La pieza olmeca que regresa a Chalcatzingo, robada en 1960
Se espera que muy pronto regrese a suelo morelense
Cuautla, Mor.- Despojada de su lugar de origen en 1960, aproximadamente, cuando la zona arqueológica de Chalcatzingo, ubicado en el municipio de Jantetelco, no contaba ni con la supervisión, estudios o investigación de parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Monumento 9, como se le conoce cuyo nombre es el “Monstruo de la Tierra”, uno de los más de 40 hallados en dicha área, es único en Mesoamérica.
El presidente municipal de Jantetelco, Ángel Augusto Domínguez Sánchez destacó que desde su saqueo en los sesentas, poco se sabía sobre el contenido del Monumento 9.
Al tratar de dilucidar su contenido mediante técnicas de láser en 2015, los investigadores se enfrentaron a un debate debido a la falta de información detallada, como lo reconocieron Mario Córdova Tello, Omar Espinosa Severino, Travis F. Doring, Lori D. Collins y Carolina Meza Rodríguez, quienes actualmente están al frente de la zona arqueológica de Chalcatzingo, por parte del INAH.
Dieron a conocer que aunque se desconoce el modo en la cual el Monumento 9 fue sustraído ilegalmente de Chalcatzingo, sí se tiene documentado que fue dado a conocer en 1968, por el arqueólogo David Grove en el número 33 de la revista American Antiquity, de allí que se piensa que, a inicios de la segunda mitad del siglo XX, ya se encontraba en Estados Unidos.
Esta pieza de gran formato –que alcanza 1.8 metros de altura y 1.5 metros de ancho, y pesa aproximadamente una tonelada– data del periodo Preclásico Medio (800-400 a.C.), por lo que coincide con el esplendor del citado sitio arqueológico, explicó el investigador del Centro INAH Morelos, Mario Córdova Tello.
“Hay que recordar que el nombre Chalcatzingo, el cual puede traducirse como ‘el pequeño Chalco’, le fue dado por migrantes de la Cuenca de México durante el periodo Posclásico (900-1521 d.C.), por lo cual, dada la recurrente presencia de bromelias en los espacios y monumentos de elite, inferimos que la planta fue un rasgo identitario para los habitantes originales de la ciudad, ya que además es un elemento único en la iconografía olmeca en general”, compartió.
El especialista detalla que las fauces abiertas de la entidad simbolizan el acceso al inframundo y agrega que “sobre su boca se proyecta una secuencia de tres bandas concéntricas, figurando el acceso cruciforme a una caverna”; además, añade que son cuatro formas en las comisuras de la boca, la cuales simulan ser ramales de bromelias, una planta propia del Cerro Chalcatzingo y que también aparece representada en los Monumentos 1, 2 y 13 de la zona arqueológica, lo que corrobora su procedencia.
Entre ellos se encuentra el histórico Monumento 9 de la zona arqueológica de Chalcatzingo en Morelos, el cual fue extraído de dicho sitio durante el siglo pasado y, hasta donde se sabe, se encontraba en manos de la familia de un coleccionista estadunidense fallecido en 2017.