Observador político - Armando Adame, trama de corrupción; inicia mañana el proceso electoral

El caso de Armando Adame Alemán expone una trama de corrupción y abuso de poder que, desafortunadamente, es demasiado común en la política.; aquí se revela cómo individuos en posiciones de influencia utilizan su estatus para beneficio personal, en este caso, solicitando dinero a cambio de otorgar contratos a empresas de construcción. Este escenario es un recordatorio de cómo la ambición y la falta de escrúpulos pueden prevalecer sobre el bienestar de la comunidad.

Lo más alarmante es que este tipo de conducta parece ser respaldado por una red de complicidades, como quedó demostrado con la reacción de su familia y su misteriosa desaparición que podría considerarse una táctica evasiva para evitar enfrentar las consecuencias de sus acciones, permitiéndole evadir la rendición de cuentas; esta actitud muestra una falta de responsabilidad no solo hacia las acusaciones en su contra, sino también hacia la ciudadanía que confía en la integridad de sus líderes.

La corrupción, en todas sus formas, socava los principios fundamentales de justicia social que defiende la izquierda; por lo que el caso de Armando Adame Alemán es un recordatorio inquietante de cómo el nepotismo y los contactos políticos pueden distorsionar la justicia y favorecer a aquellos que se encuentran en las posiciones más elevadas.

En una sociedad donde se exige transparencia y equidad, la clase política debe ser un ejemplo a seguir; el deber de un líder es rendir cuentas y enfrentar las consecuencias de sus actos, sin importar su posición o influencia. La desaparición y reaparición de Armando Adame Alemán son un llamado a la izquierda a redoblar sus esfuerzos en la lucha contra la corrupción y a garantizar que ningún individuo esté por encima de la ley.

Y Armando Adame tiene la obligación de salir a decir que pasó con todo ese “show” político que montó y que ocasionó el despliegue de elementos policíacos así como autoridades de búsqueda para su localización y con ello, la utilización de recursos públicos y por tanto, debe mostrar respeto e informar, cosa que no lo hará, de su supuesta desaparición en medio de acusaciones de fraude en su contra por empresas de la construcción que exigen la entrega de los recursos que al parecer le hicieron llegar para realizar obras aprovechando las gestiones en el gobierno y que hasta la fecha, no ha cumplido.

MAÑANA INICIA EL PROCESO ELECTORAL 2023-2024.- En el umbral de un nuevo proceso electoral en el Estado de Morelos, el Tribunal Estatal Electoral, emerge como una voz de advertencia y precaución derivado de los yerros y falta de respuesta a la cascada de denuncias varias que se han presentado a solo 24 horas de que inicien las elecciones del 2023-2024.

Han sido precisamente las magistradas del TEEM quienes han lanzado el grito que sigue resonando con la claridad de una campana que anuncia una realidad preocupante en la arena política: la judicialización, con sus garras afiladas, se alza como protagonista en la contienda venidera.

Recordemos el tumultuoso año 2021, cuando las aguas intrapartidarias se agitaron y generaron un caudal de disputas que el tribunal tuvo que desentrañar en tiempo récord todas las impugnaciones que se presentaron, por lo que existe la advertencia que no debe caer en oídos sordos; más bien, debe activar todas las alarmas éticas y democráticas.

Por ello, el foco de atención se centra en la selección de candidatos, un terreno minado donde la equidad y la inclusión son constantemente amenazadas, en la que se destaca los desafíos en la acreditación de grupos vulnerables, un llamado urgente a otorgar voz a aquellos que históricamente han sido marginados.

La aspiración a representación diversa y auténtica es crucial, pero las palabras no bastan; la promulgación de lineamientos rigurosos por parte del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) es esencial para prevenir manipulaciones y simulaciones.

Y es que la historia nos enseña que las candidaturas indígenas han sido campo de batalla en el pasado; de ahí el rechazo de registros y la intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sirvieron como recordatorio amargo de las brechas que aún persisten en nuestro sistema político.

Incluso, la magistrada del TEEM, Ixel Mendoza Aragón es una voz calificada que insta a prevenir la recurrencia de tales episodios oscuros y a avanzar hacia un proceso electoral donde la autenticidad y la diversidad sean los pilares irrenunciables.

ELECCIONES EN APRIETOS.- La reciente declaración de la presidente del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), Mireya Gally Jordá, sobre el próximo proceso electoral del 2024, pinta un panorama inquietante; si bien el reconocimiento de la complejidad del proceso es un paso en la dirección correcta, las medidas propuestas para abordar estos desafíos son insuficientes y revelan una falta de previsión que podría tener consecuencias nefastas para la integridad del proceso electoral.

Mientras que la señalización de los problemas políticos en la entidad como un factor complicador en el proceso electoral es un llamado a la prudencia, sin embargo, simplemente buscar el apoyo de la Comisión Estatal de Seguridad Pública y los partidos políticos no es una respuesta adecuada; es esencial cuestionar la suficiencia de estas medidas; además, depender exclusivamente de la Comisión Estatal de Seguridad Pública podría plantea interrogantes sobre la independencia y la imparcialidad de las fuerzas de seguridad en un contexto político delicado.

La mención de la firma de convenios de trabajo con las autoridades estatales para asegurar elecciones en paz es un intento válido, pero se carece de detalles sobre las medidas concretas que se tomarán; los ciudadanos merecen saber cómo se abordarán los desafíos y qué salvaguardias se implementarán para garantizar una elección libre y justa, por lo que la transparencia en este proceso es crucial para mantener la confianza en el sistema electoral.

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