La Encrucijada - La inseguridad
En opinión de Luis Alberto Machuca Nava
Luis Alberto Machuca Nava 
México vive una crisis de inseguridad desde hace muchos años, la política criminal nunca estuvo en la agenda de los gobiernos anteriores. Los países más seguros hoy en el mundo son 1.- Islandia, 2.- Dinamarca, 3.- Austria, 4.- Nueva Zelanda. El delito sin embargo es un fenómeno inevitable, que ha existido durante la historia de la humanidad, lo relevante es que en esos países la criminalidad siempre está a la baja ¿razon es? Una política criminal exitosa y un trabajo de prevención orientado a los más jóvenes, en estos países la igualdad es la principal causa de la ausencia del crimen, siendo Islandia el mayor ejemplo. La organización ciudadana que existe en esos países es fundamental, existe una interacción sobresaliente entre el sector público y el sector privado, que a la vez ha logrado la incorporación de la sociedad; propiciando “una comunidad de seguridad nacional” y no tanto una estructura de seguridad nacional. En nuestro país jamás antes se concibió una política criminal de estos alcances, es más, nunca existió. Por un lado se impulsan políticas de salud, económica, hacendarlas, etc, pero la política criminal jamás tuvo programación, solo ahora es un punto de inflexión de este gobierno. Un pueblo que vive una crisis económica, es generador de una causa directa del aumento de la delincuencia, si a ello sumamos que el nivel preventivo es prácticamente inexistente, el resultado es claro. Una política criminal debe llevarse a cabo tomando en cuenta los fenómenos y hechos delictivos, las condiciones sociales, y los involucrados. Otro factor fundamental es la reinserción, sobre todo de los delincuentes jóvenes, sumando a este esfuerzo programas familiares y una vinculación formal con el sistema educativo. Se debe investigar el fenómeno del delito basado en la criminología, criminalística, trabajo social y sociología. Por su puesto que para resolver con éxito los fenómenos de delincuencia es indispensable erradicar la corrupción, la asociación entre delincuencia y autoridad debe desaparecer. La paz social nunca se conseguirá sin bienestar y sin justicia, mientras los actores políticos se enfrascan en debates estériles, el crimen avanza de manera organizada. Además de erradicar la corrupción, se deben de atacar los esquemas financieros del crimen, revisar condiciones salariales de los cuerpos policiacos y ministerios públicos, al igual que impulsar la formación y capacitación de los principales actores dentro del sistema de justicia para que esta sea de excelencia. Hoy existe una política criminal que se materializa a través de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Consejo Nacional de Seguridad Pública. El camino es largo, pero por fin, es el correcto.
PD. No hay mejor amuleto que una sonrisa sincera.
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