Repaso
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
- SNTE: ¿con voto directo se garantiza la democracia?
Moisés Jiménez, un viejo conocido de las maestras y los maestros morelenses, así como actor principal del intento por “recuperar” al SNTE conforme a la visión elbista, afirma lo siguiente en una especie de boletín de prensa fechado en Pachuca el pasado 19 de septiembre:
“Ya es oficial, a partir de enero les cantan las golondrinas en el SNTE para comenzar la renovación de todas las secciones magisteriales.
“De acuerdo al calendario del Gobierno Federal, comenzará primero el cambio en las 61 secciones para posteriormente terminar con la elección del SNTE nacional.
“Podrán votar de manera universal, libre, directa, secreta y nominal más de dos millones de trabajadores de la educación que ahora tiene el sindicato más grande de América Latina.”
A su vez, Salvador García Soto, autor de la columna “Serpientes y Escaleras”, que se publica en El Universal, comenta en su entrega del pasado 21 de septiembre:
“Por lo que respecta al SNTE, se espera que, en el lapso del siguiente año, todas las secciones afiliadas convoquen a comicios internos de dirigentes y lo hagan con el mecanismo de voto libre, directo y secreto que los mandata la ley.”
En efecto, en la Ley Federal del Trabajo, Artículo 371, fracción IX, se especifica:
“IX. Procedimiento para la elección de la directiva sindical y secciones sindicales, el cual se llevará a cabo mediante el ejercicio del voto directo, personal, libre, directo y secreto.”
El voto individual directo y secreto como garantía de una cultura democrática sin intermediarios. ¿Sin delegados que, por lo común se reparten el pastel en las respectivas secciones sindicales alentados por sus intereses personales y de facción? Históricamente, en la Sección 19 correspondiente a nuestro estado, por lo general así ha ocurrido. De allí que haya trayectorias de personajes con larga duración dentro de la representación seccional, porque saben nadar en esas aguas de los acuerdos sesgados, las componendas de grupo, la dádiva en algún cargo sindical.
¿Eso se va a acabar con el voto secreto, directo y nominal? Está por verse y no hay que ilusionarse mucho. Porfirio Díaz se reeligió varias veces, “gracias” a la voluntad ciudadana reflejada en las urnas, pero era saber generalizado que antes aplastaba todo intento de oposición. Como quiera que sea el PRI duró tantos años gobernando con sus respectivos y a veces deplorables presidentes, quienes “arrasaban” en las jornadas electorales y “legitimaban” su ascenso gracias al voto directo y secreto. Detrás de esas “jornadas democráticas” muchísimos sabíamos que se escondía truculenta la cultura del fraude donde imperaba la compra de conciencias, los tufos corporativos, las intimidaciones institucionales, incluso las complicidades sindicales como se ocurrieron en el SNTE a cambio de alcaldías, diputaciones locales y federales, senadurías e incluso gubernaturas.
Para enturbiar más nuestro pesimismo, estamos frente a un pleito de élites cupulares al interior del sindicato magisterial, por lo que, llegando los tiempos, atestiguaremos seguramente una lucha canibalesca por el poder que quieren para vivir con holgura.
Es razonable, pienso, la duda de que el cambio de procesos de designación de representantes sindicales no logrará por sí mismo la instauración de una nueva forma, realmente democrática, en la vida del SNTE y de otros más sindicatos igualmente artríticos.
Me pregunto: ¿habrá alguien en la estructura actual de la Sección 19, que nos ilustre lo que se va a hacer para alcanzar esa vida democrática que no se tiene? ¿Cómo se están preparando para los procesos que vienen? No vaya a suceder que, como siempre, estén esperando a que “desde arriba”, les digan lo que tienen que hacer, cuando hacerlo y hacia dónde moverse, como se hacía para conformar una falsa planilla de unidad.
Creo que estamos a tiempo para analizar, discutir, señalar tendencias gremiales del sindicato de las maestras y los maestros morelenses, como para pulsar el ánimo realmente democrático, incluyente, transparente, que debe advenir. De otro modo observaremos, cruzados de brazos, el paso de la simulación a la que estamos acostumbrados, para no cambiar.
Aquí, en ese modesto espacio, se aceptan puntos de vista, aportaciones, elementos para entender lo que viene y cómo vendrá. ¿Quién se anima?
- De refilón
Pensando positivamente, podríamos suponer que los vientos de cambio en las representaciones sindicales podrían abrir el espacio a verdaderos líderes y no solamente a los “bendecidos” por los jerarcas del Comité Ejecutivo Nacional.
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