heridas y construir puentes de diálogo con todos; de cara al final del sexenio ese trabajo es fundamental no importa quien gane la elección; y evidentemente Cuauhtémoc Blanco nunca conciliará, porque no está en sus genes.

Samuel Sotelo es un hombre decente, mediador por naturaleza, alguien que al menos por dos meses puede darle tranquilidad al estado y quizá logre atemperar un poco los ánimos.

Ojalá lo haga.

·         nota

El Impepac determinó que habrá dos debates entre las aspirantes a la gubernatura de Morelos; no serán “tres o más” como lo pedía el frente opositor, ni tampoco uno, como solicitaba Morena.

La decisión del órgano electoral intenta ser salomónica, pero parece más cargada al lado del FAM, dada la historia personal de la presidenta. A Lucía Meza la urge debatir con Margarita González, lo ha dicho en todos los espacios que puede; sabe que ello ayuda a su causa, le permitiría llamar la atención y eventualmente ganar puntos en la carrera por la jefatura del ejecutivo.

La regla dice: quien va arriba no debate.

·         post it

El presidente estatal del PRI rechaza la posibilidad de renunciar a su diputación local pluriominal bajo adscripción indígena “aunque los pueblos indígenas no lo reconozcan”.

Jonathan Márquez defiende su derecho bajo la hipótesis de que ha realizado acciones en favor de las comunidades indígenas, como lo establece la ley, pero no intenta hacerse pasar por indígena, como lo trató de hacer Daniel Martínez Terrazas en el 2021. 

Obvio: con ese nombre y perfil escandinavo pocos creerían que el vikingo tricolor tienen raíces indígenas.

·         redes sociales

La candidatura de Lucía Meza fue impugnada porque no renunció a tiempo a su posición en el senado.

Pero la ley no establece específicamente que un senador deba separarse del cargo para ser gobernador, por tanto se prevalece su derecho a ser votado.

Como la condición no está expresamente especificada en la ley, no hay impedimento.

Ergo: la denuncia no procederá.

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