Plásticos de un solo uso: prohibición y simulación ¿Quién sanciona a los sancionadores?
En opinión de Aura Hernández
La degradación del mundo natural ya está socavando el bienestar de 3.200 millones de personas o, lo que es lo mismo, el 40% de la humanidad. Por suerte, el planeta es resiliente, pero necesita nuestra ayuda.
António Guterres.
Desde el pasado 18 de enero, una buena parte de los municipios de la entidad, si no es que todos, están incurriendo en una lamentable omisión. No hace falta hacer un estudio concienzudo, ni mandar espías, ni drones, ni pedir ayuda a la CIA o la policía rusa, para que cualquier ciudadano se percate de que las autoridades a las que se facultó para hacer cumplir las reformas a la Ley de Residuos Sólidos y de la Ley de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, la incumplen flagrantemente.
El 17 de enero del 2020, el Congreso del estado de Morelos, aprobó modificaciones a las legislaciones arriba mencionadas para que en un plazo razonable, uno y dos años, se realizara la transición que permitiera dejar de utilizar paulatinamente los plásticos de un solo uso y hasta esta fecha es evidente que el mandato se incumple.
De acuerdo con esas reformas, los plásticos de un solo uso deberían dejar de usarse en ese plazo y todas las autoridades del estado están obligadas a su observancia, pero son los municipios del estado los facultados para imponer las multas y las sanciones que la misma Ley contempla.
El uso de plásticos de un solo uso es justificable para fines sanitarios o humanitarios y sin embargo, se sigue usando indiscriminadamente, pues aunque la reforma estableció que los comercios, grandes y pequeños, deberían establecer un programa de sustitución de los plásticos de un solo uso, esto no se ha hecho, no obstante que el plazo ya venció para grandes y pequeños comercios.
Esta ley para el estado de Morelos, que impulsaron organizaciones de la sociedad civil, preocupadas por el desbordamiento de las afectaciones al medio ambiente y su incidencia en el calentamiento global del planeta, se ha aplicado a medias. Desde el año pasado tiendas departamentales y de autoservicios iniciaron la transición, mientras que los pequeños comercios, tiendas de abarrotes, loncherías, cocinas económicas, verdulerías ya sea ambulantes, fijos o semifijos que a partir del 18 de enero de este año están obligados, siguen utilizando los plásticos de un solo uso, con la indiferencia de las autoridades municipales. Yo pregunto, ¿la Ley consideró también sanciones para las autoridades que son omisas en la aplicación de estas reformas?
En Morelos, el municipio de Jojutla, aprobó en sesión de cabildo desde julio del 2020, los lineamientos para la aplicación y observancia de esta Ley y a nivel nacional también se impulsó una legislación al respecto, que da un plazo hasta el año 2025, lo que generó un debate, pues se afectaría a los estados con una legislación más avanzada como Morelos, que ya contempla la sustitución desde el año 2022.
Y es que la medida es más que urgente. De acuerdo con la organización ambientalista GreenPeace, cada persona produce al año 46 kilogramos de plástico, 79% de los residuos terminan en vertederos que van a dar al mar y contaminan sus ecosistemas, afectan la biodiversidad y por ende la salud humana. Además, el 30 % de las aves marinas, 4.4 % de los mamíferos marinos y 32% de las tortugas tienen plástico en sus estómagos.
También Greenpeace alerta: menos del 10 % de los plásticos se reciclan y cada tonelada de plástico produce 5 toneladas de dióxido de carbono, y más del 90% del plástico se produce a partir de la transformación directa de los derivados del petróleo, lo que representa el 6% del consumo mundial de hidrocarburos.
y una cuenta más del rosario: el plástico necesita aditivos químicos para que resulte práctico y se mejore su estabilidad, flexibilidad y apariencia, entre estos aditivos se encuentran sustancias químicas cancerígenas.
El planeta Tierra, es la casa de todos y es la única que tenemos, pero además es un imperativo ético de las generaciones que ahora son dirigentes, heredar a las futuras generaciones un planeta habitable. La educación juega sin duda un papel fundamental en este proceso que ya no puede esperar.
Una estampa, de lo que estamos haciendo con el planeta, son los videos que circulan en la red sobre los miles de toneladas productos textiles y de moda rápida que se desechan y almacenan en el desierto de Atacama en Chile. Apocalíptico, por decir lo menos.
Hagamos lo que nos toca, desde casa, desde nuestra comunidad, desde nuestro municipio, desde nuestro país.