Observador político - Negocio millonarios los verificentros
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
En al menos los últimos dos sexenios que encabezaron el panista Marco Antonio Adame Castillo y el perredista Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, uno de los grandes negocios que se han hecho en medio de fuerte señalamientos por actos de corrupción, fue en el tema de los verificentros, en los que, empresarios que están metidos en este negocio se convierten en automático en millonarios por lo redituable de representan estas empresas.
EL NEGOCIO VENÍA DESDE GRACO.- Los centros de verificación son un negocio redondo y multimillonario y si no vea usted del por qué. En Morelos la secretaría de Movilidad y Transportes, tiene un padrón aproximado a las 600 mil unidades, tanto del transporte público como privado. Pero además, los automóviles, la mayoría de lujo que provienen de la ciudad de México y que, especialistas en el tema aseguran son al menos unos 20 mil automotores que también tienen que verificar aquí en la entidad y cuyos costos por servicio, son de mil pesos al año, en razón de que lo tienen que hacer cada seis meses. Y más aún, cuando los nuevos establecimientos que se autorizaron cuentan con la bendición del titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), Constantino Maldonado Krinis, a pesar de que siempre fue un crítico de los negocios que estaban tras la conclusión de la administración de Graco Ramírez. Misteriosamente todas las críticas que hizo el funcionario en cuestión, desaparecieron como por arte de magia sin importarle que muchos de los establecimientos incumplían con los requisitos para su funcionamiento. Por ejemplo, fueron ubicados en lugares muchos muy transitados como el que está actualmente en la parte norte de la avenida Domingo Diez, a la altura del banco Santander, donde los autos de súper lujo, hasta en doble fila se estacionan, incluso del otro lado de la avenida, es decir, de norte a sur, provocando un tráfico vehicular inmenso y nadie dice ni hace nada. Los eficientes, honestos y siempre trabajadores policías de tránsito aquí nunca están. Cómo si tuvieran la consigna de que no hagan absolutamente nada en contra de los chóferes que hacen de las suyas con tal de verificar en estos negocios cuyas dudas de su constitución son muchas. Es increíble que no aparezcan los elementos de tránsito en una de las principales avenidas de la ciudad. Las filas de autos son ofensivas, agresivas y eso sucede en casi todos los establecimientos que les permitieron abrir, porque es imposible atender a todos los autos que sobrepasan sus capacidades técnicas y humanas para poder atender y cumplir con la Ley.
Estos centros de verificación a diferencia de los que funcionan en la Ciudad de México o el Estado de México, dejan mucho que desear, porque insisto, no hay capacidad técnica ni humana y las citas son un fraude, no son atendidas y al final, deciden irse en el servicio por los que están ya varados frente a sus locales comerciales para tratar de disipar en algo, las enormes filas que se generan desde muy temprana hora y hasta ya entrada la noche para lograr su verificación. Un fraude para los propietarios de vehículos y una ofensa para el pueblo de Morelos.
INCUMPLEN VERIFICENTROS.- Ya en esta nueva etapa y como responsable de que funcionen está el secretario de Desarrollo Sustentable, Constantino Maldonado Krinis, quien se hace de la vista gorda. Tal parece lo estuvieran “salpicando” por el éxito que ha representado estos establecimientos que siempre tienen largas filas de autos, pero lo triste, es que no aplican el “Programa de Reducción de Emisiones Contaminantes” como en la megalópolis, es decir, como sí ocurre en la CdMx y Edomex, y con la complicidad u omisión de la SDE del gobierno del estado, los centros de atención tampoco brindan orientación adecuada a los propietarios de automotores. No hay personal suficiente que les informe del tiempo que harán, de la documentación que tienen que entregar, los costos y demás, por lo que el servicio es deprimente.
Lo anterior, es incluso, una de las denuncias públicas que recientemente hizo el Centro De Diagnóstico de Emisiones Contaminantes de Morelos A.C. que desenmascaró y puso en evidencia los actos de corrupción que se están cometiendo en estos establecimientos al amparo de la autoridad estatal que se hace de la vista gorda. A manera de ejemplo, explicaron que de acuerdo a la fracción VIII del decreto en mención, señala que la atribución del Procurador del Medio Ambiente es instruir o llevar acabo las inspecciones a los centros de verificación vehicular autorizados y a la Secretaria de Desarrollo Sustentable con el propósito de dar cumplimiento a las disposiciones jurídicas en la materia. Peor aún, cuando en el programa de verificación vehicular de Morelos, no existe la figura de un “Programa de Reducción de Emisiones Contaminantes Vehiculares”. Esto significa que no son talleres especializados en control de emisiones contaminantes encargados de atender a la ciudadanía, y por lo tanto, resulta rechazada en la verificación y con certeza y garantía, acuden a reparar sus unidades para poder cumplir con el programa de verificación vehicular.
Y aún más: En Morelos en los centros de verificación sus propietarios poco les importa y por ello no orientan al ciudadano con relación a dónde debe acudir a reparar sus unidades, ya que solo les comentan que podrán acudir con su mecánico de confianza. Pero, lo que no les dicen, es que estos mecánicos no cuentan con la capacitación adecuada y el desconocimiento de las normas de verificación, provocando problemas mayores por los gastos infructuosos y frustrantes sin que puedan resolver el problema de su vehículo. En conclusión, toda una mafia institucionalizada en uno de los más grandes negocios que representa para los dueños de los verificentros en Morelos.
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