Secreto a voces - El Lago de Texcoco (45)
En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz
Decía Humboldt: “Es un espectáculo interesante el que se puede gozar todas las mañanas al amanecer, el ver entrar estas provisiones y una gran cantidad de flores en barcos chatos, conducidos por indios que bajan por los canales de Ixtacalco y de Chalco … El paseo en lancha alrededor de las chinampas de Ixtacalco, es uno de los más agradables que se pueden gozar…”. Lo mismo que veía Humbodlt es lo que los ojos de Cortés miraron desde las alturas de los volcanes que vigilan el Valle de México. Un pulular de canoas que transitan por los canales de la ciudad, que entran y salen de ella con mercancías y personas, que recorren los canales y las riberas de los pueblos que se encuentran al margen del lago. En ese mítico lago, que deslumbraba a visitantes, también ocurrieron sucesos históricos que marcaron la vida de la sociedad mexicana, como fue la conquista de México que tuvo en la disputa entre bergantines y canoas, españoles e indígenas, a los principales contendientes por la hegemonía de ese espacio acuático, casi único, como sede del poder mexica.
La cuenca hidráulica en donde se ubicó la ciudad de Tenochtitlán estuvo conformada por los lagos de Texcoco, Zumpango, Xochimilco, Chalco y Xaltocan. Fueron dos mil kilómetros cuadrados los que en conjunto concentró en la era en que la capital del imperio mexica fue hegemónica en Mesoamérica, porque recibía el agua de 14 ríos que lo alimentaban. Los lagos no siempre estaban unidos, pero siempre de que llovía en abundancia quedaban integrados como si fuera uno. La distancia entre Chalco y Zumpango, era de 600 kilómetros de agua. Había en total 14 puertos: los puertos eran: Chalco, Xochimilco, Texcoco, Zumpango, Texcoco, Tacuba, Coyoacán, Azcapotzalco, Cuautitlán, Tepeyac, Chimalhuacán, Iztapalapa, Mixquic e Iztapalapa. Sobre pequeñas áreas de lodo al occidente del Lago de Texcoco se creó Tenochtitlán, a iniciativa de los mexicas. Aprendieron de otros pueblos la técnica de crear chinampas sobre el lago (islas) sobre las que se creó la ciudad. Consumían, sus habitantes, agua a través de un acueducto de Chapultepec, construido por Nezahualcóyotl. Se comunicaban a través de amplias avenidas con la ribera del lago. Las canoas transitaban por canales y los peatones transitaban por calzadas con camellones y edificios. Los habitantes de la ciudad eran entre 72 mil y 300 mil, con 60 mil casas.
Vivir junto al agua o cerca de ella es el significado de la palabra Anáhuac. El surgimiento de la ciudad en el centro del lago como una manera de cumplir una mítica creencia sirvió además para dar origen a una ciudad en la que sus principales calles tuvieron como recurso al agua que dio origen a la creación de medios de transportación al interior del lago y de comunicación con los pueblos ribereños, los barrios, entre las casas y la transportación de mercancías: todo a través de las canoas o acallis. Tanto la ubicación de la ciudad como las canoas fueron un recurso que sirvió para mantener la defensa de la ciudad y las canoas, con el tiempo, constituyeron un recurso de transporte y comunicación, así como un arma de guerra y defensa. Otro aspecto a destacar es la importancia de las canoas en el siglo XVI, su utilización para extraer de las aguas un millón de pescados para alimentar a los pueblos vinculados al lago. El papel de las canoas se fortaleció con la consolidación de otros lagos como Texcoco, Zumpango, Xóchimilco, Xaltocan y Chalco. En total estaba constituido el mundo urbano por unas 40 ciudades importantes. Motolinía, describe así la importancia de las canoas en el ritmo de la ciudad:
“Que había en México muchos acallis o barcas para servicio de las casas, y otras muchas de tratantes que venían con bastimentos a la ciudad y todos los pueblos de la redonda, que están llenos de barcas, que nunca cesan de entrar y salir de la ciudad, las cuales eran innumerables. En las calzadas había puentes que fácilmente se podían alzar, y para guardarse de la parte de agua eran las barcas, que digo, porque eran sin cuento, porque hervían por el agua y por las calles”.
