Repaso - ¿DE QUIÉN O QUIÉNES SON LOS NEGOCIOS “EL REY DE LA ARRACHERA”?
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
Durante casi dos años, uno de los efectos nocivos ocasionados por la malhadada pandemia, en Cuernavaca y en todo Morelos, son las noticias recurrentes sobre la crisis económica que padecían o padecen los propietarios de toda clase de negocios. Se ha llegado incluso a informar sobre el cierre de establecimientos por aquí y por allá.
El desaliento en la inversión y en el emprendimiento fue y es constante, con la correspondiente pérdida de fuentes de empleo. En pocas palabras, los hombres de negocios no la ven llegar, si nos atenemos a sus constantes lamentos.
Frente a ese panorama adverso, cualquier persona que tome la decisión de abrir algún giro comercial llama la atención. Es como si pretendiera remar contracorriente o si quisiera dar el ejemplo de confianza en su proyecto, pese a los estragos del Covid 19 en el ánimo de clientes y consumidores, renuentes a frecuentar lugares a los que acuden muchos más, pese a que sepan que se toman las medidas de seguridad y preventivas correspondientes.
En nuestra entidad tenemos uno de esos casos. Distribuidos en varios puntos geográficos han abierto sus puertas, desconozco desde cuándo, una serie de establecimientos con la razón comercial “El rey de la arrachera.”. No se trata de cualquier puestecito, sino de amplios y confortables espacios en donde se puede consumir una variada gama de platillos y antojitos.
Se nota que los propietarios tienen recursos. Funcionan varios de esos establecimientos: en Cuernavaca centro, en San Diego, en Acapantzingo, en Averanda, en Ocotepec.
Lo mismo sucede en algunos municipios: en Paseo Cuauhnáhuac, Jiutepec; en Cuautla, en Temixco, en Alpuyeca y en Jojutla. Fuera de Morelos, es reciente la fecha en que inauguraron uno en Coyoacán, Ciudad de México.
Es evidente que los emprendedores son hombres o mujeres de negocios. Invierten en grande para que las ganancias sean iguales.
En lo personal, me gustaría conocerlos para entrevistarlos y saber de sus razones y su confianza, repito, para abrir negocios de esas características en estos tiempos azarosos.
Tengo algunos nombres, pero no considero conveniente mencionarlos hasta que haya la total certeza de que corresponden a algunos socios o copropietarios y, desde luego, para no dar “sugerencias” a quienes andan por allí cometiendo una serie de ilícitos a costa de la seguridad y la integridad física de las personas dedicadas a actividades económicas, de las tantas que necesita el estado de Morelos para salir adelante.
También, lo reconozco, porque uno o dos de esos nombres pertenecen a individuos que se desempeñan como funcionarios públicos en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo, o que se les identifica como cercanos al primer círculo de conocidos del ex futbolista.
El tema, desde cualquier óptica, es interesante. Espero tener la oportunidad de conseguir datos duros para no andar especulando. Sobre todo, porque si verdaderamente fueran funcionarios, movería a sospecha si ha influido esa condición para facilitarles su iniciativa de estar en activo en el servicio público y al mismo tiempo arriesgar su capital en ese tipo de establecimientos comerciales.
E mail: profechon@hotmail.com