Observador político - La realidad oscura de Huitzilac; negligencia del edil por violencia desatada

En el municipio de Huitzilac, las historias de terror se multiplican
día a día: violaciones, secuestros, asesinatos y la devastadora tala
de árboles y tráfico ilegal de madera son una realidad constante; sin
embargo, el alcalde priísta Rafael Vargas Muñoz, tal parece vive en
una realidad distinta, minimizando los hechos y culpando a los medios
de magnificar los acontecimientos.

¿VA POR LA REELECCIÓN RAFA? Es bien sabido que Rafael Vargas tiene la
mira puesta en su reelección en 2024, buscando el apoyo del Partido
Revolucionario Institucional y del Frente Amplio por México, en lo que
será una alianza con el PAN y el PRD. Pero en momentos críticos, como
durante los operativos recientes realizados por fuerzas policiales que
clausuraron aserraderos ilegales y enfrentaron a grupos criminales, el
alcalde no da la cara ni ofrece información oficial a los ciudadanos.

Incluso Vargas Muñoz ha pedido públicamente a la población que evite
circular por ciertas áreas, debido a la presencia de bandas
delictivas; empero, esto no es suficiente para proteger a los
habitantes y turistas que atraviesan el municipio, ya que la violencia
sigue azotando la región con la complacencia de las autoridades
federales, estatales y municipales.

Sus declaraciones sobre los bajos índices delictivos en Huitzilac son
desafortunadas y carentes de sustento, es decir, la realidad muestra
que la geografía del lugar favorece la comisión de delitos que afectan
a los residentes y visitantes por igual.

Un caso que no se puede ignorar es la desaparición y posterior
asesinato de tres jóvenes del Instituto Nacional de Salud Pública en
Tres Marías. Estas historias escalofriantes deben contarse, ya que han
convertido a Huitzilac en un foco rojo de delincuencia.
A pesar de los testimonios y denuncias de diversos actores sociales,
religiosos y políticos, incluyendo el gobernador Cuauhtémoc Blanco, el
alcalde Vargas sigue empeñado en negar la realidad y responsabilizar a
los medios por magnificar los hechos.
Es hora de que Vargas deje de lavarse las manos y tome acciones
concretas para abordar la creciente ola de violencia en su municipio.

Las familias que han sido víctimas de delitos merecen respuestas y
justicia, en lugar de declaraciones vacías.

OCUPA PRIMEROS LUGARES EN DELITOS.- Los números no mienten: Huitzilac
se encuentra en el tercer lugar con mayor crecimiento en el número de
denuncias por cada cien mil habitantes, según el Consejo Ciudadano de
Seguridad Pública. Negar esta realidad solo perpetúa la problemática y
muestra la negligencia del alcalde en el abordaje de la violencia en
su comunidad.

En conclusión, la columna crítica destaca la falta de acción y
responsabilidad del alcalde Rafael Vargas Muñoz ante la creciente
violencia en Huitzilac; las vidas de los ciudadanos no deben ser
sacrificadas en aras de intereses políticos. Es hora de enfrentar la
realidad y tomar medidas concretas para restaurar la seguridad y la
tranquilidad en este municipio.

En medio del caos y la desesperanza, el alcalde Rafael Vargas parece
más preocupado por proteger su imagen política que por el bienestar de
los ciudadanos que confiaron en él para liderar el municipio. Sus
palabras vacías y su negativa a reconocer la realidad solo contribuyen
a la creciente sensación de inseguridad y desconfianza en la
administración local.

Resulta necesario que la sociedad y los medios de comunicación sigan
exigiendo transparencia y rendición de cuentas a las autoridades. La
impunidad y la falta de consecuencias para los criminales solo
perpetúan el ciclo de violencia y temor que se vive en Huitzilac.

Los ciudadanos deben empoderarse y organizarse para buscar soluciones.
La lucha contra la delincuencia no puede recaer únicamente en los
hombros de las fuerzas de seguridad, sino que es un trabajo conjunto
que requiere el compromiso y la colaboración de todos los sectores de
la sociedad.

Asimismo, es importante que los partidos políticos y las coaliciones
reflexionen sobre la calidad de sus candidatos. No basta con buscar el
poder por el poder mismo, sino que deben priorizar el bienestar de la
población y ofrecer soluciones reales a los problemas que enfrenta la
comunidad.

En este contexto, el pueblo de Huitzilac tiene la oportunidad de
marcar un precedente y exigir un cambio real en su liderazgo. Es
momento de dejar atrás a aquellos políticos que solo buscan el
beneficio personal y abrir paso a líderes comprometidos con la
justicia, la seguridad y el desarrollo integral de la región.

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