Nosotros - México: Entre el imperio y la violencia
En opinión de José María Román Román
Y Morelos, ante un gobierno federal vacilante, incapaz y pasivo frente a una economía interna que lentamente se destruye, que inexorablemente disminuye de capacidad y genera una crisis que de no cambiar las cosas, nos puede estallar en la cara.
Los hechos nos revelan que estamos entrando a una dinámica que lejos de terminar con la violencia (secuestro, derecho de piso, extorsión, etc.) y recomponer la salud financiera de las pequeñas y medianas empresas generadores de la mayor parte del empleo formal de este país, creadoras de la mayor parte de los impuestos que reciben todos los niveles de gobierno, cada día se les acorrala más y más, provocando su lenta extinción. Junto a este fenómeno está ese acoso constante que todas las autoridades de los 3 niveles ejecutan frecuentemente exigiendo a veces requisitos absurdos para su funcionamiento provocando sus dificultades de sobrevivencia y como consecuencia el abultamiento de las filas de pedigüeños de la limosna pública por parte de sus a veces ancianos propietarios ante la incapacidad de su autosuficiencia para sobrevivir.
Las causas son en primer orden las internas mencionadas, pero las otras causas (las delictivas), son las externas, sobre todo las provenientes de los Estados Unidos, hoy por hoy la nueva forma de ser imperio que somete, que impone sus condiciones a las demás naciones del globo, pero muy en especial a la nuestra por ser vecina y por ser desde tiempos centenarios la víctima más débil de su vecindad y la victima propicia e ideal para el saqueo y el abuso aprovechando sus inconsistencias y la falta de unidad nacional y sobre todo el escaso desarrollo de sus empresarios de clase media. Es indudable que EU tiene sus muy serios problemas, no tanto económicos pero sí sociales producto tal vez de su propia abundancia o inicialmente producto de su economía imperial. Ese problema es la delincuencia y la muerte consecuencia de los vicios del capitalismo en especial la drogadicción. La droga es algo que siempre ha existido desde tiempos del imperio Romano o antes, pero su proliferación y diversificación en la forma en que los consumidores de EU la poseen es peligrosa y es dañina a la sociedad Mexicana. Por la droga, su trasiego y cultivo sucede en gran parte la mortandad de personas sobre todo jóvenes que riegan con su sangre nuestras calles y banquetas, por la droga y a través de ella se posesionan los delincuentes de poderosas armas y artículos electrónicos que le permiten incursionar e incluso retar al estado, al gobierno de México, al incapaz Morelos. Por la droga corrompen a todas las instituciones y por la droga y las desviaciones que produce la delincuencia se generan otros rubros secundarios del delito como el secuestro, la trata de blancas y el derecho de piso que va en incremento en la nación y el estado, por la droga tenemos gobiernos inútiles que no saben qué hacer o que pretenden hacer algo diferente para combatirla y combatir el delito pero que terminan haciendo lo mismo que ha demostrado que en el pasado no ha dado resultados. El plan tanto a nivel estatal como a nivel nacional es que no hay plan para combatir el flagelo. El meollo del asunto es que la Guardia Nacional es la misma que antes utilizamos y solo cambiamos de nombre. Son las mismas personas muchas veces corruptas pero con un nuevo ropaje, quizá más bonito, más hermoso, pero igualmente podrido. Se está militarizando el combate, pero no es nuevo porque solo se está oficializando lo que ya de por sí era desde tiempos de Felipe calderón.
Morelos tiene un esquema destructivo que ante la desfachatez de la incapacidad del gobierno estatal miramos como avanza en cifras la mortandad en nuestras calles. Ya no hay decoro, ya no hay un mínimo de respeto a las reglas esenciales de la delincuencia si es que en alguna ocasión las hubo: matan a toda hora y en todo lugar y ente la mirada de la autoridad que nada hace y que nada van a hacer porque no saben qué hacer o porque es parte de lo que pasa y se hacen. Tenemos un gobernante de hecho y uno de adorno, de aparador, de espectáculo mediático fincado en su fama del fútbol pero que de gobierno y administración pública nada sabe y nada quiere saber y un gobernante de hecho extranjero nacionalizado que hace lo que puede pero que tampoco sabe qué hacer y nada hace. Están todos en el gobierno enredados y hechos bolas con la problemática. Mientras tanto, la droga, los asesinatos, el derecho de piso, la trata, el levantamiento de mujeres jóvenes, el asesinato de muchas mujeres, el robo y la muerte injusta sobre niños y niñas se pasea constantemente ante la risa frívola de los gobernantes todos, federales y estatales que solo miran pasar y que dicen hacer pero que no hacen porque o no saben o son parte de lo que pasa.
En medio, usted y yo, sus hijos y mis hijos, sus padres y mis padres y un mundo de inocentes que les dicen víctimas colaterales, pero al fin víctimas que a nadie le importan, menos al deportista en el poder, menos al extranjero, mucho menos al fiscal o a los secretarios de seguridad de todos los poderes. El mundo se cae y a nosotros solo nos queda rezar a nuestros muertos… ¿justicia?, ¿investigación?, ¿castigo a los culpables?, por Dios, ésa solo en el cielo, y en las películas, aquí, ¡jódanse ciudadanos, que solo sirven para pagar impuestos! que para eso son buenísimos todos los inspectores de todos los niveles de gobierno.