Nueva ley de plásticos no frena daños a salud
Colectivos urgen implementar acciones para evitar que materiales ¨peligrosos¨ lleguen al ambiente
Organizaciones ambientalistas demandan la eliminación de las “excepciones” del plástico (en el reglamento de la nueva Ley de Residuos Sólidos para el Estado de Morelos), porque no “frenan” las afectaciones hacia la salud.
En ese sentido, expresaron que, mediante una exploración reciente en barrancas de Cuernavaca, “se encontró que cerca de la mitad de los residuos plásticos identificados corresponden a los prohibidos por la nueva ley”.
Por ende, los colectivos “Plástico No Gracias”, “Once y Nos Vamos”, “Acción Ecológica AC”, “Guardianes de los Árboles” y otros, exigen al Congreso local y a la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) que se retiren esas determinaciones (para “plásticos de un solo uso”) De lo contrario, “se permitiría seguir otorgando bolsas, popotes y unicel por razones no fundamentadas de supuesta higiene e inocuidad”; esto, según, “… frenaría la disminución de la circulación de estos plásticos derivados del petróleo, y sus eventuales efectos dañinos en la salud humana y el ambiente”.
Asimismo, expusieron que, con base en los “hallazgos de las limpiezas y auditorías de marca llevadas a cabo los días 20, 29 y 30 de septiembre por el colectivo Once y Nos Vamos, con el acompañamiento del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire y Acción Ecológica AC”, se encontró que, de los residuos, cerca del 50 por ciento era de un “solo uso”, lo que está prohibido en la norma.
Lo anterior, insisten “indica la urgencia de implementar acciones para evitar que estos materiales peligrosos sigan llegando al ambiente”.
De igual forma, comunicaron que, parte del material arrojado, tenía las marcas de las siguientes empresas: Grupo Lala, Reyma, Coca-Cola, Bimbo y PepsiCo, entre otras.
En suma, expusieron que “las reformas a la Ley de Residuos de Morelos que prohíben los plásticos de un solo uso, como bolsas para empacar productos en tiendas de autoservicio, popotes y unicel, y que establecen una prohibición gradual a otros empaques y envasados plásticos, se lograron por el impulso y consenso de la sociedad civil organizada, lo que hace importante conservar los propósitos ambientales y de salud que motivaron el ejercicio de democracia participativa que culminó en el decreto de reforma”.