Observador político - La impunidad por gastos multimillonarios en espectaculares

Sin lugar a dudas, el panorama político en las zonas metropolitanas, del oriente y sur de Morelos se ha convertido en un espectáculo visual abrumador en los últimos nueve meses con los miles de anuncios espectaculares que han proliferado por doquier, en los que anuncian la llegada de las elecciones del 2024 y la sed de poder de numerosos aspirantes de todos los partidos políticos. Pero, ¿a qué precio?

INE E IMPEPAC, “NADANDO DE A MUERTITO”.- La respuesta es simple: millones y millones de pesos están siendo tirados a la basura, ya que todos los días estamos viendo cómo se desperdician recursos públicos, privados e incluso de origen dudoso en una carrera desenfrenada por destacar la imagen de ciertos personajes. Sin duda que esto debería preocuparnos profundamente, ya que muestra una falta de responsabilidad financiera por parte de quienes aspiran a representarnos, aún y pese a la lacerante pobreza y desigualdad social existente en la entidad.

Esta es una situación alarmante que cualquiera con dinero, sin importar su origen, pueda tomar la decisión de tapizar la ciudad con anuncios espectaculares, evidenciando excesos y abusos que reprueba la sociedad más allá de las promesas vacías y los eslóganes atractivos que ofrecen, debido a que esta estrategia busca convertir a estos individuos en "populares", es decir, figuras mediáticas que supuestamente representan la esperanza y el cambio. Pero, habría que preguntarnos, ¿qué hay detrás de estos rostros sonrientes y las promesas que ofrecen? ¿Muchas de las cuáles son irreales e incumplibles, o no?

El cinismo es palpable; podemos ver a secretarios de gabinete, funcionarios federales, senadores, legisladores locales y federales, presidentes municipales y otros, todos ansiosos por ganarse la atención de la gente, sin embargo, es fundamental preguntarnos si estos anuncios espectaculares realmente reflejan las cualidades necesarias para liderar y representar a la sociedad.

En su afán por ser "dioses" de la política, estos aspirantes destacan lo que a menudo son escasas cualidades, y su habilidad para engañar a la gente es evidente; pretenden ganar la confianza de la ciudadanía a través de una estrategia de marketing abrumadora, una táctica que evidencia la verdadera esencia de la democracia.

Bien podrían evitar invertir tanto dinero en anuncios espectaculares y ayudar más a la gente, es por ello que se tienen que alentar a los aspirantes a que se enfoquen en propuestas concretas y soluciones reales para los problemas que enfrenta la sociedad; más aún porque la confianza no se gana a través de vallas publicitarias gigantes, sino mediante acciones honestas y resultados tangibles.

OPORTUNISTAS ELECTOREROS.- La política no debería ser un concurso de popularidad, sino un compromiso genuino con la mejora de nuestras vidas; es por ello que, se ha evidenciado la danza de los oportunistas, es decir, elecciones y campañas desbordadas de gastos millonarios ante la complicidad de los órganos electorales.

Este año, México se encuentra nuevamente inmerso en un proceso electoral crucial que abarca una amplia gama de cargos, desde la presidencia de la república hasta los niveles locales, empero, lo que debería ser una oportunidad para un renovado compromiso democrático se ha convertido en una desoladora exhibición de ambición desmedida.

La presencia de anuncios espectaculares, propaganda en rutas de transporte, taxis, pendones y lonas en cada rincón de la ciudad es innegable y si bien, la visibilidad es importante en una campaña, la pregunta que surge es: ¿de dónde proviene este dinero estratosférico que está impulsando estas campañas? ¿Es dinero del erario público, de la iniciativa privada, o incluso, como se teme, de la delincuencia organizada?

Es preocupante que esta tendencia no sea algo nuevo, sino que haya estado arraigada en la política mexicana durante décadas, más cuando en los últimos años, este derroche de recursos se ha vuelto aún más descarado, ante la aparente inacción de los órganos electorales encargados de supervisar el proceso, por ejemplo, del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) que sigue ocupado analizando actos de campaña del proceso electoral del 2021, mientras los políticos continúan sus estridentes carreras hacia el poder.

Es necesario resaltar el costo astronómico de la publicidad política en espectaculares. Solo como ejemplo, el alquiler de un solo anuncio puede oscilar entre los 20 mil y 40 mil pesos mensuales, lo que plantea interrogantes sobre la procedencia de estos fondos, especialmente en un país con desafíos económicos significativos.

SANDRA ANAYA Y LOS ANUNCIOS CÍNICOS.- En los últimos días, la Secretaria de Administración del estado de Morelos ha estado bajo el escrutinio público debido a una serie de anuncios espectaculares que han inundado las autopistas y carreteras de la entidad. Cuando se le cuestionó sobre estos anuncios, la respuesta fue desconcertante, por decir lo menos.

La funcionaria negó cualquier participación en esta campaña, argumentando que una estación de radio fue la responsable de colocar su imagen en estos costosos anuncios, los cuales tienen un valor estimado entre 20 y 40 mil pesos cada uno; esta afirmación resulta difícil de creer, ya que ningún funcionario público puede pretender que enormes vallas publicitarias con su imagen aparecen sin su conocimiento.

Además, la funcionaria expresó su deseo de competir en el proceso interno de Morena y su confianza en dirigir el gobierno del estado, basándose en su experiencia de dos años en una secretaría del poder Ejecutivo, esto plantea diversas interrogantes sobre si estos anuncios buscan adelantar su campaña política de manera encubierta.

La igualdad de género es un principio importante, pero la capacidad y la transparencia son fundamentales en la política; por lo que negar la responsabilidad en estos anuncios resulta cínico o ingenuo, y es un ejemplo claro de un acto anticipado de campaña que debe ser investigado.

En conclusión, la Secretaria de Administración de Morelos debe aclarar la procedencia de los recursos detrás de estos anuncios y brindar respuestas más transparentes si realmente aspira a liderar la Cuarta Transformación en el estado; las acciones hablan más fuerte que las palabras, y la política debe ser un espacio de honestidad y rendición de cuentas, independientemente del género de quien la ejerza.

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