Las canoas creadas por la cultura acuática de los pueblos, pero hegemonizado su uso por la potencia militar que eran los mexicas, sirvieron como un medio para el traslado de los ejércitos de Tenochtitlán hacia otros pueblos ribereños con quien sostuvieron enfrentamientos con la intención de someterlos. Mocteuzma I, abuelo de Moctezuma Xocoyotzin (quien gobernaba el imperio tenochca a la llegada de los españoles) contrataba jóvenes a quienes se les instruía en el uso de las canoas con fines militares y de conquista. Podían ser utilizados para trasladar hasta 60 personas, que acompañaban a Moctezuma en sus paseos. “era de fondo plano, sin velas ni timón; se impulsaban con grandes remos, cuyo extremo se fijaba en el fondo de los lugares someros, o con paletas, en aguas profundas”. En total se calcula la existencia de entre 60 y 70 mil canoas. El tamaño de algunas embarcaciones no era tan grande, algunas estaban creadas a partir de un tronco al que se le hizo un espacio y operaba con un remero. La importancia de las canoas para cumplir el objetivo de la conquista lo comprendió Cortés durante su primer intento fallido de conquista y como parte de esa experiencia diseñó la estrategia de traer cuatro bergantines para derrotar a las canoas.
Los mexicas, antiguos habitantes y grupo hegemónico en Mesoamérica, utilizaban la canoa para desplazarse en lagos y ríos, para la guerra, como medio de transporte de piedras en el momento en que empezaron a construir diques para evitar inundaciones de Tenochtitlán. También usaban los pies y de manera principal porque las canoas es un medio para moverse en ríos y lagos. Claro que, sobre todo en el Lago de Texcoco, las canoas eran preponderantes para trasladarse de un lugar a otra ya que en aquellos tiempos el lago era inmenso y abarcaba desde lo que hoy es el municipio de Zumpango, en el Estado de México, hasta donde se ubica el municipio de Chalco. Ocupaba 600 kilómetros. La canoa servía para trasladar o mover personas, así como mercancías y otro tipo de objetos. También era utilizada como un medio de defensa ante los ataques que podría sufrir la ciudad de Tenochtitlán ubicada en el centro de lago. Lugar en donde, cuenta la leyenda, antiguas tribus que provenían del norte de Mesoamérica, fundadoras de la ciudad, encontraron a un águila que devoraba una serpiente como un indicio de que ahí deberían asentarse.
El lago y la ciudad fueron testigos del primer encuentro Caminan por la calzada que lleva al centro de la isla en donde son recibidos por mil personas y Moctezuma. Cerca de lo que hoy es la calle Pino Suárez, ocurre el primer encuentro entre Cortés y Moctezuma. Moctezuma era transportado por unas andas de donde descendió. Por cierto, Moctezuma no pisaba las calles y las personas con quienes se encontraba en las calles de la ciudad, mientras era transportado, tenían que bajar la cabeza, por lo que pocos lo conocían. Llegó acompañado por 200 personas. Cortés, en caballo, bajó y quiso abrazar a Moctezuma, pero se lo impidieron quienes protegían al mandatario tenochca. Cortés es considerado en ese momento un enviado de Quetzalcóatl-Carlos V. Luego de seis días, Cortés apresa a Moctezuma, porque el señor de Nautla, Cuauhpopoca, había dado muerte a cuatro españoles incluido Juan de Escalante, encargado de Cortés en Veracruz, por órdenes de Moctezuma. Con grilletas a Moctezuma se le obliga a traer Cuauhpococa quien es quemado en la Plaza Mayor, junto a otros principales. Existen versiones de que Moctezuma fue hecho preso desde el primer momento. Lo importante es que junto con el detuvieron a los reyes de Tacuba, Texcoco y Xochimilco, entre otros. Sigue la búsqueda de las riquezas del emperador y los lugares, minas, de donde se extrae el oro.
Carlos Sierra, autor de uno de los textos utilizados, refiere un texto escrito por Alcalá, en el que se expone un interesante punto de vista sobre el desenlace militar ocurrido en el Lago de Texcoco, en la que se enfrenta dos civilizaciones, una muy distinta del lugar del que venía y de las ventajas que tuvo a pesar de ello:
“En ellos (los lagos) o mejor dicho en él, se dio la famosa batalla naval que acabó con el imperio mexicano y a la verdad que cuando se reflexiona sobre sus pormenores, se asombra uno de que vinieron a las manos pueblos tan distantes como el español y el azteca; con armas tan desiguales; con buques tan diversos; con parte de ellos construidos en el acto; con una táctica para las circunstancias; y sobre todo cuando se calcula que estos dos pueblos pelearon a una distancia de tres mil leguas cada uno de su país primitivo, y ejecutaron una acción de armas flotante sobre las aguas estando mil ciento setenta y ocho toesas más altos que la mar, y a la distancia de cien leguas de ella. Las batallas de Malta, Lepanto y Trafalgar ¿habrán sido más célebres? No ciertamente, pues la nuestra está concurrida de circunstancias tan raras, que la hacen singular en la nomenclatura de las guerras marítimas del mundo”.
Finalmente, la sociedad virreinal y postindependentista buscó la manera de desecar el lago ante los cambios que trajo la naturaleza y las necesidades de nuevos actos sociales y políticos. No fue fácil. El siglo XX fue el que vio la obra final de desecación del lago. (Con textos de Jaime Montell, José Luis Martínez, Carlos Sierra, SCJN).