La sociedad de los POETAS EBRIOS - Cuauhtémoc, segundo nivel y Guardia Nacional
En opinión de Héctor Rangel Terrazas
Hay una serie de consideraciones que parece -decíamos la vez pasada- no están siendo tomadas en cuenta en la implementación de las acciones de la Guardia Nacional que ya nos protege, padecemos, toleramos (siempre, de acuerdo con el prisma detrás del cual decidimos observarla). Vemos lo que pasa en el país, volteamos a Morelos, leemos las bases legales, y nos preguntamos qué pasará en suelo tlahuica, cómo lo manejarán el gobernador Cuauhtémoc Blanco y su equipo; cómo, los presidentes municipales. Hoy destacaremos aquí algunos puntos que tienen que ver con el segundo nivel de gobierno e incluso, con el tercero, e inevitablemente pensamos en la realidad morelense. Invitamos a visualizarlo así a los gentiles lectores (si cabe el uso del plural), e imaginar cómo actuarán aquí nuestro gobernador y los suyos, nuestros brillantes alcaldes.
1) Medida temporal: falsa tranquilidad
Una de las aristas de la GN es la TEMPORALIDAD de la medida, según está escrito. No parece que los mandatarios estatales estén asumiendo esta realidad; menos, los alcaldes. Lo establecido es que la responsabilidad de la seguridad pública, como constitucionalmente está establecido, RECAE EN LOS ESTADOS Y MUNICIPIOS. Eso no ha cambiado, y se subraya, en el marco normativo del nuevo cuerpo, que esta nueva presencia es TEMPORAL y sólo coyuntural, coadyuvante, dado el brete en el que está metido el país y su índice criminal. No hay fechas, pero al menos en el papel queda patente que será sólo un periodo indefinido, para que luego los segundo y tercer niveles de gobierno asuman su obligación.
¿Estados y municipio evidencian que están conscientes de ello? ¿Tienen un plan para, en un futuro mediato, tomar finalmente en sus manos esa obligación? Piense usted en Cuauhtémoc Blanco; en Antonio Villalobos, por ejemplo.
La Guardia será, sin duda, un escudo para los gobernantes locales (a saber si para los gobernados). Las presiones y derrotas que seguirán llegando en materia de combate a la delincuencia se trasladarán al ámbito federal, y la falta de resultados se resbalará hacia el gobierno del país. Los logros, si los hay, serán cantados, ésos sí, como fruto de todos. Pero quizá se pase por alto que las promesas vertidas en materia de seguridad, en las campañas, pueden ser un duro peso en sus innegables aspiraciones futuras; el incumplimiento les puede cobrar factura, pues las justificaciones saldrán sobrando.
2) Responsabilidad del gobernador
El Artículo 90 de la Ley de la GN obliga a que el gobernador esté presente en las reuniones que se convoquen:
"Artículo 90. Durante la vigencia de los convenios de colaboración de la Guardia Nacional con las instituciones de seguridad pública de las entidades federativas o de los municipios, los titulares del Poder Ejecutivo local o los presidentes municipales, en el ámbito de sus competencias, asumirán las siguientes responsabilidades:
"I. Asistir a las reuniones de coordinación que se convoquen."
Ojo que no dice que alguien vaya en representación del titular del Poder Ejecutivo local, sino que éste debe participar. Ya constataremos el desempeño del mandatario de Morelos en esas ocasiones.
3) Los dineros
Y hay otra cuestión delicada en cuanto al dinero a invertir por la GN. Desde luego, somos los mexicanos quienes sufragamos los miles de millones que se irán al nuevo plan. Pero formalmente está establecido que salga de las arcas federales todo lo necesario. Aunque no, no todo.
En el mismo artículo 90, se aclara que para la infraestructura, equipamiento y servicios públicos que en las localidades se requieran para el manejo de la GN, los municipios y entidades corren con la obligación de la lana necesaria para mantener lo referido:
"III. Mantener, conforme los parámetros que establezca el Consejo Nacional de Seguridad Pública, el nivel de inversión en infraestructura, equipamiento y servicios públicos que resulten necesarios para enfrentar la amenaza a la seguridad pública y superarla"
4) El perfil de los elementos
Los antecedentes y preparación de los elementos actualmente en las policías municipales y estatales que se sumen a la GN debe estar garantizados por el GOBERNADOR O ALCALDE que los proponga. ¿Habrá uniformados tlahuicas capaces? (¿recuerdan a algunos videograbados, golpeando a un detenido, quien finalmente murió a consecuencia?).
Así dice la fracción cuarta del mismo artículo:
"IV. Asegurar el cumplimiento de los requisitos de ingreso y permanencia de los integrantes de sus instituciones de seguridad pública en los términos de la ley de la materia"
En fin. Seremos testigos cotidianos de cómo se desenvuelve todo esto. Por el bien de todos, esperaríamos que funcione. Por lo que hemos visto en materia de seriedad e improvisación, no hay motivo suficiente para el optimismo.
Por no dejar: escuela de ladrones
Lo que estamos presenciando en materia de combate a la impunidad, de los servidores públicos que nos han defraudado (robado, burlado, ofendido), es preocupante por muchas razones, pero también por ésta: somos testigos de la facilidad que tiene la gran mayoría de esos pillos para burlar las imputaciones que se les presentan y saber que además del molesto momento judicial o mediático que deben enfrentar, al final casi todos seguirán disfrutando de los dineros y bienes mal habidos.
Conocemos hoy las estrategias y los recovecos legales en los que muchos se protegen, y ello es GRAN ESCUELA PARA LOS NUEVOS LADRONES, que pueden ir viendo cómo orquestar las corruptelas a fin de no ser detectadas o, en su defecto, y aunque se las conozca públicamente, cómo evadir la acción de la justicia. La gran mayoría de quienes pasaron por la Legisladura 53 son verdaderos delincuentes de cuello blanco. Hoy, los de la 54 no desentonan en un mismo tipo de concierto que parece ya haber sido escuchado varias veces.