Juego de Manos - Hoy no fue, pero será

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - Hoy no fue, pero será

El miércoles pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó el proyecto que obligaba al Congreso local a derogar el aborto como delito, bajo el argumento de que ello representa una violación a los derechos humanos. El saldo fueron cuatro votos en contra —de las y los magistrados Margarita Ríos Farjat, Norma Lucía Piña Hernández, Alfredo Gutiérrez Ortiz y Jorge Mario Pardo Rebolledo— y uno a favor —del magistrado Juan Luis González Alcántara, quien llevó el caso a la Corte.

Ahora bien, esto no significa que la SCJN se haya posicionado en contra de la despenalización del aborto, sino que este organismo consideró que el formato con el que se presentó este amparo no fue el adecuado y, a partir de ello, el contenido ni siquiera fue abordado con profundidad. Fue un problema de forma, no de fondo. Por ello, el asunto será turnado a otro ministro, quien deberá presentar un nuevo proyecto de acuerdo con los argumentos señalados el pasado miércoles.

A partir de ello, colectivas feministas marcharon en la Ciudad de México para protestar la lamentable decisión del Poder Judicial. Con pancartas y gritos, las mujeres marcharon desde el Monumento a la Revolución hasta el Zócalo capitalino para exigir que sus derechos reproductivos sean reconocidos. La maternidad será deseada o no será.

La conversación en torno a la despenalización o no del aborto ha sido tan larga que se ha extendido a diversas entidades federativas, siendo San Luis Potosí el último estado en discutirlo dentro de su Congreso (y manteniendo las sanciones), optando por “salvar” (¿o condenar?) las dos vidas antes que ofrecer mecanismos que garanticen a las mujeres mayor seguridad y salud pública.

Eso sí, los bebitos estarán a salvo y en espera (en vano) de ser adoptados por este mismo sector que aboga por su bienestar prenatal; no obstante, sus esfuerzos no llegan tan lejos. De acuerdo con los dos últimos Reportes Semestrales de Adopción del DIF Nacional, de julio 2019 a junio 2020 se recibieron un total de 29 solicitudes de adopción nacional, de las cuales se concedieron 6. Es decir, en el trascurso de un año, 6 niñas y niños sin hogar fueron adoptados de las y los miles de niños que siguen en busca de un hogar.  “Híjole, joven, hasta allá no llego”, dicen.

En un Estado laico y de derechos humanos, no hay cabida para la imposición de valores morales (o religiosos) sobre el derecho nato de las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo, su maternidad y su vida. Es peligroso confundir lo que uno cree con lo que debe ser. Lo que yo acepto –como ajeno al problema­–, con lo que deben acatar quienes se ven directamente afectadas por lo problema. Mis ideales, con la salud y seguridad de otras personas. Aguas.

No fue esta semana. Quizá, no será en el futuro próximo, pero es un hecho que será ley. Porque la discusión no es en torno a si habrá o no habrá más abortos, porque la realidad es que, sin importar la penalización, los abortos clandestinos ocurren a diario. Este es, indiscutiblemente, un problema de salud pública y de derechos humanos. Entonces, la pregunta es ¿cuántas vidas de mujeres habrán de perderse para que se reconozcan sus derechos?

 

El otro Gandhi

 

“Estaba yo viendo ayer que los del PAN presentaron una denuncia porque quieren que me ponga cubrebocas… me voy a poner un tapabocas, ¿saben cuándo? Cuando no haya corrupción ya” –Andrés Manuel López Obrador.

Y así, en una heroica hazaña de protesta —equivalente a la huelga de hambre de Mahatma Gandhi (sic.)— el presidente de la República lanzó un reto a quienes lo criticaban. Amenazó con poner en riesgo su vida y la de las personas que lo rodeaban hasta que se acabara la corrupción. Y entonces, la corrupción dejó de ser. Y el pueblo de México se regocijó de la prosperidad y la virtud de una sociedad sabia, honesta y respetuosa… O no.

Más allá de chistes, el problema con estas declaraciones sigue siendo el mismo que se ha reiterado en Juegos anteriores. La irresponsabilidad dentro de esta contingencia no está en el contagio personal, sino en el riesgo que esto supone para otras personas. La idea del contagio sin consecuencias permea, especialmente en la población que ha sido señalada por el sector Salud como la que corre menos riesgos en caso de contagio, NO OBSTANTE (así, en altas y negritas), el presidente y su gabinete forman parte del grupo poblacional con mayor posibilidad de complicaciones en caso de contraer el nuevo Coronavirus.

Es decir, que el presidente y su equipo son parte del grupo que se usa coloquialmente para alarmar sobre las consecuencias de no cuidarse: “Ponte el cubrebocas porque, aunque tal vez no te pase nada a ti, ¿qué tal si contagias a una persona mayor?” AMLO (y la mayor parte de su gabinete) son esa persona mayor.

Es preocupante que la seguridad sanitaria del presidente de la República esté sujeta —por él mismo— a conveniencia de su propio discurso. Como ya hemos visto anteriormente, el gabinete presidencial no está exento de formar parte de los “casos confirmados” de esta tragedia. Afortunadamente, todas y todos han superado la enfermedad y salido adelante; esperemos —por el bien de la poca estabilidad política del país— que ninguno llegue a formar parte de las cifras de “lamentables fallecimientos” por covid. Como bien se dice, uno comienza a tomar esta pandemia con seriedad una vez que ve la muerte de cerca, ojalá este no sea el caso.

 

Por cierto

Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas y una de las personas más ricas del país, regresó a la agenda pública por sus mismos antiméritos. En esta ocasión, mientras presentaba la misión del Grupo Salinas en Twitter —que, de acuerdo con él, se basa en una prosperidad incluyente para que les vaya bien a todas y todos—, la usuaria de Twitter Guadalupe Riojas se quejó de haber sido liquidada abruptamente de dicha institución en plena pandemia, luego de haberse entregado a ese trabajo durante 18 años.

Ante ello, el empresario mostró nulo interés a la problemática y respondió: “Me decepciona saber que eres una persona malagradecida con quien te ocupó por 18 años. De haberlo sabido… tu salida era antes.” Sí, no es broma. Aquí el problema se centra en la falta de empatía del empresario con las personas que emplea, lo que, por cierto, resulta contradictorio con las misiones que señala. A partir de lo anterior, diversas personas compartieron sus testimonios acerca de situaciones similares y mostraron su respaldo para Riojas.

Los errores de Salinas Pliego durante esta cuarentena se suman día con día. Mientras mantenga una posición disociada de los problemas que enfrenta su propio personal, fallará en cumplir su misión de un futuro de prosperidad incluyente. Para el crecimiento y desarrollo próspero del país, no basta con la acumulación de capital en unas pocas manos.

                                  

Prediquemos con el ejemplo:

  

diegopachecowil@gmail.com