Repaso

• Carlos Barreto Mark

He tenido la suerte de conocer, gracias al quehacer periodístico, a hombres y mujeres de valía. Buenas personas, en primer lugar; morelenses hasta el tuétano, sin duda; afanados en mantener vivo el apego a la cultura regional, desde luego.

Eso pienso de Carlos Barreto Mark, a unos días de su lamentable deceso. No hablo de oídas. Me consta el celo y el compromiso con los que cumplía las tareas a las que dedicó pasión y emoción,

Recuerdo su activa participación en el suplemento Tamonachán, publicado en El Regional del Sur que conducía Efraín Pacheco Cedillo. El “tocayo”, como me permitió llamarlo, llegaba puntual con el material seleccionado para difundir las investigaciones o los estudios de los especialistas que prestaban su iniciativa y capacidad en el Centro Morelos – Guerrero del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Otros de sus colegas también cumplían con atingencia esa encomienda.

Otros seguramente se referirán con mayor amplitud y conocimiento a sus logros académicos y al impulso cultural que promovió en Cuautla, siendo director del Museo Regional conocido como Casa Morelos. En lo particular, siempre le reconocí su calidad humana para compartir saberes. A su amparo y como anfitrión, infinidad de libros se presentaron en ese lugar, por lo general en un agradable patio que se prestaba para la reunión entre iguales, con el interés común de indagar raíces y querencias.

Fui uno de los que acudió allí, en Cuautla, para presentar un libro de mi autoría, “Escuelas y maestros morelenses hasta el zapatismo”. También, hace años, se presentó el libro de secundaria “Morelos, espacio y tiempo”, uno de cuyos capítulos, el referente a la revolución zapatista, lo escribió Carlos Barreto. Quizá inmerecidamente, varias ocasiones me invitó para comentar alguna obra. No se me olvida que eso hizo con un libro sobre educación escrito y dibujado por Eduardo del Río “Rius” o, más recientemente, un interesante libro sobre la educación en la entidad del joven historiador Héctor Omar Martínez. La lista sería interminable y sólo me limitó, con cierta vanidad, a mencionar los títulos que me correspondieron ver, consultar y valorar por aquellos rumbos del oriente de la entidad.

En realidad, lo que trato de comunicar es la disposición de Barreto Mark para abrirle espacio a quienes algo querían decir sobre la circunstancia regional, principalmente. Su legado debe preservarse. Y no solamente el directamente vinculado con los deberes contraídos como integrante del equipo regional del INAH, sino como morelense sobresaliente, como cuautlense empeñado en hacerle honor a su paisanaje, que es identidad, pertenencia y arraigo.

Para Carlos Barreto Mark, mi amigo, mi tocayo, mi reconocimiento de siempre.

• De refilón

Me entero que Víctor Hugo Valencia regresa a Morelos para dirigir nuevamente, por tercera ocasión, el Centro INAH Morelos. Qué bueno que anda otra vez por acá. Será para bien de quienes le conocemos.

• Rebaba

Es hora de que en Morelos haya un espacio o rotonda para de hombres y mujeres ilustres. Hay que fortalecer la memoria colectiva que es andamio para saberse beneficiario de un rincón patrio como el nuestro, y de los personajes que con su creatividad y esfuerzo nos alimentan el orgullo de ser de aquí.

E mail: profechon@hotmail. com