Muy modesta mejora en pacificación en el país, pero no en Morelos
Según el Índice de Paz México 2022, en la entidad hay retroceso
Sonora, Zacatecas, Nuevo León, MORELOS y Michoacán registraron los más grandes deterioros en el objetivo de lograr paz para sus habitantes durante 2021, mientras que en el país se evidenció una muy modesta mejora en ese renglón.
Este jueves, el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) publicó su reporte “Índice de Paz México 2022", que conjunta y analiza la identificación de los factores que impulsan el anhelado objetivo de conseguir la pacificación, en un clima general de violencia que caracteriza al país, con base en cinco indicadores:
Homicidio
Delitos con violencia
Delitos cometidos con armas de fuego
Crímenes de la delincuencia organizada
Cárcel sin sentencia
A decir de este estudio anual, y muy reconocido entre los sectores especialistas en la materia, el año pasado, la paz en México mejoró en apen6 un 0.2%, lo que implica un segundo año consecutivo de mejora, aunque de forma muy modesta, después de cuatro años consecutivos de deterioro.
De los 32 estados, 23 mostraron mejoras en términos de paz, mientras que nueve empeoraron.
Yucatán repitió como la entidad más pacífica de la república. Tlaxcala, Chiapas, Campeche e Hidalgo vienen después, en ese orden, en los logros exitosos en ese anhelo de pacificación.
Según las variables tomadas en cuenta en este trabajo de investigación y análisis, también hubo mejora en Colima, Chihuahua, Tabasco, San Luis Potosí y Sinaloa.
En contraste, Baja California se situó como el estado menos pacífico del país (por 4 años consecutivos ya), seguido de Zacatecas, Colima, Guanajuato y Sonora.
En materia de deterioro en ese fin, Morelos se coloca entre las entidades con mayor deterioro (frente a lo logrado en años previos), junto con Sonora, Zacatecas, Nuevo León y Michoacán.
Un apunte importante en ese trabajo (que considera que la mejora para México en ese sentido fue marginal) es que hay un importante y preocupante aumento en la violencia de género, uno de los problemas con los que Morelos sigue también enfrentando uno de los mayores retos entre los estados de la nación.
A decir del informe, si bien la gran mayoría de los estados mejoraron en términos de paz en 2021, la calificación nacional experimentó solo una mejora marginal. Esto refleja el grado en que la violencia en una minoría de estados está impulsando niveles elevados de violencia en México.
En cuanto a los cinco indicadores del IPM, tres (homicidio, delitos cometidos con armas de fuego y cárcel sin sentencia) mejoraron en 2021, mientras que dos (delitos con violencia y crímenes de la delincuencia organizada) se deterioraron.
En relación a ello, la tasa de homicidios cayó un 4.3% y la tasa de delitos cometidos con armas de fuego un 6.2%, marcando el segundo año consecutivo de mejora para ambos indicadores. Esto es significativo debido a que estas dos categorías de delitos han impulsado el deterioro general de la paz en México desde 2015.
Respecto del valor económico, la violencia tuvo un impacto siete veces mayor a la inversión de recursos públicos para la atención médica y más de seis veces mayor a los recursos financieros destinados al sector educativo a nivel nacional.
En valor monetario, se estima que el impacto económico de la violencia en México fue de 4.9 billones de pesos (US$ 243 mil millones) en 2021, lo que equivale al 20.8% del Producto Interno Bruto nacional. Sobre una base per cápita, el impacto económico de la violencia fue de 38,196 pesos.
En ese periodo, la disminución de los delitos como el homicidio, el secuestro y el robo favorecieron la mejora en el impacto económico. Además, el gobierno mexicano redujo el gasto en seguridad pública y el sistema judicial en 8.5% y 3.3%, respectivamente, lo que contribuyó al menor impacto general. Por el contrario, el gasto militar aumentó un 14.7% a casi 167 mil millones de pesos, el nivel de gasto más alto registrado.
En ese sentido, tal vez, uno de los datos más alarmantes que contiene el Índice de Paz, es el gasto en seguridad pública y el sistema judicial que en 2021 fue igual al 0.63% del PIB, el menor de cualquier país latinoamericano o miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El IPM proporciona una medición integral de la paz en México, que incluye tendencias, análisis y estimaciones del impacto económico de la violencia en el país. La metodología se basa en el Índice de Paz Global, la medición más importante de la paz a nivel mundial, elaborado anualmente por el IEP desde 2007.
En concordancia con lo precisado en el reciente Índice de Paz Global, las estrategias efectivas de construcción de paz deberán considerar múltiples dinámicas e interacciones para analizar los problemas sociales que enfrenta el país.
La estrategia más eficiente ha sido atender las causas de la violencia, definir delitos prioritarios, neutralizar los generadores de violencia y mejorar la coordinación entre las áreas encargadas de la seguridad y justicia.
Evitar escalar la violencia es también construir la paz. No se puede pensar que hablamos de paz cuando hay aparentes momentos en que no está presente la violencia sino en una cultura que reconoce el conflicto como inherente a la convivencia humana pero lo que debemos buscar es la gestión y negociación del conflicto sin el uso de la violencia en ninguna de sus expresiones.