¿SEGUIMOS LA RUTA DEL PERÚ?

En opinión de José María Román Román

¿SEGUIMOS LA RUTA DEL PERÚ?

En el Perú, después de que Alberto Fujimori restableció el orden al detener a Abimael Guzmán, creador de Sendero Luminoso, todo marchó bien. Hubo orden, creación de empleo, inversiones internacionales y nacionales, y si recorriéramos al menos el Sur del Perú, que afortunadamente me tocó hacerlo hace algunos años, encontraríamos la huella en obra pública del descendiente de japoneses casi en cada pueblo o Ciudad.

Perú marchaba bien con un crecimiento de lo más alto en América, con una estabilidad envidiable. Detenido por Alberto Fujimori el creador de Sendero luminoso y autor indirecto de casi más de 80 mil muertes, perú caminaba en paz y trabajo. La Constitución creada por Fujimori, funcionó hasta la fecha, con sus necesarios ajustes, desde luego. Acusado y detenido por una matanza de personas realizadas por sus subalternos cuando ostentaba el poder, se argumentó que consintió  el asesinato de más de una cincuentena de peruanos y a la fecha, en su ancianidad, sigue en prisión. Pero el Fujimorismo no terminó al ser detenido, y a la fecha sigue en pie a través de su hija Keyko sin la presencia del antiguo agrónomo que dio su origen y es una de las fuerzas mayores políticamente hablando que tiene una vastísima influencia en ese país.

Asalta mi mente la pregunta aun sin respuesta de: ¿Qué pasó en Perú?  Porque los Peruanos teniendo una avalancha casi millonaria de Venezolanos huyendo de la pobreza generada de un demagogo como Hugo Chávez y destructiva y continuada por Nicolás Maduro, da el ejemplo de lo que no debe hacer una sociedad, y lo están haciendo los peruanos al seguir a un maestro mesiánico y corrupto como Pedro Castillo, actualmente detenido y juzgado precisamente por actos de corrupción y por desconocer la autoridad del pueblo representado por los diputados y Senadores de ese país. Aquí decimos poco y castigamos menos la muy documentada corrupción de los funcionarios del actual gobierno. Allá, no. Castillo Fue sometido a destitución varias veces y al mirar que la última de hace dos meses sí sería retirado del poder y juzgad por actos corruptos de él, sus ministros y su familia, debidamente documentados, desconoce el Congreso, pretende desaparecerlo por decreto y el ejército, leal a la Constitución, se opone y camino a la embajada de nuestro país, allá, es detenido por la policía.

¿Por qué ese profesor rural escogió a México, donde actualmente está su familia bajo la protección y apoyo de AMLO el intervencionista de los asuntos de otras naciones, pero muy en especial metiche de los asuntos de la nación Peruana? Esa historia no es reciente, porque el año pasado AMLO mandó al titular de economía a intervenir a favor del Presidente Sudamericano destituido, hecho muy criticado porque además de meterse en asuntos ajenos, AMLO realizó declaraciones públicas defendiendo al corrupto presidente Castillo. Las críticas en el Perú por desgracia se han recrudecido en contra de México.  Castillo propició y promovió la misma política de AMLO de regalar por regalar dinero a los pobres y eso justifica en parte el apoyo de las poblaciones empobrecidas a las que les ofreció durante su gobierno dádivas, como aquí, pero no soluciones reales para salir de la pobreza. Esa gente, generalmente de poco criterio y escasos recursos en todos los sentidos se lanzan a la lucha porque regrese al poder el maestro o se convoque rápido a elecciones. Quieren que sea rápido antes de que se enfríe el movimiento porque saben que si pasa el tiempo, desaparece. ¿Pero quién realmente mueve a las masas empobrecidas en Perú? Los políticos demagogos izquierdistas nostálgicos de un sistema socialista como en Venezuela o comunista como en Cuba donde hay ricos, pero hay muchos pobres y empobrecidos por el propio sistema político para utilizarlos como carne de cañón electoral y así mantenerse en el poder. Exactamente lo mismo que nosotros. Para financiar todo esto, se requiere dinero y por eso AMLO mete las narices en asuntos ajenos porque en el fondo hay una cofradía internacional que mueve recursos para financiar movimientos sociales en otros países, en el nombre de la pobreza. Cuba en su tiempo fue un promotor de luchas armadas en América Latina y África con recursos Soviéticos, por eso considero que si al presidente no se le controla el manejo del dinero y lo mueve a discreción, es posible que sea parte aportadora de un fondo común internacional que promueva estos actos de rebelión. En las próximas elecciones, si MORENA su partido pierde la elección presidencial, es altamente probable que nos topemos con un problema similar donde se desconozcan los resultados y lancen un movimiento desestabilizador que como en Perú. ¿Seguiremos esa ruta Peruana?, Tal vez