Registros genéticos de víctimas de Morelos, vendidos por comisionado de Búsqueda
El culpable, condenado a un castigo mínimo; no pisará la cárcel
Se puso en riesgo información sensible de las víctimas y la seguridad Nal.
Un tribunal unitario encontró culpable al excomisionado Nacional de Búsqueda, en la administración de Enrique Peña Nieto, Roberto Cabrera Alfaro, por haber vendido los perfiles genéticos de personas víctimas de la delincuencia de Morelos y otras dos entidades, a una empresa privada.
La sentencia impuesta por el juez federal Felipe de Jesús Delgadillo Padierna implica prisión por tres años y multa de 3 mil 19 pesos la cual, sin embargo, puede ser permutada por trabajo en favor de la comunidad, por lo que el exfuncionario no pisará la cárcel. Además, su equipo de defensa advirtió ante medios nacionales, tras la resolución judicial, que apelará el castigo.
La acusación en su contra estableció que el 31 de mayo de 2017, a las 6 de la tarde, en las instalaciones de la entonces Comisión Nacional de Seguridad (Conase), en la Ciudad de México, fueron entregados en venta 49 mil perfiles genéticos a la firma ADN México-Central ADN.
Se trataba de bases de registros genéticos proporcionados en su momento a la Comisión de Búsqueda federal por las fiscalías de MORELOS, Coahuila y San Luis Potosí.
El juez consideró que se puso en riesgo tanto información sensible de las personas víctimas y sus familias e, incluso, la seguridad nacional.
El encargado principal en el país de localizar a las personas desaparecidas igualmente quedó inhabilitado para ocupar cargos en la administración pública en los tres órdenes de gobierno, y está imposibilitado para participar en concursos de contratación pública por un tiempo de apenas 2 años, así como una amonestación pública y la pérdida de los derechos civiles y políticos.
Sin haberse fijado tiempo o forma, también se ordenó que el exservidor público responsable debe ofrecer una disculpa pública.
La venta que supuestamente tenía como finalidad conformar una base de datos nacional, se dio de forma totalmente ilegal, sin mediar siquiera un contrato, y con la posibilidad de que la empresa lucrar a con esa información.
El acusado y hoy condenado quiso evadir su responsabilidad al asegurar que en la fecha en que se dio esa venta, él no estaba en la Ciudad de México. Sin embargo, su firma aparece en la documentación respectiva.